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Gómez & Cía: 131 años de obra pública y privada a lo largo de cinco generaciones

El estadio de Riazor lo levantó una empresa que hizo historia

  • 18 oct 2021 / 01:00
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El 29 de octubre de 1944 se disputaba el primer partido en el estadio municipal de Riazor, un Deportivo-Valencia, aunque la inauguración oficial sería con el encuentro España-Portugal del 6 de mayo de 1945. Sustituía al viejo campo conocido como Parque de Riazor, costó más de cinco millones de pesetas de la época y, con sus 39.325 m2, se convertía en el terreno de juego de mayor capacidad: 32.000 espectadores sentados ó 40.000 de pie. A su monumentalidad se sumaban varios elementos singulares, como un gran obelisco de más de 45 metros, denominado Torre de Marathón (un mirador para seguir en panorámica las pruebas atléticas).

El estadio coruñés es sólo una de las muchas y emblemáticas construcciones realizadas por una empresa con 131 años de historia que sigue abriendo camino al futuro tras haber escrito muchas páginas en la historia de la obra pública en Galicia a lo largo de cinco generaciones: Francisco Gómez y Cía., de Touro.

Una intensa actividad que nació en 1890 de la mano de un pionero del sector, José García Grande, tirando de un carro de mulas. Sus descendientes convirtieron su legado en un grupo empresarial que, con una plantilla de 211 trabajadores, explota cinco canteras y ejecuta obras públicas y privadas, fabricando áridos y mezclas asfálticas.

El inicio de su actividad se remonta a 1890, cuando José García Grande realiza el mantenimiento de las carreteras de la zona comprendida entre Avilés y Luarca para la Delegación de Obras Públicas de Oviedo. A partir de 1902, con José Gómez Vidal al frente, la empresa compagina obras en los ámbitos de carreteras y ferrocarril. En este tiempo ejecuta los túneles del puerto del Musel, diversos túneles del ferrocarril de vía estrecha en el tramo Gijón-Ferrol y obras de carreteras desde Luarca hasta el límite con Santander y, por el sur, hasta el límite con León.

Su testigo lo recogieron sus hijos, Julio y Francisco Gómez García, quienes, además de mantener las actividades tradicionales en carreteras y vías ferroviarias, las amplían al ámbito de la edificación.

SANATORIOS. La ejecución de obras ferroviarias se sigue desarrollando a lo largo del trazado Santiago-Santa Cruz de Rivadulla, y la actividad constructora continúa con edificios en Santiago de Compostela y alrededores, como los sanatorios de San Lorenzo, Álvarez, Carrero y Sande.

Se construyen además muchas obras singulares, como por ejemplo el Monumento al Sagrado Corazón o la ya desaparecida pérgola de la plaza consistorial de Ribeira.

En 1958, Francisco Gómez García funda la sociedad Francisco Gómez y Cía. S.L. En ese período se abren las carreteras Santiago-Santa Comba y Ferrol-Cobas.

En los años setenta, la empresa comienza a aplicar técnicas novedosas en el afirmado de caminos, como la fabricación y aplicación de mezclas bituminosas en frío.

El relevo lo tomó en cuarta generación Francisco Gómez Novoa, siendo su hija Eva Gómez Portela (tataranieta de José García Grande) la actual administradora del grupo formado por Francisco Gómez y Cía. S.L., con sede en Touro, y Explotaciones Gallegas S.L., en O Pino. Ambas empresas disponen de un laboratorio de análisis en el que periódicamente se controla la calidad de los áridos, mezclas bituminosas y hormigones.

La historia de Francisco Gómez y Cía. es también, en buena parte, la historia misma de la evolución de la obra pública en Galicia.

Centro social, huerto, granja y estanque al servicio de una plantilla de 211 trabajadores

Touro. Al margen de su actividad empresarial, el grupo cuenta con un huerto con invernadero, gallineros, una granja en la que se crían especies como la galiña de Mos o el porco celta, un estanque y un centro social al servicio de sus 211 trabajadores.

Además, tiene actualmente en explotación cinco centros de producción de áridos, y en funcionamiento cinco plantas destinadas a la fabricación de hormigones bituminosos en las provincias de A Coruña y Lugo. Se trata de las de Touro (sita en Cebreiro, A Coruña) con una producción de un millón de toneladas anuales de anfibolita y esquistos; Espiñaredo (en As Somozas), que produce 250.000 toneladas anuales de cuarcita; Melide, de la que salen cada año 250.000 toneladas de anfibolita, surtiendo de balasto a las nuevas redes ferroviales construidas en nuestra Comunidad; Brañas de Brins (Santiago de Compostela), que produce 500.000 toneladas anuales de granito; y, la más reciente, denominada As Viñas, sita en As Somozas y que ocupa ocho hectáreas.

Tiene además una capacidad de producción de mezclas asfálticas de 1.850.000 toneladas al año y dispone de dos plantas de aglomerado en caliente en Touro que producen 460 toneladas por hora, otra en As Somozas-As Pontes (200 toneladas por hora) y una en Melide, adquirida en 2019; una planta ultra móvil capaz de producir 260 toneladas por hora; una planta de hormigón hidráulico en O Pino y una planta móvil de aglomerado en caliente asentada en la actualidad en la cantera de Arcos, muy cercana a la ciudad de Lugo; y una instalación para fabricar betún modificado para mezclas bituminosas en Touro. suso souto

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