Sito Mariño, empresario del espectáculo, músico y compositor

Afirmar, en la víspera de la fiesta mayor de Galicia –el día de nuestro Patrono, el Señor Santiago– que Galicia es la primera potencia de España y de Europa en número y calidad de orquestas de música bailable, fiestas populares e inversiones en este sector, puede que sorprenda a más de uno, pero esa es la realidad, que se dispone a estudiar, por vez primera, la propia Universidad compostelana. El profesor Xaime Fandiño, impresionado por la importancia de esta parcela de la economía, que mueve anualmente varios miles de millones de euros, está iniciando el primer estudio serio sobre la cuestión.
Natural de Vilantime, Arzúa, Sito Mariño conoce muy bien el tema y desde dentro. A los diecisiete años empezó a cantar en la Orquesta Melodías, de Melide. Luego tuvo que cumplir el servicio militar en Madrid, donde también realizó estudios musicales. A su vuelta a Galicia pasó a formar parte de otras formaciones como Nueva Estrella, Caracas, Hispania y Nova Galicia. También empezó a grabar discos y con mucho éxito, como el logrado con Un pasodoble gallego y varios merengues.
Pero, a la par, fue desarrollando otra actividad: la de empresario del mundo del espectáculo, es decir, la del emprendedor que invierte, arriesga y gestiona en este sector. En Galicia hay sobre una media docena, si nos referimos a los más importantes.
El primero y el más grande es Lito, de Caldas de Reis, que no sólo posee un buen puñado de las mejores orquestas de Galicia, como Panorama, sino el mayor número de ellas. Le sigue Sito, que tiene su sede en Arzúa, y cuenta con nombres emblemáticos del mundo musical galaico, como la Orquesta Compostela, Los Trovadores, Los Satélites, o la Orquesta Trébol. En el número tres estaría Espectáculos Alvar, de Ourense, al que seguirían Zona Sur, de Porriño, y Viéitez, de Vigo. También hay que contar con Froiz, Camoiras y otros nombres de interés. Luego están los agentes intermediarios, que son muchos y se encargan de conectar a las comisiones de fiestas con los empresarios propietarios o gestores de las orquestas.
Algo muy importante es que las formaciones gallegas son muy admiradas en Asturias, León, Zamora y el norte de Portugal, en las que actúan como en casa. También son reclamadas desde otros puntos de España, por ejemplo desde Barcelona, donde nuestros grupos tocan mucho, Segovia o Madrid. Saben muy bien que el montaje que llevan las orquestas gallegas no lo llevan las demás… y con mucha diferencia.
Sólo en el gran palco articulado y móvil, el equipo de luz espectacular y el sonido de calidad suelen invertir unos seiscientos mil euros, sin contar sueldos, vestimenta y los gastos generales que conlleva una gira artística. Cada palco es como un plató de televisión rodante con robótica de última generación.
Y en sonido se busca lo mejor, como la tecnología norteamericana Adamson. Invertir doscientos mil euros en un equipo de este tipo es bastante normal. O sea, todo ello muy superior a lo visto este año en la Feria del Espectáculo de Fráncfort.
Se calcula que en Galicia puede haber unas trescientas orquestas profesionales y algunas ocasionales, que se montan para el verano. Un cuarenta o un cincuenta por ciento de los músicos vinieron de Cuba, Venezuela, Argentina, Rusia, Moldavia y otros países, pero están muy integrados y suelen quedarse aquí.
 Parece que los cubanos son los que mejor se asientan. Algo así le pasó a los gallegos en la Perla del Caribe.