Partido de bipolaridades
Fue un partido de bipolaridades por ambas partes. En el apartado defensivo, el Real Madrid, con una puesta en escena de alto nivel que el Obradoiro fue incapaz de superar por sus problemas en el tiro cuando los blancos le dejaban algún resquicio, después pasó a un nivel defensivo ramplón, el mismo que les ha llevado a dos derrotas consecutivas.
El Obra, tras una primera parte para olvidar con solo dos canastas en juego, después, sin dejar de porfiar, jugó muy bien en ataque y con una más que aceptable defensa llegó en algunos momentos a meterse en el partido, para después bajar su intensidad y volver a sucumbir ante la superioridad individual de los madridistas, que tras las derrotas señaladas estuvieron más intensos de lo habitual a pesar de los evidentes problemas de irregularidad que están padeciendo.
En el Obra fallaron en momentos cruciales sus baluartes fundamentales en ataque. A ello habría que añadir los muy bajos porcentajes de acierto en tiros de dos y la incapacidad de hacer frente al poderío madridista en el rebote. Todo ello condicionó el resultado final, pero la resolución del encuentro se fraguó en el primer cuarto que dejó el partido muy cuesta arriba. Bastante hizo con competir y acercarse un par de veces.
La liga sigue su curso de igualdad competitiva a pesar de las diferencias que se observan en la clasificación en la que sólo el Manresa parece tener serias dificultades para salir del pozo. Ejemplo significativo es el Estudiantes, hundido hasta hace tres jornadas, soluciona la situación ganando al Real Madrid y al Barça con todo merecimiento.
La victoria que obtuvo el Obra en medio de estos dos partidos tiene un valor importantísimo. La realidad es que en Sar el equipo se ve muy arropado por la afición y ofrece un rendimiento muy superior al que normalmente presta como visitante. El continuar siendo fuertes en casa es fundamental en esta liga donde ganar fuera va a ser muy caro salvo días puntuales en los que el acierto en el tiro acompañe.
La próxima visita a Miribilla, donde el deshauciado Bilbao de principios de temporada está jugando muy bien ayudado por una gran afición. No es la mejor cancha para dar la sorpresa y además han recuperado a gran parte de sus lesionados, pero en esta liga cualquier cosa puede pasar.
Por último, el día 26 comienza el Campus de Navidad del Obradoiro en el que el club tiene puestas unas grandes expectativas. Animo a que todos los niños y niñas de Santiago y alrededores a que se apunten al Campus, donde como novedad, se quiere hacer un énfasis especial en la categoría infantil, para ver y preparar al equipo que en la próxima temporada acompañará a los mayores a la Copa del Rey de A Coruña para disputar la Mini Copa, el torneo por excelencia en la formación de jugadores, sin duda el más bonito del calendario. El Obra desea que no quede un solo chico en categoría infantil por asistir y en la web del club encontraréis toda la información. ¡Feliz Navidad a todos!.