Todo 'despejado' para el inicio de las obras en el interior de la Catedral

Los que visiten la Catedral pueden contemplar el interior de la basílica como nunca antes lo habían visto. Tal y como pudimos comprobar ayer por la mañana, en las naves no queda nada que pueda interferir en los trabajos de rehabilitación del interior del templo, que arrancarán la próxima semana. La actuación cuenta con un presupuesto de más de 2,6 millones de euros.

Durante los últimos tres días fue necesario "despejarlo" todo. Así, se movieron un centenar de bancos, que fueron trasladados, por una empresa de mudanzas, a una nave del Polígono del Tambre alquilada por la propia basílica para mantenerlos a buen recaudo a lo largo de los 12 meses que duren las obras.

También se guardaron en un lugar de la Catedral, que desde el Cabildo no quieren desvelar, los confesionarios y todos los elementos del Altar Mayor.

Y es que las obras que vienen por delante son de gran calado y de extrema complejidad. Tanto que se ha programado un horario de trabajo intensivo, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche, para ajustar lo más posible los plazos de la actuación y que esté todo listo de cara al año que viene.

Se realizará la restauración del conjunto de paramentos interiores y de pilares de la basílica. Esto supone actuar en la nave principal, el transepto, la girola y la tribuna. Además, será necesario solucionar los problemas de humedad que afectan a los revocos de las bóvedas. Es más, no se sabrá el alcance de esta actuación hasta que los técnicos puedan acceder a las zonas más altas y valoren el estado real de conservación de elementos de gran valor, como las vidrieras, esculturas o rejerías.

Los trabajos arrancarán en la nave principal, en la zona más próxima al Pórtico de la Gloria, y así se irá avanzando para continuar después por el transepto sur y terminar en el transepto norte.

Por su parte, los trabajos en la zona del deambulatorio se organizarán de forma que el camarín del Apóstol y la cripta puedan seguir siendo visitables pese a la actuación.

Al igual que se hizo con el cierre del Pórtico de la Gloria, está prevista la instalación de un andamio con cierre geotextil en el órgano, para evitar su deterioro.

En paralelo, se cambiarán las cubiertas, formadas por un enlosado de los años 60 que provoca graves problemas de filtración en el interior de la Catedral. Ese tejado será sustituido por un enlosado de piedra y se colocará una nueva impermeabilización para evitar las humedades. Asimismo, se restaurarán las balaustradas y los pináculos. Estos trabajos, que arrancarán por el tramo occidental de la nave principal, se prolongarán año y medio y tendrá un coste cercano a los dos millones de euros.