Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h
RESEÑA MUSICAL

Violas de la “OSG” en el Teatro Rosalía Castro

    Concierto en el Teatro Rosalía Castro de A Coruña- 20 h.-, en la programación de las actividades conjuntas de la “OSG” y la “Sociedad Filarmónica de A Coruña”, a cargo de la sección de violas de la propia formación, para un repertorio sobrado de alicientes por su variedad de épocas y estilos. Hablamos, por ejemplo, de la “Vocalise” de Serguei Rachmaninov, pieza en principio vocal del grupo de las “Catorce romanzas Op. 34”, compuestas en un breve periodo de tiempo y que precisamente, en esta “Vocalise”, alcanzará la aceptación del aficionado medio, en una pieza dedicada a Antonina Nejdanova, en un intento de desafiar la estética imperante en la que el elemento melódico tiende a desaparecer. Su belleza y originalidad, se manifiesta en su carácter. Estamos ante una cantinela para voz con acompañamiento de piano, que recibirá un trato acorde con el tratamiento requerido.

    Enric Granados con “Tres danzas españolas”, del grupo de composiciones juveniles que integran un total de doce y que se repartirá en cuatro libros de tres danzas cada uno. Hacia 1888, el autor iniciaría su composición durante una de sus estancias parisinas. Él mismo realizó una primera interpretación de estreno en la primavera de 1890, en el “Teatre Líric” de Barcelona. También se preocupó en dárselas a conocer a musicos del momento, desde Camille Saint-Saëns, a Jules Massenet, Edvard Griego Bériot. Joan Lamote de Grignon, orquestó la obra, labor que posteriormente repetirá Rafael Ferrer.

    Un Corelli para empezar por el muy conocido “Concierto para la Noche de Navidad”, obra en consideración a uno de sus benefactores, el Cardenal Ottoboni, y que tantas voces aparece como complemento en recitales preferentemente barrocos. También el Mozart de la “Sonata Alla Turka K.331”, precisamente por el reclamo de su último movimiento. Para Paumgartner, la serie de las sonatas “Parisinas”, se valoran por su poderosa tensión orgánica que bastaría por sí sola para darnos una idea del genio del salzburgués, superando a los más renombrados autores contemporáneos de la metrópoli francesa, donde la gran música nacional se había apagado ya con Couperin y J.P. Rameau.

    Beethoven con el “Allegretto de la Sinfonia nº 7, en La m. Op.92”, ampliamente estudiada por Jan Swafford, en su reciente monografía. El “Allegretto”, fue un éxito desde su primera interpretación. Aquí comienza, más que en ninguna otra pieza aislada, la historia de la música orquestal romántica. La idea es un proceso de identificación que va añadiendo capa sobre capa a los inexorables acorde de marcha en las cuerdas graves (con su emotiva mezcla de menor y mayor), hasta que la música alcanza un amplio y apesadumbrado lamento. Brahms con “Cuatro dazas húngaras”, las que él mismo orquestó y que daría cauce a otras realizadas por otros compositores. Es fácil pensar, por similitud en las de Ferenz Liszt, ya que parten de un legado común. Unas danzas que los rigores de los estudiosos remitirán a un fiable zingarismo, que distanciarse de lo que posteriormente, realizarán los Bartok, Kodaly y demás.

    La “Obertura de Guillaume Tell” de G. Rossini. Nadie mejor que el admirado Alberto Zedda, en sus “Divagaciones rossinianas”: “Con Gillaume Tell” , Rossini se demuestra a sí mismo y al mundo que su talento era capaz de triunfar en el dominio del nuevo romanticismo, a condición de renunciar al canto artificial de los virtuosos castrati. Como había hecho con “Semiramide”, Rossini forja con “Guillaume Tell” una ópera que sobrepasa las dimensiones normales para reafirmar la validez de sus opciones artísticas y preanunciar su voluntad de apartarse de un mundo sediento de emociones explícitas”.

    La Obertura que volveremos a escuchar de nuevo, tiene un precedente muy cercano en la “Gala Rossini: Alberto Zedda, en el recuerdo”, en las programaciones de “Amigos de la Ópera de A Coruña”, con otras del Cisne de Pesaro, dirigida por J.M. Pérez Sierra con la “OSG”, y la generosa participación de agradecidos divos en reconocimiento al maestro: Marina Monzó, Mariola Cantarero, Luiz Ottavio-Faria, J.Mª Lo Mónaco, Borja Quiza, Elena Belfiore, Carmen Romeu, Pablo Ruíz, Helena Abad, Celso Albelo y el ausente Ruggero Raimondi, por una inoportuna indisposición.

    Peter Warlock estará con la “Suite Capirol”, compositor más apreciado por sus obras vocales, como pudimos comprobar en ciclos de “lied”. Esta suite instrumental, de 1926, es con seguridad la obra más conocida en este género, en su versión para orquesta de cuerdas, aunque también recibió tratamiento para gran orquesta y en dúo de pianos. Se conocen otros arreglos, pero que no son de su autoría.

    05 feb 2018 / 20:47
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito