El Sanatorio Quirúrgico de Santiago y de Galicia
En 2008, se ha cumplido el centenario del primer Sanatorio Quirúrgico de Galicia. Lo fundaron, en Santiago, dos auténticos "primeros espadas" de la cirugía nacional de la época: los Dres. Baltar Cortés y Varela Radío.
Ambos tenían cumplida experiencia, por haber realizado estancias de formación en Alemania, dónde Baltar estuvo con el Profesor Bier en Berlín, y Varela con Doderlëin, Bumma, Leopold y otros. Por ello, conocían, de primera mano, las tendencias existentes en Europa a la hora de poner en marcha un centro moderno.
Este, se anuncia como "Sanatorio Quirúrgico de Santiago de Galicia", y nace en 1908, respondiendo a la demanda social, ya que, dados los nuevos y complejos adelantos diagnósticos y terapéuticos, no parecía razonable seguir interviniendo a los enfermos a domicilio, cómo, entonces, era frecuente.
Según el Dr. Carro Otero, la fundación fue impulsada por el ilustrado introductor de la Histología en Santiago y Catedrático de Fisiología, profesor Ramón Varela de la Iglesia, hombre vinculado al krausismo, íntimo amigo de Giner de los Ríos y figura mal conocida hasta ahora, ha sido estudiada exhaustivamente por el Dr. Fernández Teijeiro en obra de próxima aparición. Varela de la Iglesia, abuelo del que fue catedrático de Anatomía Patológica en Santiago, el Dr. Varela Núñez, fallecido el pasado año, era además tío del Dr. Varela Radío, hijo de su hermano Teodoro.
El Sanatorio tuvo su primera ubicación en lo alto del campo del Gallo, en las dos últimas casas, que lindan hoy con las pistas deportivas del Colegio Pío XII, en la zona oeste de la Alameda. Contaba con unas magníficas instalaciones, ya que se dotó, desde muy pronto, de radiología y, en 1915, de laboratorio de hematología y anatomía patológica, el primero de Galicia, junto con el del Dr. Fernández Obanza de La Coruña; estaba dirigido por el Dr. Varela Gil, hijo de Varela de la Iglesia y primo de Varela Radío, que se había formado en Heidelberg, con los mejores especialistas.
En 1922, se trasladó a un magnífico edificio modernista entre General Pardiñas y la Carrera del Conde, dónde se instala, como novedad, el gabinete de radioterapia.
Se practicaba una cirugía de excelente nivel en todos los campos y de modo especial en otorrinolaringología, - materia en la que en Dr. Baltar está considerado como uno de los pioneros en Galicia, oftalmología, cirugía general y ginecología. Varela Radío era catedrático de Obstetricia y Ginecología desde 1905. En 1919, gana la misma cátedra en la Universidad de Madrid. Pronto adquirirá popularidad y fama con una nutrida clientela. El otro catedrático de Obstericia, el Dr. Recaséns, es un hombre brillante, muy entregado a los compromisos sociales y políticos.
La destacada personalidad y categoría profesional de ambos fundadores del histórico sanatorio, unidos de por vida en una fraternal amistad, hicieron posible que la actividad del sanatorio se fuese incrementando día a día y año tras año, hasta 1963. Fue un verdadero centro quirúrgico de referencia en la vida médica compostelana a lo largo del siglo XX.
El resto de tareas no médicas del centro lo asumió una pequeña comunidad de las hermanas de la Caridad, y las médicas, a lo largo de los años, un grupo de facultativos internos, que prácticamente vivían en el mismo. Entre ellos, hubo quienes destacaron, posteriormente, a nivel nacional como D. Juan José Barcia Goyanes, durante largos años catedrático de anatomía de Valencia y D. Cesáreo Rey Baltar, Jefe de Servicio de Ginecología en el hospital de Basurto ( Bilbao ).
Característica común a ambos fundadores fue su creatividad, pues Baltar fue un avanzado en las cirugías de la hipófisis, radical de laringe y próstata y, asimismo, patentó diversos instrumentos: un separador ocular para la intervención de cataratas, un dispositivo para la extracción de cuerpos extraños del esófago, un protector del seno cavernoso para la cirugía de la hipófisis por vía transnasal, y un costotómo, para la cirugía de las costillas.
Varela, por su parte, fue pionero de la cirugía, vía vaginal, de fístulas vesicovaginales, y de determinados aspectos, novedosos entonces, de la cirugía abdominal, como ciertas técnicas de abordaje y reparación de quistes de gran tamaño.
Este esquema sanatorial, sirvió, años después, de modelo para posteriores fundaciones, como la del Sanatorio Quirúrgico de San Lorenzo por otro tándem cirujano-ginecólogo, de amplio prestigio en nuestra ciudad, los doctores Alsina y Martínez de la Riva.