Vinculan la dejadez de inmobiliarias con robos y la okupación de casas

La Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin) ha criticado las malas prácticas que está detectando en el sector y que han derivado ya en denuncias por parte de afectados ya sea por la okupación de su vivienda, por hurtos o sustos.

Desde Agalin recuerdan los nuevos casos de okupas en viviendas de distintos barrios de Santiago que en algunos casos derivaron además en peleas y altercados, como el de Pelamios.

En este ocasión, denuncian que hay inmobiliarias que dejan las llaves de los pisos a personas que quieren visitarlos a cambio de un DNI o de una fotocopia del mismo y que éstas van a ver los inmuebles sin la supervisión ni la compañía de un agente inmobiliario.

Explican que esto les permite sustraer objetos de las viviendas y, lo que es aún más grave, hacer copias de las llaves antes de devolverlas. Así es como se hacen con las llaves de las casas que finalmente acaban siendo okupadas.

Explican que por estas malas prácticas hay propietarios de viviendas, que han depositado su confianza en una agencia inmobiliaria, se encuentra de repente con su piso okupado. Añadiendo que no son los primeros que denuncian, aunque a nivel legal consideran complicado demostrar el origen de esta okupación y aún más desalojar la citada casa.

Subrayan que esta práctica no es ni mucho menos residual ni anecdótica ya que aseguran que empresas del sector inmobiliario, con el objetivo de ahorrarse un puesto de trabajo o una agenda apretada organizando visitas a inmuebles, prestan las llaves a los interesados en verlas sin el conocimiento ni el consentimiento de los propietarios, que pagan a las agencias y confían en su buen hacer, sin saber que en realidad están cediendo las llaves a desconocidos con ninguna garantía.

CÓDIGO ÉTICO. Desde Agalin condenan rotundamente estas malas prácticas, que consideran completamente contrarias al código ético que exigen a aquellas empresas del sector que quieren unirse a la asociación.

Advierten que más allá de la problemática más alarmante -la posible y por esta vía muy sencilla okupación de las viviendas- los visitantes de los pisos pueden sustraer objetos, electrodomésticos o cualquier pertenencia del propietario, dado que acuden a las mismas sin ningún tipo de supervisión. Explican que al no estar presente la inmobiliaria, el dueño no tendrá a quién reclamar en el caso de que le hurten cualquier objeto de su domicilio.

Por otro lado, recuerdan que el arrendatario acude a una agencia para que ésta le asesore en cuanto a la vivienda que más se ajusta a sus necesidades, los trámites a realizar y los detalles del proceso, pero señalan que malamente puede asesorar y responder a las preguntas de un futuro inquilino una agencia "ausente" en las visitas.

Agalin condena este tipo de prácticas en el sector del alquiler en Santiago, que ya de por sí vive una situación complicadas en clara referencia a los pisos turísticos.