Peligran en Galicia once mil empleos por el parón de las eólicas

Se busca al culpable de que Galicia pueda perder el tren del viento. Los nuevos parques de aerogeneradores gallegos corren el riesgo de quedarse sin las primas actuales a las renovables de no acelerarse los trámites del concurso eólico. Además, se pone en jaque en el momento menos idóneo, en plena crisis, la generación de puestos de trabajo vinculados a esta industria: tres mil empleos solo en la fase de instalación de un millar de turbinas con más de 2.200 megavatios de potencia, cuatrocientos fijos en su mantenimiento, y ocho mil con los proyectos industriales que los adjudicatarios, entre ellos Caixa Galicia y Caixanova, estaban obligados a presentar.

Desde el BNG culpaban ayer a la Xunta del PP, pero el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, se revolvía y, por medio de un comunicado, acusaba a los nacionalistas de mentir y, calificó al concurso eólico de "chapuza legal del bipartito". Por eso, invitó a los nacionalistas a pedir perdón a los gallegos "por ser los responsables del retraso administrativo acumulado".

Esta respuesta llegaba por la tarde, después de que el portavoz de Industria del BNG, Henrique Viéitez, alegase por la mañana en rueda de prensa que cualquier retraso "pone en peligro la independencia energética de Galicia". Los nacionalistas argumentaban que seis meses después de resueltas las adjudicaciones, los trámites siguientes siguen paralizados. Y pedían al propio Javier Guerra que se explicase en el Parlamento.

Sin embargo, el conselleiro no quiso esperar a una comparecencia, y aunque no negó el impacto detallado por los frentistas en el sector, les culpó directamente de la parálisis, y recordó que Alberto Núñez Feijóo cumple con su promesa electoral de revisar todo el proceso de adjudicación en aras de "garantizar el interés general de Galicia", blindar la legalidad y "evitar cualquier tipo de inseguridad jurídica".

Es verdad sin embargo, que las primas peligran, como dijo Viéitez, que recordó que desde el 7 de mayo el Gobierno central obliga a las empresas que aspiren a ellas deben inscribirse en el Registro de preasignación de retribución, para lo que necesitan contar con la autorización administrativa de la instalación. Y los adjudicatarios gallegos no la tienen, por lo que la espera les puede dejar fuera del cupo que acabe otorgando Madrid.

A juicio del nacionalista, la actual Xunta da "palos de ciego" en el tema del concurso eólico. "No saben como orientarlo, y podemos intuir disputas entre los distintos conselleiros en función de los intereses que defienden" apuntó, y argumentó que la convocatoria "siguió al pie de la letra toda la normativa".

Poca gracia le hizo al titular de Industria esta afirmación, que respondía en nombre de la Xunta: "las únicas disputas internas que existieron y existen sobre el concurso eólico fueron las que protagonizo el bipartito".

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