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Inauguran en la Casa das Letras una exposición sobre el maestro, periodista y escritor que da título a un premio literario // La muestra recorrerá desde el 6 de mayo los distintos centros educativos del municipio pontevedrés TEXTO Sol Elvira

A Estrada difunde la trayectoria y vida de Manuel García Barros

  • 22 abr 2022 / 01:00
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La Casa das Letras de la localidad pontevedresa de A Estrada acoge desde este jueves la exposición Manuel García Barros. Vida, obra e pensamento. La muestra sobre el maestro, periodista y escritor, también conocido por su seudónimo Ken Keirades y que da nombre a uno de los grandes premios literarios de Galicia, fue inaugurada en un acto en el que participaron, además de la concejala de Educación, Amalia Goldar, los comisarios de la muestra, Carlos Loureiro y Xesús Domínguez, y el secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta de Galicia, Valentín García.

Según explicaron los comisarios, la mencionada exposición tiene un carácter informativo y didáctico “para achegar de maneira sinxela a vida do autor á veciñanza, especialmente aos cativos/as e mozos/as que se atopan en idade escolar”.

Carlos Loureiro explicó que el objetivo que persigue la muestra es que la figura, vida y obra de Manuel García Barros sea familiar, sobre todo, para sus vecinos y vecinas de A Estrada. “De momento non planeamos saír máis alá”, precisó.

Manuel García Barros. Vida, obra e pensamento realiza un recorrido cronológico por los momentos más destacados de la trayectoria personal y profesional del maestro y escritor, a través de siete paneles. La muestra puede ser visitada en horario de apertura de la Casa das Letras: de lunes a viernes, de 09.00 a 14.30 y de 16.00 a 21.30 horas, y los sábados, de 10.00 a 13.00 horas.

Según avanzaron, desde el seis de mayo y hasta el próximo año la muestra realizará un recorrido itinerante por los distintos centros educativos de A Estrada.

MAESTRO Y LUCHADOR. Hijo de labradores, Manuel García Barros estudió por libre la carrera de Magisterio en Santiago. En 1905 finalizó los estudios y ocupó la plaza de maestro en la parroquia de Trepé. En 1906 contrajo matrimonio en la parroquia estradense de Callobre.

En 1903, cuando estaba realizando el servicio militar en Vigo, comenzó a colaborar en revistas y a tomar contacto con los movimientos culturales, muy especialmente con el teatro. En 1907 fue encarcelado por primera vez por artículos publicados en el periódico local El Estradense,​ del que era director. Simpatizó ampliamente con los movimientos agrarios de comienzos del siglo XX, así como con los miembros de las Irmandades da Fala y, posteriormente, con el Grupo Nós, muy especialmente con su gran amigo y referente cultural Ramón Otero Pedrayo. A partir de 1920 pasó a ser una figura reconocida de la literatura gallega, al ser uno de los fundadores del periódico El Emigrado. En él escribía una sección, bajo el nombre de Rexouba, en la que promovió una campaña contra el caciquismo.

En el año 1927 aprobó las oposiciones de maestro nacional, siendo destinado al municipio de Castrelo do Val (Ourense). El golpe de Estado de julio de 1936 le supuso la suspensión de empleo y sueldo, que jamás le fue restituido. En 1955 fue encarcelado de nuevo, junto con Fernández del Riego y Domingo Lemos Suárez, y en 1957 fue nombrado miembro de la Real Academia Galega. En 1989 A Estrada instauró el Premio García Barros para honrar su obra y su memoria.

“pronto sairán publicados os seus poemas inéditos”
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‘Contiños’ de Ken Keirades
Sol Elvira

QUIZÁ Sean SUS GRANDEs RASGOS, la ironía y el humor con el que García Barros detallaba las costumbres y personajes populares de su época. Fue entre 1920 y 1932 cuando publicó sus Contiños da Terra, en el periódico El Emigrado, que después recogería en un libro (1931 y 1952). Se trata de un conjunto de relatos costumbristas, irónicos y humorísticos, donde destaca su pericia para caracterizar personajes populares, claves para su reconocimiento. Esos relatos, según sus propias palabras, no sólo fueron creados como un simple entretenimiento, sino también como una herramienta instructiva, “para afeccionar ó pobo á lectura no noso idioma, abríndolle camiño a cousas de máis fondura polas que era preciso facelo entrar”, escribía.

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