Permanecen asintomáticos los siete peregrinos confinados en Palas de Rei

La preocupación se cierne sobre el principal atractivo turístico de la comunidad gallega: el Camino de Santiago. Tras haber publicitado a Galicia como ‘Destino seguro’, la inquietud de un grupo de jóvenes que se autoconfinaron en un albergue de Palas de Rei después de que una compañera de Mallorca diese positivo, hace un flaco favor a la campaña.

Las dificultades que tuvieron para que se les realizasen las pruebas, el tener que autoconfinarse de manera voluntaria antes de que las autoridades les dijesen qué hacer y el tiempo que tardaron en llamarles de la Consellería para informarles empañan un suceso que deja ya siete positivos entre las ocho personas que caminaban hacia Compostela.

Dos de las peregrinas del grupo se han marchado ya a sus domicilios tras firmar una declaración responsable, mientras que las otras seis permanecen en otro albergue de la Xunta. Se les ha asignado un médico para realizarles un control diario de los síntomas.

DIFERENTES COMUNIDADES IMPLICADAS. Por el momento, según ha trasladado Paula, una de las peregrinas de origen gallego, a EL CORREO, “estamos bien y ninguno de nosotros tiene síntomas”. Además, dejó claro que “estamos muy contentos con cómo se nos está tratando, muy agradecidos sobre todo con los dueños del albergue, que nos dan de comer y nos tienen atendidos todo el tiempo”.

Pamplona, Cantabria, Palencia, Mallorca y A Coruña son solo algunas de las provincias de origen de estos jóvenes. Pero se descarta que el brote pudiese haberse extendido por estas comunidades, pues todos estudiaban juntos en Madrid. “La posibilidad de que fuésemos positivos, al estar en contacto con mi compañera, estaba ahí, pero ahora tenemos los dedos cruzados para que no se desarrollen síntomas durante nuestro confinamiento”, dice Paula.

Además, cree que “al ser un grupo burbuja tampoco tenemos mucho miedo a problemas externos o derivados de esto”.

Ahora bien, tiene claro que el hecho de estar todos juntos autoconfinados en la misma habitación desde que su compañera dio positivo hasta que el Sergas les contactó, tampoco ayudó a su situación. “Probablemente nos contagiamos todos aquí entre nosotros, por dormir juntos”, considera.

MÁS DE 50 MINUTOS DE VIAJE CON UNA INFECTADA Y SIN PRUEBA DE DETECCIÓN POR ESTAR VACUNADA. Mientras tanto, su madre, encargada de trasladar a la peregrina que dio positivo desde Palas de Rei hasta el hospital de Santiago, donde le realizaron la PCR –a 53 minutos de viaje y 62 kilómetros de distancia–, sigue sin ser sometida a prueba de detección. “No creo que tenga ningún problema porque está vacunada, pero, por si acaso, se ha autoconfinado”, nos cuenta Paula, que le agradece enormemente que “gracias a su preocupación y al envío de notas de prensa consiguió agilizar el proceso”.

Otra de las grandes preocupaciones del grupo era el llamado ‘seguro COVID para viajeros’, que desde los centros de salud y hospitales consultados desconocían cómo se aplicaba. Finalmente, la Consellería de Sanidade les trasladó a última hora del domingo que se les aplicaría en caso de que fuesen positivos, como así ha sido en siete de los ocho casos.

SUCESIÓN DE LOS HECHOS. En un comunicado, los confinados –un grupo de amigos de un colegio mayor de Madrid– han explicado que una de ellos, la mujer ingresada en en el CHUS, acudió este pasado viernes al centro de salud de Palas “por encontrarse mal” y allí le indicaron que no disponían de pruebas diagnósticas, por lo que debería confinarse esa noche y esperar al día siguiente para acercarse en taxi al hospital de Lugo.

“Dado que en el albergue no había posibilidad de aislarse, ya que no había cuarto individual”, la mujer fue recogida por el familiar de uno de ellos, que viajó desde Santiago para llevarla al hospital de la capital gallega. Este domingo, según ha confirmado una de las peregrinas confinadas, el grupo ha sido trasladado a otro albergue “para mayor seguridad”.

Fue en el hospital de Santiago, tal y como ha relatado la peregrina compostelana, donde le realizaron a su amiga la PCR que probó su positivo y, dado que tenía fiebre y síntomas, quedó ingresada. La joven confinada en Palas ha señalado que la mujer ingresada está “en planta y se encuentra bien”, igual que el resto de peregrinos confinados.

QUEJAS POR LA GESTIÓN. Con todo, el grupo manifestó sus quejas por la gestión del posible por parte de la Xunta y señalaron que pasaron “más de 12 horas” sin que el servicio de rastreadores COVID o la Xunta contactase “ni con ellos, ni con el albergue”.

Los familiares también criticaron la “lentitud del proceso de seguimiento”, que puede hacer que “se extienda el virus” ya que, según señalaron, la mujer positiva viajó en avión desde Mallorca, cogió un autobús a Sarria y durmió una de las noches en un pabellón con literas con otras 50 personas.