COVID
educación. Este lunes se repartieron 37.500 pruebas de saliva en los centros gallegos, a razón del 25 % del total de alumnos de cinco a once años de cada uno // Los docentes creen que las medidas llegan ya demasiado tarde TEXTO Ángela Precedo

La llegada de test a colegios alivia a profesores, pero es insuficiente

  • 18 ene 2022 / 01:00
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Los test de antígenos para niños de cinco a once años llegaron este lunes a los colegios gallegos. Un total de 37.500 se repartieron entre los distintos centro educativos de la comunidad, a través de un proveedor logístico que tenía la misión encomendada por parte de la Consellería de dejar repartidos entre el 80 y el 100 % del total. Cada colegio recibió pruebas a razón del 25 % de los alumnos que tuviese menores de 11.

Además, todavía restan otros 17.500 test que estarán en la plataforma logística del Sergas y podrán ser suministrados a los centros que los soliciten, una vez que ya solo les quede menos de un tercio de esta primera remesa que han recibido, justificando siempre el correcto empleo de los que usaron.

Así, con la sexta ola descontrolada en el sector educativo, con más de 14.800 contagiados entre docentes y alumnos, se trata de poner freno a la expansión de ómicron en los centros, sumando esta medida a la que ya se puso a disposición de las familias antes del inicio de las vacaciones de Navidad y a la que le siguió previa vuelta a clase.

Este sistema de detección estará, en principio, disponible durante un periodo de tiempo correspondiente a las dos primeras semanas de la vuelta a las aulas, lo que corresponde al máximo periodo de incubación del covid, catorce días, si bien se podrá ampliar en función de la evolución de la pandemia.

Asimismo, se empleará bajo la supervisión del coordinador educovid del centro en caso de la aparición de infecciones esporádicas (de uno a cuatro casos), para poder testar a los menores más próximos a los contagiados que puedan surgir, aunque eso no signifique la clausura del aula. En el caso de brote, será la Dirección Xeral de Saúde Pública la que decida si se cierra o no.

“LOS PADRES ESTÁN SIENDO MUY COHERENTES Y, ANTE UN POSITIVO EN LA FAMILIA, NO TRAEN AL NIÑO A CLASE”. Desde EL CORREO, hemos querido conocer de primera mano lo que supone para los docentes la llegada masiva de estos test y la gestión actual de la pandemia, para lo que hemos contactado con L. Díaz, una profesora de Primaria de Lugo que, además, es madre de un niño de cinco años. “La iniciativa de los test no me parece mala, pero deberían estar al servicio de toda la comunidad educativa”, considera, añadiendo que “yo ampliaría su cobertura, porque si son para el 25 % del alumnado... Bueno, mucho no es”.

Sobre todo, teniendo en cuenta la rápida transmisión de ómicron, que genera más temor. “Mi sentir y el de mis compañeros, en general, es que la situación ahora está peor que antes, con lo cual tenemos respeto, prudencia”, defiende. Lo mismo cree José Luis Murado, profesor de Idiomas en Primaria en un colegio de Santiago, que considera que “ahora mismo, bien sea por desidia de la Administración o porque el virus corre demasiado rápido, da la sensación de que ponemos el remedio bastante después del problema, y soluciones despacio”.

Además, este profesor ve que la comunicación, “desde que se produce un positivo hasta que el centro lo sabe, tarda mucho tiempo en hacerse”. “Y hasta que se hace no podemos tampoco mandar al resto de niños para casa o mandarles hacerse un test, y eso lleva a que, igual que sucede en los centros de salud, nos encontremos de repente desbordados ante tantos casos”, explica.

José Luis indica que, en el caso de su centro, “la situación de contagios ha llegado hasta tal punto de que, por primera vez en toda la pandemia, tuvimos que hacer un estadillo con el número de casos que hay por aula”. Y cree que, cada vez más, “hay centros donde la cosa es tan preocupante que deberían contar con algún tipo de personal sanitario más allá del del centro de salud”.

NO HAY INMUNIDAD, SOLO PRIMERA DOSIS. Hasta que eso se plantee, por el momento, solo resta prudencia y respetar las medidas, algo que en los colegios de interior está ocasionando incomodidades manifiestas en la zona de trabajo, relacionadas con la ventilación. “Ya pasó el invierno pasado, es desagradable, en Lugo, tener las ventanas abiertas a temperaturas bajo cero, pero hay que ventilar, y aunque la calefacción está a tope, agradable no es, pero hay que ser prudentes”, plantea Díaz, mostrándose igual de precavida que lo fue también durante la Navidad.

Sabía que, como profesora, había podido estar expuesta al virus en múltiples ocasiones, sobre todo dando clases en Primaria, donde “estás en continuo contacto con los pequeños, muy cerca, incluso ayudándoles a colocarse la mascarilla o a sonarse”. Por lo que, para poder acudir a las celebraciones familiares, optó por hacerse múltiples test, “para tener todas las precauciones posibles”, porque “aunque sabes que el resultado no es seguro al 100 %, algo de tranquilidad te da”.

En su clase ya todos los pequeños tienen la primera dosis dispensada, pero, al igual que su hijo, “al que llevamos a vacunarse el sábado pasado”, tienen la pauta incompleta. “Y está habiendo muchos positivos, más que nunca, y muchísimos contactos con positivos”, asegura.

Esta profesora de Lugo alaba, sin duda, “la prudencia de las familias, en general”. “A lo mejor está la madre positiva y no mandan al niño ya a clase, este es un colegio grande y, en general, cuando hay contactos en las casas, los dejan sin venir a clase por prudencia”, explica, resaltando que “los padres y las madres están siendo muy conscientes y teniendo una postura muy coherente”. Con todo, como señala el profesor Murado, “parece que los contagios cada vez están más cerca y te rodean”.

Problemática
Funcionarios en sanidad privada sin acceso a pruebas

··· Como madre, la profesora de Primaria L. Díaz se queja de que las personas que pertenecen a la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) y que se encuentran en régimen sanitario privado no han podido obtener los test de antígenos gratuitos en las farmacias antes del inicio del curso. “Estamos muy enfadados”, asegura, porque “es bastante injusto”. En su caso, por precaución, antes del regreso a clase de su pequeño, le hizo la prueba pagando ella misma el test, “con el precio desorbitado que antes tenían”, pero puede haber padres que no lo hagan si se encuentran al llegar a la farmacia con que tienen que pagarlo.

··· Asimismo, considera que el hecho de que sean gratuitos solo para niños de cinco a once años es insuficiente. “Yo creo que debería ofrecerse a todos los rangos, que se ofrezca a unos no quita que se debiera ofrecer también a los otros”, explica, porque todos los docentes, sean de Primaria, de Secundaria o de Infantil, “estamos expuestos continuamente a la infección, en una clase con 25 alumnos cinco horas al día”. Por ello, también destaca el tema de las mascarillas, porque “si quieres una FFP2 tienes que comprarla tú, Sanidade solo te ofrece gratis las quirúrgicas”.

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