Reflexión en paz y con tranquilidad

ELECCIONES El resultado de las elecciones del 10-N será trascendental para España. El país se juega el domingo nada menos que abandonar el bloqueo político de los últimos meses y empezar a mirar hacia adelante con la formación de un Gobierno estable -sea del signo que sea- que pueda sacar adelante unos presupuestos y empezar a hacer frente a los síntomas de desaceleración económica, cada vez más evidentes. También Galicia tiene mucho que ver en ese futuro, que debe pasar por la llegada del AVE, las soluciones a la crisis industrial o sentar las bases del próximo Xacobeo. Pero todavía hay algo más importante: que la cita con las urnas se desarrolle en paz y con todas las garantías. Que cada uno pueda decidir libremente a quien dar su apoyo, sin coacciones ni limitaciones, como debe suceder en una democracia madura que ya tiene más de 40 años. Un reto que empieza mañana, en el día de reflexión, en el que debe primar el juego limpio por encima de los intereses partidistas o territoriales. Porque en un Estado de Derecho como el nuestro, a la cabeza de la Unión Europea, se puede defender cualquier ideología. Incluso aquella que apuesta por la independencia de una comunidad autónoma. Eso sí, respetando siempre a los que opinen lo contrario. Ojalá sea así.