Mar López plasma en un libro los esgrafiados de estilo gallego
El museo Terra de Melide acogió la presentación del libro Esgrafiados de la Ribeira Sacra y el Camino de Santiago, con la asistencia de la autora, Mar López Sotelo, y del jefe del servicio de arqueología de la Xunta de Galicia, Roberto Pena Puentes, del investigador Ángel Utrera Baza, así como del presidente de la asociación, Carlos Henrique Fernández Coto. El acto fue, además, engalanado por una alfombra realizada por miembros de la Federación de Alfombristas de Galicia, venidos de A Estrada, Bueu y Marín. La alfombra representa una escena de caza que forma parte de los esgrafiados de una casa de O Saviñao
Abrió el acto Cristina Vázquez, responsable del museo, que presentó a los ponentes y agradeció que se eligiera ese edificio para la presentación. A su vez, Ángel Luís Utrera Baza relató como conoció el término esgrafiado (a los que la autora se refiere como elementos de decoración) hace poco gracias al blog de Mar López Sotelo (https://redribeirasacra.blogspot.com/p/esgrafiados mapeo.html) y como sintió la necesidad de darlo a conocer en Melide, uno de los hitos importantes del Camino Francés, gestionando él mismo la presencia en el museo y toda la intendencia del acto
Carlos Henrique Fernández Coto explicó que los gallegos han tenido que adaptarse al paisaje y al clima desde hace 6.000 años antes de Cristo –fecha de datación del caldo gallego– (última fecha conocida) mediante la construcción de potentes estructuras de piedra, madera y teja, con materiales de la tierra, y que para conseguir el máximo confort, tuvieron que revestir la piedra con mortero de cal, consiguiendo la máxima impermeabilización. A través del Camino de Santiago les llegó la técnica del esgrafiado, que se basa en quitar la última capa de esa cal para representar figuras como rituales relacionados con la vida cotidiana de la época –la caza, los animales domésticos o la flora–, del mismo modo que antes lo hicieron con los petroglifos o con las pinturas de la Cova Eirós (o Altamira en el caso de Cantabria).
Doscientos años olvidados son recuperados en la memoria gracias al trabajo de Mar López Sotelo, en aldeas semiabandonadas o casas sin gente, ya que en la actualidad existe la moda de picar la cal de las fachadas y poner la piedra a la vista, dejándola sin protección, cuyas consecuencias pagarán sus dueños cuando tengan condensaciones interiores. Pidió a la Xunta y concellos su protección patrimonial
Mar López Sotelo explicó con todo detalle los siete años de investigación sobre los esgrafiados, con el trabajo de campo, el posterior de laboratorio, y los contrastes que realizó con varias eminencias en el campo de la historia del arte, tanto de Galicia como de Burgos y otras localidades. Tras dicho estudio, Mar consiguió acuñar el término “esgrafiados de estilo gallego” porque se diferencian de los de estilo mudéjar (Alhambra), neomudéjar o catalán (Antoni Gaudí) e incluso del italiano de Leonardo da Vinci, destacando que mientras otros esgrafiados se habían realizado en edificios relevantes y monumentales, en Galicia se encuentran en las humildes casas de labradores, en sus hórreos o en sus palleiras
Remató el acto el jefe de servicio de arqueología de la Xunta, Roberto Pena Puentes, destacando que estos elementos no están ni inventariados ni catalogados, por lo que se pueden perder, perdiéndose parte de la identidad del rural gallego.
Siendo verdaderas obras de arte, Pena Puentes considera que hay que protegerlos por parte del ejecutivo autonómico, pero hay que divulgarlos y darlos a conocer, para que el pueblo sepa lo que tiene, lo ame y considere un valor añadido a la arquitectura... y no se les ocurra picarlos para dejar la piedra a la vista.