Crece la grieta entre críticos y ejecutiva del PSOE de Ribeira

La batalla que libraron recientemente en las urnas Gonzalo Caballero y Valentín González Formoso por hacerse con la secretaría xeral del PSdeG ha engrandecido la grieta que, desde hacía tiempo, dividía a la ya de por sí no muy numerosa militancia socialista de Ribeira.

Y es que en la sede del partido en la capital del Barbanza las relaciones entre el sector crítico y el oficial son cada vez más tensas. Impugnaciones, reclamaciones, reproches, acusaciones de supuestas irregularidades...

Todo ello en una agrupación de 66 militantes (en un municipio de más de 26.000 habitantes), si bien es cierto que, en comparación con otros concellos de la zona, su situación es incluso ejemplar.

En la batalla Caballero-Formoso la victoria local fue clara para el sector crítico, que obtuvo dos delegados para el 14º congreso nacional de este mes (con seis votos más). Pero, con todo, han presentado un recurso para impugnar la lista que encabezó el edil José Manuel Suárez-Puerta, argumentando que “fue vulnerado el código ético del partido” al incluirse en ella al hijo de éste y a la esposa y a una prima del secretario xeral de la agrupación local, José Manuel Vilas, así como a una mujer de 85 años “que se encuentra bajo los cuidados y supervisión de su hija e impedida para asumir el cargo y responsabilidades de delegada”. Añaden, además, que esta mujer había presentado una presolicitud de baja en el partido en septiembre.

La respuesta de la ejecutiva se veía venir: “son militantes de pleno derecho”. En cuanto a la octogenaria, Vilas niega que esté incapacitada.

Los críticos dicen que aún no se ha contestado a su escrito de impugnación.

Por otra parte, quienes cuestionan el trabajo de la ejecutiva local la acusan de estar “pervirtiendo la democracia” y de negar el acceso a las actas desde el año 2019, como han solicitado, añadiendo que la última asamblea ordinaria se produjo el pasado 21 de febrero. Al respecto, Vilas señala que “a las actas sólo tiene acceso la ejecutiva, y se da cuenta de ellas en las asambleas”.

Pero también denuncian supuestas irregularidades, como por ejemplo el hecho de que en una de las cuatro actas que “sólo” se presentaron en la última asamblea figure la firma de Suárez-Puera “cuando no era ni miembro de la ejecutiva ni siquiera militante, pues lo es desde el 7 de julio de 2020”, señalan.

Y, en paralelo a la grieta antes citada, va cogiendo forma desde el pasado mes de septiembre otra que aleja a una parte de la militancia y a su ejecutiva local, tras la decisión del actual grupo municipal de pactar con el PP la aprobación del presupuesto.

En este sentido, apuntan que el grupo municipal socialista apoyó “algún proyecto que es contra natura de la ideología socialista”.

AFILIACIONES. Los críticos con el aparato local se atribuyen el aumento de la masa militante, indicando que, con las afiliaciones que promovieron, se pasó de 28 a las 66 actuales. Finalmente, piden que en el próximo congreso el nuevo secretario xeral “tenga en cuenta a la agrupación ribeirense, que fue capaz de alcanzar dos delegados”.