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La mitad de los albergues de la red pública, abrieron el martes con un 30 por ciento de habitaciones y un 50 % de ocupación del espacio común // Las camas cumplen la distancia de seguridad y se evitan las contiguas y las superiores TEXTO Sol Elvira

Medidas para garantizar un Camino seguro a los peregrinos

  • 20 jun 2021 / 01:00
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Garantizar un Camino seguro a los peregrinos es el gran objetivo del protocolo de medidas de prevención ante la COVID que está aplicando la Xunta en albergues. Así lo destacó esta semana en una visita al de Bendoiro, en el municipio de Lalín, el gerente de Turismo de Galicia, Emilio de la Iglesia.

Entre las medidas que deben cumplir la mitad de los albergues de la red pública que reabrieron el pasado martes con todas las garantías de seguridad se incluye el límite de ocupación al 50 por ciento en las zonas comunes, que se reduce al 30 % en las habitaciones, salvo para las personas que declaren por escrito formar parte de un grupo burbuja para compartir cuarto.

El responsable autonómico de Turismo explicó, además, que las camas en los albergues están dispuestas con una distancia mínima de 1,5 metros y en las literas se evita el uso de las contiguas y las superiores, mientras que los peregrinos deberán llevar su propio saco de dormir y se les aconsejara que empleen la mascarilla por la noche.

Con este protocolo, precisó De la Iglesia, la Xunta de Galicia da respuesta así el aumento de la afluencia de peregrinos en las últimas semanas con más de 300 al día, un dato que se incrementa de manera notable en los fines de semana.

A medida que se relajaban las restricciones de movilidad y se flexibilizaban las restricciones sanitarias ante la COVID comenzó a incrementarse la afluencia de peregrinos con más de 11.300 desde abril. Si en el primer trimestre apenas llegaron 268 personas, en el mes de abril se triplicó la cifra hasta 1.000, en mayo se cuadriplicó hasta superar los 4.000 y solo en la primera mitad de junio se registraron más de 6.000.

Por eso, ante la previsión de repunte en los próximos meses coincidiendo con el verano, la época del año con mayor llegada de peregrinos de manera tradicional, se hacía necesario comenzar a abrir los albergues públicos que hasta ahora permanecían cerrados para no hacer competencia a los privados.

De este modo, la comunidad gallega comenzó abriendo los albergues de las rutas que tienen menor oferta de alojamientos privados con la apertura de la mitad de establecimientos de la red pública, y con la previsión de la apertura de los demás el 1 de julio, incluido el del Monte do Gozo de Santiago de Compostela. La reactivación del Camino en las últimas semanas constata que turistas y peregrinos perciben a Galicia como un destino seguro y con un Camino Seguro.

FORMACIÓN. En esa línea, la Xunta apoya desde el inicio de la pandemia al sector turístico, entre ellos a los albergues, con la formación de 300 hospitaleros sobre las medidas de prevención ante la pandemia, en la elaboración de guías con los protocolos a seguir y con apoyo también a los albergues privados para adaptar las instalaciones a las normas sanitarias.

Hay que indicar, finalmente, que con el objetivo de ofrecer un plus de tranquilidad tanto a turistas como peregrinos, la Xunta ya tiene activo también el seguro coronavirus con el que cubrir los gastos derivados de una infección por COVID o de la prolongación de la estancia por cuarentena obligada.

LA PROTAGONISTA
“Es acertado no poder usar la cocina”
Cristina Costa
Responsable del albergue de Silleda

Otras de las restricciones preventivas que impone el protocolo COVID en las instalaciones para los peregrinos es el cierre de las cocinas. Sobre este punto, y en declaraciones a EL CORREO la responsable albergue de Bandeira, en Silleda, Cristina Costa, reconoce que la decisión de no poder utilizar las cocinas es acertada ya que no les obliga a tener que estar pendientes todo el rato de los utensilios que usa cada peregrino y de que se limpien al finalizar.

Donde no podrán bajar la guardia es en los baños, que deben someterse a una completa desinfección de forma continua. Una tarea para la que contarán con el mismo personal de siempre. “Nos hemos quedado con 11 camas de las 36 que tenemos; cuando estén en ellas les dejaremos estar sin mascarilla, porque no se mueven, pero si se levantan ya saben que deben ponerla”, explicaba.

{ CORTINA DE HUMO }
En ruta hacia la normalidad
Sol Elvira

Sin prisas pero sin pausas. Parece que poco a poco vamos recorriendo esa otra ruta, que a mi también se me antoja algo mística, hacia la llamada “normalidad” que perdimos hace ya un año y tres meses. Esa vuelta a un mundo sin mascarillas (que no sin máscaras); sin restricciones de espacios; sin visitas a los amigos; sin reuniones masivas; sin grandes conciertos... Muchos “sin”, aunque algunos ya irrecuperables, como todas aquellas y aquellos que se marcharon sin un simple abrazo o el calor de un allegado, de un familiar... Tras los peores meses de la pandemia y una vez inmunizados quizá recuperemos toda esa normalidad que se ha echado de menos, pero al “después de” le precede un “antes” que algo ha cambiado.

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