Villapol: “Tendremos que buscar dinero de dónde sea y poner el monte a producir”

Las sociedades de fomento forestal (sofor) que la Xunta promoverá a través de un decreto son esperadas con optimismo en la industria forestal, pero al mismo tiempo despiertan ciertas dudas. Para Daniel Villapol, consejero delegado del Grupo Villapol S.L, que participará hoy en el Foro As agrupacións Propietarios Forestais no Futuro do Sector Forestal, que organiza el Grupo Correo Gallego en el Hotel Torres de Compostela, en Santiago, "la herramienta es correcta, pero las preguntas siguen siendo cómo, cuándo y con qué".

¿Qué opinión le merecen las sociedades de fomento forestal previstas por la Xunta?

Creo que efectivamente es una herramienta que está adaptada a las necesidades de Galicia, debido al minifundio y toda la organización forestal. Posiblemente sea la herramienta idónea siempre y cuando haya a mayores un sistema para incentivarla y ponerla en práctica por alguna persona o entidad interesada en el proceso además de los propietarios.

¿Se refiere a financiación?

Lógicamente me preocupa la capacidad de poder financiar la puesta en marcha de las sofor, es un tema importantísimo.

¿La dificultad para obtenerla tiene que ver con la rentabilidad?

Esta financiación sería devuelta en la mayoría del monte gallego. Realmente, sería devuelta con creces por productividad, por industria con la creación de puestos de trabajo y con el crecimiento del bosque, pero es verdad que la inversión hay que adelantarla. Este aspecto me preocupa.

¿Cree que la financiación llegaría a través de ventajas fiscales?

Claro. Creo que en este tema es fundamental tener capacidad financiera porque tiene un coste importante la puesta en marcha y tiene un coste que en la mayoría de los casos se amortiza posiblemente a los cinco o siete años, siempre que haya un plan de cultivos y se desarrolle.

Para esto es necesaria una gestión profesionalizada...

Lo importante es que la persona o empresa gestora colabore con los propietarios de los terrenos forestales para que ponga además del tema económico, el trabajo físico, desarrollo de ideas, y de la colaboración social, que es un tema importantísimo, como en cualquier concentración.

¿Coincide usted con la visión de que el monte no es viable?

Es que es verdad. No es viable hasta el extremo de que está habiendo un abandono, sería mucho decir que generalizado, pero sí importantísimo. Ahora se cortan árboles y se abandona el monte, lo que complica la certificación, la sostenibilidad, la gestión, los cuidados desde el punto de vista de posibles incendios o plagas. En la mayoría de los casos, tenemos desconocimiento total de la identidad de los propietarios.

¿Estamos a tiempo de actuar?

Si no se toman cartas en el asunto llegaremos a tener un monte totalmente abandonado y una industria sin capacidad de subsistencia.

¿Pero llegamos tarde?

Posiblemente llegamos tarde. No se pueden hacer aprovechamientos forestales individualmente, ni cuidados selvícolas, ni sanitarios. Es imposible mecanizar el minifundio. Ya están surgiendo iniciativas conjuntas de industria y rematantes. Las sofor son una buena herramenta, pero me pregunto cómo, con qué dinero y cuando.

En plena crisis, ¿puede el monte atraer inversiones?

Es una inversión productiva, no de dinero perdido. Tendremos que buscar dinero de dónde sea y poner el monte a producir.