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De pazo en pazo: casas solariegas cerca de Compostela

Oca, Faramello o Santa Cruz de Ribadulla son solo algunas de las propiedades que merece la pena visitar durante el otoño

Edificios típicos del rural gallego, en el Área de Santiago sobran ejemplos de aquellas casas señoriales que tanto peso tuvieron en la comunidad entre la Edad Media y el siglo XIX. Emblema del sistema feudal, la vida de los vecinos se organizaba alrededor de esas poderosas construcciones que daban cobijo a los nobles. Con la caída de los hidalgos, muchos fueron cayendo en desuso y hasta no hace mucho parecían condenados al olvido. El sector turístico ha encontrado un filón en esos inmuebles con encanto y más de uno se ha recuperado como alojamiento y lugar de celebraciones. Aunque también han sido restaurados, otros permanecen cerrados a cal y canto para uso y disfrute de sus propietarios.

1. Pazo de Andeade (Touro). Fundado a principios del siglo XVIII por Pedro Antonio Verea y Pachego, es el pazo más conocido de la zona. Fueron varias familias de renombre las que mantuvieron relación con el edificio, tal y como se aprecia en las armas que configuran el escudo: Pacheco, Verea, Aguiar, Figueroa y Montenegro. Posee todos los elementos característicos de las construcciones pacegas: escudo, capilla con retablo compostelano de la época, palomar, lavadero, fuente decorativa, amplios jardines, carballeira y entrada flanqueada por filas de plataneros. Restaurado en 1995, hoy funciona como establecimiento de turismo rural y lugar de celebraciones y banquetes.

2. Pazo do Faramello (Rois). De estilo barroco compostelano civil, se erigió a comienzos del siglo XVIII. La arquitectura presenta marcadas influencias italianas que delatan el origen genovés de su fundador, el marqués de Piombino. En pleno corazón de la comarca do Sar, se encuentra equidistante en 12 Km de Compostela y de Padrón. Además es el último pazo que se cruza el peregrino que recorre el Camino Portugués antes de llegar a Santiago. Con una finca de 126.000 m² que da cobijo a un hermoso jardín, sirvió de residencia estival al rey Alfonso XIII y al infante Luis de Baviera durante sus visitas a Galicia. Siempre con reserva previa, se pueden realizar visitas al pazo tanto individuales como en grupo.

3. Pazo de Oca (A Estrada). Con ocho hectáreas de superficie, sus espléndidos jardines le han valido el sobrenombre de ‘Versalles gallego’ o el ‘Generalife del norte’. De la segunda década del siglo XVIII, su trazado es producto y reinterpretación de la tradición paisajística francesa. El juego barroco de las perspectivas y el fluir del agua se combinan con el granito y especies vegetales insólitas. Propiedad de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, se puede visitar durante todo el año. El precio de la entrada oscila entre cuatro y 15 euros, en función del número de integrantes del grupo y del recorrido (jardines e interior del pazo). Es necesario realizar reserva previa.

4. Pazo de Santa Cruz de Rivadulla (Vedra). Su origen se remonta al siglo XVI cuando el canónigo de la Catedral de Santiago, Juan Ibáñez de Mondragón, se hizo con la propiedad que posteriormente se convertiría en el actual pazo de Santa Cruz. Poco a poco se fueron ampliando unas instalaciones que cuentan entre sus principales atractivos con fuentes, estanques, cascada, casa, capilla y hórreo. Escenario habitual de celebraciones, también está abierto a las visitas. La entrada general cuesta tres euros.

5. Pazo de Antequeira (Rois). Construido en el siglo XVII y recientemente restaurado, está configurado por tres cuerpos: dos salientes y, en medio, la espectacular solana con balconada barroca. Uno de los encantos del inmueble es su capilla y la fuente barroca, decorada esta última con una figura de San Vicente Ferrer predicando desde el púlpito. Es una propiedad privada no visitable.

6. Pazo de Liñares (Lalín). De estilo barroco, fue la casa de los Taboada, uno de los linajes más importantes de Galicia. Estuvo habitado hasta principios del siglo XX, pero su época de mayor esplendor fue en el XIX, cuando personas de relevancia en la época empezaron a disfrutar de largas temporadas entre sus monumentales muros. Fueron Ramón Cabanillas, Otero Pedrayo o Emilia Pardo Bazán quienes introdujeron el edificio en la literatura. En el inmueble nació y fue bautizado Joaquín Loriga Taboada, conocido por realizar en 1926 el vuelo Madrid-Manila en 17 etapas y 33 días. Hoy está totalmente restaurado. En 2009 fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural) y desde 2014 funciona como contenedor cultural. La visita es gratuita y, salvo que se trate de un grupo, se puede realizar sin reserva previa.

7. Pazo de Quito (Padrón). Levantado en el siglo XVII, el inmueble de estilo renacentista lleva la firma de Melchor Velasco Agüero. Fue propiedad de Alonso de la Peña y Montenegro, obispo y rector de la Universidade de Santiago y capitán general de Quito, donde falleció en 1688. Se sitúa en las rúas medievales del casco histórico de Padrón, muy cerca de la iglesia de Santiago. De titularidad privada, no está abierto a las visitas.

26 sep 2017 / 13:57
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