"Sufrir un infarto me sirvió para vivir con más ganas"

El colesterol elevado es el responsable de una cuarta parte de las muertes por enfermedad cardiovascular y se estima que más de la mitad de los españoles lo tiene. Santiago Vecino, de 57 años, bombero en el parque compostelano y víctima de un infarto hace tres años, prestará su testimonio en la campaña Lipid Day que se presenta hoy en el hospital Clínico para concienciar sobre sus riesgos.

Santiago asegura que siempre fue una persona sana. "Desde niño me gustó hacer deporte", explica, a la vez que declara su pasión por los que se practican en el mar como la vela, en la que ha competido, además de ser buzo profesional. Pese a ello, asegura que cuando tuvo que ser ingresado por el ataque de corazón "tenía los triglicéridos algo elevados y colesterol, aunque no por las nubes".

Estaba solo en su casa cuando sufrió un infarto "de libro". "Comencé a notar un dolor muy fuerte en los brazos, ardor en el pecho, sudoración...", explica.

Al ver que se desvanecía cogió su móvil y marcó el primer número de la lista. Una amiga le contestó y llamó al 112. Lo trasladaron al centro de salud y aunque en principio creyeron que se trataba de un cuadro de ansiedad finalmente fue derivado a Urgencias del CHUS, donde le tuvieron que implantar un stent.

Estuvo tres días en la UCI y mientras estaba ingresado le dirigieron al servicio de Rehabilitación Cardíaca donde encontró "el mejor apoyo para salir adelante".

Asegura que el equipo de Cardiología del Clínico "es la leche. De lo mejor que hay". Santiago no solo aprendió a cuidarse más, sino a tener ganas de enseñar a los demás cómo cuidarse. "Tener un infarto es muy duro, pero quiero decir que a mí me sirvió de mucho. Volví a vivir, pero con más ganas", asegura.

Al poco tiempo de salir de alta siguió en casa, como en Rehabilitación, haciendo bici. "Ponía vídeos del Camino y me imaginaba haciéndolo", recuerda.

Tres años después no solo convirtió en realidad su sueño, sino que logró superar este reto en tres ocasiones: desde Roncesvalles, Oporto y, la última, el año pasado, desde Lourdes. Sigue con ganas de más. Dice que el Camino "engancha".

Hoy hablará como paciente experto. Quiere transmitir la necesidad de buscarse metas tras el infarto y no dejar que el miedo, de uno o de los más allegados, hagan que no se viva con plenitud.