Renfe quiere desguazar los vagones del Alvia de la tragedia en Angrois

Las trece unidades que componían el tren Alvia siniestrado a su paso por el barrio compostelano de Angrois serán completamente desguazadas y los restos vendidos como chatarra. Al menos esa es la intención inicial de Renfe, que en la última semana del año 2018 ya estableció contactos con empresas del sector para que realicen las ofertas correspondientes.

Al menos tres firmas gallegas ya mostraron su interés por hacerse con los restos de las dos cabezas tractoras, dos furgones generadores y los nueve coches (o vagones) intermedios que componía el Alvia de tan triste memoria.

No obstante, Renfe aún está valorando la posibilidad de que sus técnicos puedan tratar de recuperar algunos elementos, sobre todo de la cabeza tractora final que fue la menos dañada, que se encuentren en buenas condiciones, algo bastante complicado debido al tiempo transcurrido.

En estos momentos Renfe está en proceso de selección de ofertas que puedan presentar las empresas de chatarra que estén interesadas. Es condición innegociable desguazar todos los vagones y no se permitirá que se retiren coches completos, para evitar que las víctimas puedan sentirse ofendidas.

Una vez completado el proceso, el operador ferroviario decidirá la fórmula a emplear: subasta o adjudicación directa.

CUSTODIA JUDICIAL. En los días posteriores al grave siniestro ferroviario, el 24 de julio de 2013, las distintas partes del tren Alvia fueron trasladadas a los terrenos de la empresa Grúas Estación, en A Esclavitud-Padrón. Allí permanecen desde entonces por orden judicial a disposición de los peritos y técnicos que iban a realizar sus informes. Durante casi un año una dotación de la Policía Nacional vigilaba esos restos las 24 horas al día y nadie podía acercarse sin autorización del juez.

Fue en mayo de 2016, casi tres años después, cuando Renfe pidió al entonces juez instructor, Andrés Lago L­ouro (que había sustituido a Luis Aláez) recuperar los vagones y las máquinas con la intención de recuperar piezas que pudieran ser reutilizadas en otras unidades operativas. El magistrado compostelano rechazó esa posibilidad argumentando que el proceso estaba abierto y las partes podrían pedir la realización de alguna prueba en el elemento clave del accidente.

Fue el 1 de febrero de 2018 cuando Renfe volvió a presentar una nueva petición más ambigua: "Para darle el destino que los técnicos estimen conveniente en función de su estado". Andrés Lago autorizó esa entrega argumentando que en el sumario "existe constancia fehaciente del estado en que se encontraba el tren en la fecha del accidentea través de abundantes fotografías y vídeos", y por medio de "suficientes pruebas periciales".