El PP apoya en solitario la Ley de Convivencia Escolar, que la oposición tilda de "farsa" y "capricho" de Feijóo

El proyecto de Ley de Convivencia y Participación Escolar de Galicia se aprobará este martes con el único apoyo del grupo que sustenta al Gobierno gallego, dado que socialistas y nacionalistas la ven "innecesaria". De hecho, el BNG opina que es "una farsa" para tapar la realización de encuestas a los padres sobre el uso del gallego en las aulas; mientras que el PSdeG cree que está hecha "desde el capricho" y con el ánimo de "lavar la cara" al presidente Feijóo tras sus "dislates" en campaña.

En estos términos se ha desarrollado el debate del texto legislativo impulsado por la Xunta, si bien la votación no se podrá sustanciar hasta esta tarde dado que la sesión plenaria se ha suspendido para que los parlamentarios puedan acudir a la entrega de las Medallas Castelao, que este año recaerán en el presidente del Grupo Gadisa, Roberto Tojeiro; la médica María del Carmen Porto y los académicos Luis Espada, Antonio Fernández de Buján y Modesto Seara.

En su intervención ante el pleno para defender la ley, el diputado popular Román Rodríguez ha asegurado que ésta tiene como objetivo "mejorar la calidad educativa", lograr "una mayor involucración" de las familias, dotar de "más autonomía" a los centros escolares y mejorar los problemas existentes en las aulas a través del reconocimiento de la autoridad de los profesores.

Enfrente, el portavoz de Educación del PSOE en la Cámara gallega, Guillermo Meijón, ha evidenciado que se trata de la norma "con el grado más alto de rechazo" de todos los organismos consultivos; ya que el Consello Escolar presentó "ocho enmiendas a la totalidad", el Consello Consultivo dio "un varapalo" a la realización de consultas y la Asesoría Xurídica da Xunta le hizo "una reprobación en toda regla" al señalar que "no es coherente y que resulta equívoca".

También la representante del Bloque en el debate, Carme Adán, ha advertido de que este texto "ni prestigiará la labor docente ni mejorará el clima en las aulas", sino que únicamente servirá para "dar un barniz de legalidad a los recortes en el gallego". Así las cosas, ha opinado que "lo mejor que puede pasar" es que esta ley "sea inocua", porque tiene "máxima ideología y cero mejora".

Falta de consenso

En sus intervenciones, los diputados de la oposición también han afeado a la Consellería de Educación que no tratase de consensuar esta norma con el sector docente, al que, en palabras de la nacionalista, le ha causado "estupor" su decisión "unilateral". "Nunca hubo voluntad de llegar a un acuerdo", ha criticado, y a ella se ha sumado el socialista, quien ha censurado con dureza que el departamento autonómico rechazase "iniciar un proceso de búsqueda de acuerdo".

Se defendió el parlamentario del PP esgrimiendo que "siempre" hay quejas cuando se llevan a cabo "reformas", al tiempo que ha incidido en que ello "no puede condicionar la acción legítima de un gobierno". "Debemos adecuarnos a los tiempos y los resultados de calidad no son los esperados", ha alegado, después de rechazar que esta ley pretenda "un ataque al gallego".

Aludiendo a las enmiendas que los grupos mantienen vivas -37 del PSOE y 38 del BNG-, ha resaltado que su mayoría pretenden "reducir la participación familiar". "¿Por qué no quieren que opinen libremente? ¿A qué tienen miedo?", se ha preguntado, para concluir que temen que éstas expresen "algo distinto a lo que ellos piensan".

Previamente, PSdeG y BNG habían recalcado su postura contraria a la participación directa por entender que las familias ya están representadas a través de los consejos escolares y, particularmente el Bloque, había reprochado que ésta no se utilizase para decidir sobre la modificación del horario lectivo o la supresión del sistema de préstamo de libros de texto.

Otra cuestión que fue criticada por los grupos que conforman la oposición en Galicia es el envío, este lunes, de un correo electrónico a los profesores informándoles de que la ley había sido aprobada. "Debe pedir disculpas por esta burla al Parlamento", ha exigido Meijón al conselleiro de Educación, Jesús Vázquez Abad, presente en el hemiciclo. "El correo se envió ayer para que llegase hoy", ha replicado Rodríguez, entre las risas de la Cámara.

Polémica del hiyab

Y, al hilo de la autonomía de los centros, en el debate salió a relucir la polémica por la niña del hiyab en Arteixo (A Coruña), a la que se impidió entrar en el colegio para participar en el festival de fin de curso y recoger sus notas tras un cambio de centro decidido el día anterior y que no fue comunicado a sus padres.

"Se vulneraron los derechos fundamentales de una niña mientras el conselleiro escondía la cabeza", recriminó Carme Adán, mientras Meijón acusó a Vázquez Abad de actuar como "Poncio Pilatos" y de ser "cómplice" de esta situación.

"No se atreva a hablar de la autonomía de los centros, no caiga tan bajo", advirtió a Román Rodríguez, tras sentenciar que "algo se está pudriendo" cuando se niega la entrada en su centro a una niña de 12 años para participar en el festival. "No puede tener perdón de Dios", bramó.

Contratos-programa

El desacuerdo entre PSdeG y PP también se dio en la materialización de contratos-programa, por entender Meijón que es una forma de "segregar" y de "primar a la concertada" invocando "la excelencia".

Y, mientras Román Rodríguez le acusaba de que "el PSOE se contradice a sí mismo" por figurar esta cuestión en los planes del ministerio del ramo, el socialista gallego propuso que se atienda a los centros con mayores tasas de abandono y fracaso escolar.

Finalmente, después de recordar Carme Adán que este martes ha habido una manifestación del cuerpo docente para rechazar el incremento de cuatro horas lectivas a la semana, criticó el modo de proceder de la Consellería de Educación ironizando con que "consiguió aumentar el PIB turístico" de Santiago en base a protestas. "Y Feijóo se trazó una buena carrera hacia Madrid a costa de destrozar Galicia", sentenció.