'O Pataca' cierra una historia de 70 años y busca nuevo dueño

El Bar Negreira, coloquialmente conocido como Pataca, uno de los locales más enxebres que todavía perdura en el casco histórico de Santiago, busca nuevo dueño. Un cartel de Se traspasa en la fachada del local, situado en el número 75 de la rúa do Vilar, anuncia el final de un ciclo que comenzaba en el año 1949, cuando los padres de la actual propietaria del Pataca, Isabel Becerra, abrieran el negocio. "Yo nací en esta casa. Me da mucha pena, pero las cosas se acaban. Desde la muerte de mi marido, hace casi tres años, se me ha hecho muy duro seguir con el negocio", afirma Isabel, que ha ido tirando, dice, con la ayuda de su nieto. Hasta ahora, que ha tomado la decisión de traspasar el local. Afirma que ha recibido el interés de varios hosteleros para tomar el testigo, algunos, apunta, "de fuera, de A Coruña, por ejemplo", pero destaca que "no hay nada cerrado".

"Ha llegado el momento de dejarlo, de terminar un ciclo. No es fácil, son muchos recuerdos. Llevo 63 años viviendo en esta casa, pero ha llegado el momento", insiste Isabel, que desde hace unos días solo abre el bar los fines de semana. "Esta semana, con motivo de las Festas da Ascensión, abriremos el miércoles, pero desde hace unos días ya solo abrimos viernes, sábado y domingo", indica la propietaria de uno de los negocios más enxebres de la zona vieja. Ella y su marido, Juan Iglesias Otero, han sido referentes de un modo distinto de entender la hostelería, en el que la cercanía y el trato amable se cocinaban a diario.

Innumerables generaciones de compostelanos y promociones de estudiantes pasaron por este establecimiento, donde la tapa de patata era toda una tradición, al igual que la tertulia con Juan, el del Pataca, que falleció en septiembre de 2015, y que dos años antes recibiera un cariñoso homenaje por parte de todos sus clientes y compañeros de profesión en el Hostal dos Reis Católicos.

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