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Pedro Mouriño: “Es una paradoja, pero el nacionalismo de BNG y AGE es lo más judeófobo que te puedes encontrar”

Nacido en Santiago (1974), es miembro de la junta directiva de la Asociación Galega de Amizade con Israel (AGAI), empresario y experto en cuestiones internacionales

¿Qué promueven desde AGAI, presidida por Pedro Valadés?
Lo que nos une es la amistad con Israel. Básicamente defendemos dos cosas: la primera, estrechar las relaciones entre la sociedad española y la gallega e Israel y las comunidades judías. Además, quisiera aclarar que la primera confusión que existe es que todo el mundo piensa que el judaísmo es solo un concepto religiososo, y no es así, puesto que hay judíos que son agnósticos.
La segunda misión es evitar la banalización del holocausto. Es muy perverso cuando la gente que quiere atacar actualmente a Israel y a los judíos se les acusa de ser genocidas y se les equipara con los nazis.
Pero frente a siete millones de muertos en el holocausto, hablamos de mil y pico muertos en Gaza. Aunque bien es cierto que mientras siga existiendo un solo muerto es un drama. El problema es que este conflicto está demasiado mediatizado.
¿Cree que Israel realmente no quiere la paz?
Como cualquier Estado quiere tranquilidad para generar prosperidad entre sus ciudadanos.
¿Y se puede alcanzar bombardeando?
A ver, el problema es que culquier estado tiene derecho a defenderse. Lo condenable sería que Israel tuviera una actitud permanente de ataque, pero lo que hay realmente es una situación de defensa, en general.
Además, ¿cómo se puede acusar a Israel de imperialista con apenas una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados? Si Israel es un país imperialista, Galicia también, porque tenemos prácticamente el mismo tamaño. Yo no tengo la percepción como gallego de que seamos un imperio.
De siete millones de habitantes, un millón y medio son árabe-israelíes y conviven perfectamente. Posee una democracia asentada, con un sistema judicial efectivo, están garantizados principios como la libertad de expresión y el pluralismo político.
Según el ‘think tank’ Iniciativa para la Economía Palestina, los túneles fueron construidos con mano de obra infantil.
Hay constataciones claras. No se puede hablar de genocidio cuando la población de Gaza en escasamente un par de décadas
se ha triplicado. España es un emisor de fondos de ayuda para Gaza. pero buena parte de esos recursos se ve que los utilizan para la economía de guerra, como la construcción de túneles.
Y también se constata en varios informes contrastados que hubo más de cien muertes de niños en la construcción de túneles.
¿Y qué opina de ese apoyo que brindan algunos actores?
Desgraciadamente, no se han superado ni el antisemitismo ni la judeofobia, movimientos que estaban asociados a los fascistas. Pero en la segunda parte del siglo XX, los grupos de la izquierda han adoptado un discurso judeofóbico, y siempre con las mismas retóricas. Como Javier Bardem y Penélope Cruz, que presumen de tener amigos judíos y que acuden a hospitales judíos, pero después viene su discurso antijudío.
Son como buena parte de los que en Francia llaman izquierda de caviar, que llevan vida de multimillonarios y que se permiten dar lecciones de muchas cosas. Poco tienen que aportar a este conflicto y demuestran que son unos ignorantes.
¿Existe alguna manera de criticar legítimamente a Israel?
Sí, indudablemente. Como cualquier Estado, no está exento de cometer errores.
Pero querría precisar que Hamás, considerada organización terrorista por EUU y la UE, es quien tiene el poder en Gaza, y cuenta en su carta fundacional con el deber de la destrucción del Estado de Israel.
Con lo cual, ¿percibe que existe una solución a este conflicto?
Creo que los objetivos miltiares están próximos a concluirse, y el Gobierno de Israel se retirará otra vez como en otras operaciones.
¿Para volver a empezar?
Lo que hay es un diálogo persistente que se busca desde hace tiempo y que suponen brindar territorio por paz y seguridad, y que se paren las acciones violentas. Es difícil, sí, pero factible.
El terrorismo es la guerra de los pobres. Militarmente, ni Hamás ni Hizbulá tienen capacidad de doblegar al Ejército de Israel, al igual que ETA tampoco tiene capacidad de doblegar al Gobierno español, pero sí poseen capacidad de causar mucho daño.
¿Qué opina AGAI de la carta que el embajador de Israel envió al Parlamento, en la que declaraba a Galicia como enemigo?
Entendemos que hubo algunos malentendidos. Y creemos que en el Parlamento quizás no se tuvieron los elementos de juicio apropiados, porque los españoles, en general, y los gallegos, en particular, no tienen muchas percepciones en geoestrategia. Y entonces, sus élites tampoco las tienen. Eso hace que determinadas aproximaciones a los conflictos no tengan la profundidad debida. Yo me dedico a estos temas y lo veo todos los días.
Por otro lado, el embajador israelí hizo su trabajo, aunque quizá no fue demasiado diplomático.
¿Y cómo es la relación de AGAI con las instituciones?
En general, buena, y está mejorando. De hecho, le agradecemos al Parlamento que lleve dos años aprobando una declaracion institucional en el día de la Shoah (holocausto). Respecto a la Embajada, la relación es fantástica.
De hecho, queremos recuperar el peso de la época de los judíos en Galicia, como en Ribadavia, Monforte... queremos darle una visión muy económica, puesto que Israel es quien más invierte en I+D+i... creemos que hay mucha complementariedad con los emprendedores.
Ahora que está muy de actualidad Pujol, una vez reconoció “el papel importante” que Israel y el sionismo jugaron en la formación de su ideario nacionalista.
Correcto. Es una paradoja. Pero cuando se creó el Estado de Israel en 1948, había dos colectivos europeos ideológicamente muy definidos que lo abrazaron como su espejo en el que mirarse. En primer lugar, los socialistas y la socialdemocracia europea. Porque si nos fijamos en los primeros Gobiernos de Israel, vemos que difundieron una especie de ideología a medio camino entre el comunismo y el socialismo y muchos jóvenes de la época como el exministro Borrell eran afines. Así que en lugar de verlo como un modelo a seguir, derivaron a una judeofobia y antisemitismo brutales.
El segundo colectivo era el nacionalismo. Porque si hay una gran idea nacional es la de Israel. Un pueblo que no tenía Estado y que lo consigue. Esa es la idea de los nacionalistas (gallegos, catalanes, vascos). Su anhelo nacional es crear el Estado, porque ya se consideran a sí mismos nación. Y ahí viene la otra paradoja: que el nacionalismo del BNG y de AGE es lo más judeófobo que te puedes encontrar.
Explíquenos eso, Pedro.
Yo no entiendo muy bien por qué. Quizás porque pueden percibir que Palestina es una nación que no tiene Estado. Nuestro presidente, Pedro Valadés, es ideológicamente nacionalista y no dejó su credo, como Rahola en Cataluña, firme defensora de Israel. Actualmente, una mayoría de nacionalistas se caracterizan por un odio exacerbado a Israel. Además, se convierten en antisemitas, porque hay que recordar que no podemos separar a los judíos de Israel.
¿A quién debe creer el lector?
Nadie es poseedor de la verdad absoluta. Yo, hasta que realicé mi viaje a Israel, era un espectador pasivo. Estuve en Palestina y conocí muy bien su realidad. Por eso es una aseveración errrónea que la UE y EEUU sean una economía de guerra. Si Israel desaparece, todos perdemos.
Con lo cual, es intolerable que alguien defienda la existencia de Hamás. Es como quien justifica a ETA. Justificar a Hamás es execrable y condenable.

11 ago 2014 / 19:45
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