La rúa Nova de Abaixo estrenará nueva cara la víspera del Apóstol

La reurbanización de la rúa Nova de Abaixo está a punto de llegar a su punto más alto, es decir, al entronque con Montero Ríos, y ya es posible utilizar una buena parte de las nuevas aceras, que han ganado en anchura de forma considerable.

Las previsiones que maneja el Ayuntamiento, según explicaba ayer el concejal de Infraestructuras, Bernardino Rama, son que la calle quede abierta al tráfico en torno al Día del Apóstol.

Tras finalizar la reposición de todas las conducciones de agua, saneamiento y electricidad, que fue la labor más delicada, los trabajos se centran ahora en la colocación del nuevo pavimento en las aceras y la calzada.

Eso sí, lo que ha desaparecido de todo el trayecto son las zonas de aparcamiento, e incluso el espacio reservado para carga y descarga, ya que sólo están previstas dos zonas para el estacionamiento de vehículos pesados. Una se situará en las proximidades de la plaza de Vigo, y otra ya en la calle Montero Ríos.

El espacio ganado, además de para facilitar el tránsito de los peatones, también permite la colocación de contenedores subterráneos en la zona donde antes aparcaban los vehículos. Como se puede apreciar en la foto de arriba, tomada en los años setenta, cuando la calle estaba recién estrenada, la fisonomía ha sufrido una transformación radical.

Entonces el sentido de la circulación era descendente, ya que el ascenso se realizaba a través de la Costa da Camelia, una subida que ponía a prueba la potencia de muchos motores y la pericia de sus pilotos con el freno.

Una vez que concluya esta fase se acometerá el segundo tramo de los trabajos, que abarcará desde Santiago del Estero hasta la plaza de Vigo.