La USC busca apoyos para financiar la construcción del nuevo edificio de Farmacia

Representantes de los colegios farmacéuticos gallegos, de distribuidoras farmacéuticas, de los profesionales de hospital y de la Real Academia Galega de la especialidad acudieron ayer a un encuentro invitados por el equipo de gobierno de la USC, el decanal y el Consello Social de la universidad para, entre todos, trasladar a la sociedad la preocupación del sector por la situación de la Facultade de Farmacia de la institución académica compostelana.

Y es que el edificio que alberga estos estudios está en tan mala situación que no permite la docencia y obliga a que el alumnado se reparta desde hace 4 años entre las facultades de Bioloxía, Políticas, Relacións Laborais y Dereito. Unido a unos laboratorios obsoletos, una estructura compleja con muchas columnas y un problema de contaminación por hidrocarburos, la necesidad de contar con un nuevo inmueble es perentoria.

Es ésta la razón por la que en el Plan de Infraestruturas de la Universidade de Santiago que está a punto de aprobarse figura la demolición de la actual obra y posterior construcción como objetivo prioritario. Será el primero de este tipo que tenga la USC.

Todos los asistentes al encuentro coincidieron en calificarlo como un tema de relevancia para el ámbito de la salud en la comunidad autónoma y estuvieron de acuerdo en que se trata de un problema que va más allá de cualquier interés particular o límite geográfico.

En este sentido, acordaron formar un grupo de trabajo para elaborar un manifiesto que sirva para "crear un espacio de diálogo y colaboración con todos los agentes que participan del sector farmacéutico, así como con instituciones y administraciones locales, provinciales, autonómicas y estatales con el único objetivo de devolver la Facultade de Farmacia al lugar que le corresponde en cuanto a infraestructuras e instalaciones para desarrollar su función educativa y de investigación", aseguran desde la institución cinco veces centenaria.

Se trata, en definitiva, de visibilizar el problema, sensibilizar a la sociedad y facilitar un impulso del mecenazgo, que tiene como dianas fundamentalmente a las instituciones, ya que la USC no tiene recursos económicos para llevar a cabo esta empresa. A pesar de esto, en los presupuestos que el rector Antonio López presentará mañana se destinará un millón de euros más de los que aporta la Xunta.

No hay que olvidar que la Facultade de Farmacia es la única del Noroeste peninsular, no sólo de Galicia, y figura como la segunda en las puntuaciones del FIR (Farmacéutico Interno Residente) sólo después de la Complutense. Es decir, es la mejor de su dimensión.

Pero, ¿cuál es el estado actual del edificio? Teniendo en cuenta el grave problema de contaminación por hidrocarburos, y después de los correspondientes estudios técnicos, los responsables llegaron a la conclusión de que la única solución es demoler el actual y construir uno nuevo en su parcela, ya que es más fácil solucionar el problema si se echa abajo la construcción. A pesar de los intentos realizados desde 2010 no se consiguió llegar a los valores que admite la legislación.

Además, tiene problemas de aislamiento en las fachadas, cubiertas y carpinterías y una climatización inadecuada. Es decir, la posibilidad de una reforma integral no garantiza que se pueda adaptar a los requisitos de las normativas actuales, ni siquiera la viabilidad de su estructura.

En la misma línea, el armazón interno del edificio, constituido por pilares y pórticos de unas determinadas dimensiones, limita las posibilidades de reforma, de manera que no cubre las necesidades que exigen la docencia y la investigación en el área de ciencias de la salud.

El edificio se construyó a principios de los años 70 y en la actualidad está muy alejado de los estándares funcionales y de calidad ambiental que se requieren en lugares que albergan laboratorios, especialmente por los equipamientos científicos.

NUEVO EDIFICIO El nuevo edificio que se planea levantar en la finca del actual será la sede de la Facultade de Farmacia, para mantener su identidad y que los alumnos la sientan como suya. La idea es que pueda disponer de los espacios docentes y de investigación necesarios para llevar a cabo su actividad. Como su arquitectura será de diseño modular también podrá tener otros usos además del principal.

En esencia, sería un edificio para el área de Ciencias de la Salud que, además de Farmacia, podría albergar una futura Facultade de Enfermería o laboratorios de Medicina -que quedan obsoletos y escasos-, aunque son decisiones que todavía están por tomar y en las que se está trabajando.

Además, un edificio singular en la parcela con otros usos conectaría la vieja Facultade de Medicina -que tiene una ubicación perfecta- con el campus sur, el Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) y el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).

La previsión arquitectónica es que se sitúe en una superficie construida de unos 12.000 metros cuadrados -en la actualidad son más de 17.000- con lo que la reducción efectiva sería de 5.000 metros cuadrados. Además, el diseño será modular para facilitar la reutilización de espacios y se integrará en la reurbanización y puesta en valor de la Praza do Seminario de Estudos Galegos, de acuerdo con el Plan de Mobilidade e Mellora Urbana del Ayuntamiento de Santiago.

Será un proyecto que siga los principios de sostenibilidad, economía, eficiencia energética, uso de materiales y técnicas innovadoras con los que la Universidade de Santiago está comprometida.