Universidad y futuro

EL pasado viernes, inauguramos en el Colegio de Fonseca el curso académico 2019-20 para las tres universidades que conforman el sistema universitario gallego: Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo. Es, para estas dos últimas, un curso muy especial porque se cumplen 30 años de su nacimiento, al segregarse de la alma mater compostelana.

En todos estos años las tres universidades han aprendido que, para ser competitivas, el único camino es la colaboración. El prestigio alcanzado en es- tas tres décadas por las Universidades de Vigo y A Coruña confirma el acierto de esta estrategia, opues- ta al tradicional minifun- dismo del país.

Es una lección extrapo- lable al conjunto de España y de Europa. Los grandes proyectos son siempre co- lectivos, fruto del esfuerzo de muchas mentes que trabajan por un ideal común. La locura del brexit en el Reino Unido o el independentismo catalán en Espa- ña son, a mi modo de ver, movimientos que van en la dirección contraria a la marcha de la historia.

Europa nunca fue tan fuerte como desde que apostó por su unidad y España nunca tuvo un periodo de prosperidad, libertad y de paz tan largo como el que vivimos desde la transición, que rubricó la unidad en la diferencia a través del modelo autonómico.

Hemos pasado en estos últimos años momentos de enorme dificultad económica que, inevitablemente, han supuesto un parón en la marcha de las universidades gallegas. Es hora de recuperar el tiempo perdido y apostar decididamente por un nuevo plan de financiación que las vuelva a situar en el lugar que les corresponde. No por ellas, ni por el personal docente e investigador o los estudiantes, sino porque la única forma de preparar el futuro de un país es apostar por la educación, la investigación y el conocimiento. Dixit

Catedrático de Filosofía