Una nueva forma de actuar

El Centro Social Caixanova en Pontevedra se plantea como una nueva forma de entender la actividad de las cajas de ahorros. En él se integran las nuevas necesidades e inquietudes de una sociedad moderna y dinámica, sensibilizada con los problemas actuales, poseedora de ansias de formarse y de descubrir nuevas manifestaciones culturales, y preocupada por el progreso económico. Con la inauguración del Centro Social Caixanova de Pontevedra, la ciudad dispondrá, en pleno centro, de un edificio con más de 12.000 m2 construidos, moderno y multifuncional, que acoge todos los aspectos que atañen a una caja de ahorros pujante económicamente y comprometida con su entorno y sus gentes.

La asistencia social, la formación, el fomento del empleo, la potenciación de los sectores productivos, los servicios financieros, el teatro, la música, el cine y el arte tienen cabida en este innovador proyecto de Caixanova, cuyo continente ha sido diseñado por el prestigioso arquitecto pontevedrés César Portela.

La filosofía con la que se enfrentó a tan ambicioso proyecto fue la de combinar la tradición formal del edificio con el diseño estético del siglo XXI, y con unas instalaciones completamente innovadoras y modernas para el desarrollo de actividades culturales, formativas, de investigación, de asesoramiento o de divulgación científica.

Para ello se ha reformado completamente el edificio actual, que es fruto de una construcción realizada en tres fases diferentes, según la paulatina adquisición de solares por parte de la caja de ahorros. El primer edificio fue adquirido en 1944 cuando todavía estaba en construcción. Era un proyecto de Emilio Quiroga Losada y fue inaugurado en 1948. El segundo, concebido como una ampliación, data del año 1956 y fue proyectado y construido por lo arquitectos Robustiano Fernández Cochón y Laureano Barreiro. El tercero, que completa el conjunto, fue proyectado y construido entre los años 1970 y 1974 por el arquitecto Joaquín Basilio de Bas.

El diseño del Centro Social Caixanova en Pontevedra conserva dos fachadas de piedra, que se combinan con un enorme cubo de cristal en la parte posterior que le confiere un llamativo aspecto moderno y vanguardista. El edificio está coronado por una imponente escultura de bronce de 6 metros de alto, del escultor Cándido Pazos, que representa a Teucro, el mítico fundador de la ciudad de Pontevedra.

Nueva plaza urbana

La riqueza espacial del edificio se manifiesta en todas sus estancias, pero especialmente en el inmenso y espectacular vestíbulo, al que se accede por la calle Augusto González Besada y la Plaza de San José y comunica las diferentes estancias de la nueva sede. Luz y color se aúnan, se suman y se complementan en esta plaza urbana cubierta, la nueva ágora con la que cuenta Pontevedra, con un óculo que de día introduce la luz del sol y por la noche deja ver las estrellas.

En esta impresionante entrada, cinco piezas escultóricas del también escultor pontevedrés Sergio Portela, cruzan sus miradas entre sí y con las de los visitantes, acentuando la riqueza espacial del vestíbulo gracias a su ubicación estratégica.

Se trata del primer espacio barroco contemporáneo y vanguardista que enriquece con su presencia no sólo Pontevedra sino toda Galicia. No obstante, el nuevo edificio ha respetado cuidadosamente los grandes valores arquitectónicos que poseía la antigua sede de la entidad financiera en la ciudad. Se conserva y se mejora la antigua fachada de piedra, labrada en su día por los canteros pontevedreses; los bajorrelieves de Xoán Piñeiro –El Mar y El Campo–, que han sido restaurados para seguir luciendo en la fachada, y la antigua vidriera que representa a la Virgen Peregrina, así como la que ya luce en la Sala de Consejos, dando continuidad a una rica trayectoria institucional. Por su parte, la naturaleza se adentra en varias estancias del edificio. En la terraza se ha instalado un jardín de camelios y en los dos patios interiores se encuentra una cascada de agua de 11 metros de caída y unos jardines colgantes de 15 metros de altura.