¿Te quedas en Galicia? Seis rincones de cuento para visitar este verano

Otras vacaciones sin tiempo ni presupuesto para poner tierra de por medio e irse lejos de casa. Este verano toca Galicia y hay que tirar de imaginación para sacarle el máximo partido al tiempo de ocio. Por fortuna, sobran recursos turísticos para disfrutar del merecido descanso: patrimonio cultural e histórico, espacios naturales, playas, cabos salvajes... Toma nota.

1. Fragas do Eume. Situado en el norte la provincia de A Coruña, es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Tierra virgen, en sus nueve mil hectáreas de superficie residen menos de medio millar de personas. Con forma de triángulo, sus vértices serían As Pontes, Pontedeume y Monfero. Paraíso para los aficionados al senderismo, la mejor forma de intimar con el parque es recorrerlo a pie. Robles, fresnos, chopos, alisos, más de 20 especies de helechos y 200 de líquenes se extienden en esos exuberantes bosques que se extienden a orillas del Eume. En el corazón de la fraga se esconde el monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio con más de 10 siglos de historia.

2. Compostela. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y meta del Camino de Santiago, el verano es el momento perfecto para palpar ese aire cosmopolita que le confieren los miles de peregrinos que van llegando de los puntos más recónditos del mundo. La Catedral abre este viernes las visitas al Pórtico de la Gloria después de diez largos años de obras. En grupos de un máximo de 25 personas, el tour será gratuito y las plazas se asignarán por orden de llegada. Los tejados o el museo son otras de las dos visitas que merece la pena realizar cuando se acerca a la basílica. Más allá de la almendra, Compostela atesora otras joyas como el parque de Bonaval, la Colexiata de Sar o la Cidade da Cultura.

3. Ribeira Sacra. Patrimonio cultural y paisaje. Ese territorio mágico que se asienta entre el sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, reúne todos los requisitos que busca el turista exigente. Ahí se encuentra la mayor concentración de construcciones religiosas de estilo románico de Europa. Visitas imprescindibles resultan Santo Estevo de Ribas de Sil (antiguo convento reconvertido en Parador Nacional), el monasterio de San Pedro de Rocas o las iglesias de San Paio de Diomondi y la de San Miguel de Eiré. De sus tesoros naturales especial mención merecen el cañón del río Mao, los balcones de Madrid o el mirador de Cadeiras.

4. Pena Trevinca. Localizado al este de la provincia de Ourense, aquí se sitúa el punto más alto de Galicia. Espacio natural protegido con casi 25.000 hectáreas, sus cumbres de más de dos mil metros de altura están coronadas por lagos glaciares como O Celo o la Lagoa da Serpe, de aguas purísimas y cristalinas. Paisaje de alta montaña, es el destino perfecto para los que quieren desconectar en un entorno virgen en el que apenas se hace notar la huella del hombre. En el Concello de Carballeda de Valdeorras, se encuentra el Teixadal de Casaio. Se trata de un fascinante bosque de tejos, de los mayores de Europa, que suma más de 300 especies, tal vez milenarias, entre jóvenes acebos, fresnos y avellanos.

5. Costa da Morte. A los amantes de la Galicia salvaje, de las postales agrestes que dibujan los caprichos de la naturaleza, tienen al alcance de la mano un destino para quitar el hipo: Costa da Morte. Al noroeste del litoral gallego, en la provincia de A Coruña, salpican el paisaje playas desiertas, ensenadas y acantilados. Los cabos, como el de Fisterra, Touriñán y Vilán, se cuelan en un océano indomable y de aguas agitadas. Perderse en sus pueblos es un ejercicio recomendable para empaparse de la cultura marinera. Pasear por Malpica, Ponteceso, Zas o Laxe permite permite intimar con la vida cotidiana de los pueblos pesqueros mientras se respira la brisa inconfundible que llega del Atlántico.

6. Archipiélago de Cíes. Es una de las joyas del Parque Nacional das Illas Atlánticas y está compuestos por tres islas (Monteagudo, Faro y San Martiño) y cinco islotes (Agoreira, Boeiro, Penela dos Viños, Carabelos y Ruzo). Con algo más de tres mil hectáreas, aquí se sitúa la mejor playa del mundo: Rodas. Hace ya más de una década que el periódico británico The Guardian le otorgó el distintivo a este paraje de arena fina y aguas cristalinas, popularizando el destino en todo el mundo. Debido al caos turístico del año pasado, actualmente hay que disponer de una autorización de la Xunta antes de comprar el billete. En temporada alta el cupo de usuarios por día es de 2.200 personas. Para alojarse, hay un camping con capacidad limitada, por lo cual se recomienda reservar con antelación.