Ya son 40 los muertos que deja la quinta ola en la comunidad gallega
Una cuarta parte de los fallecimientos (10) fueron notificados por el Sergas este lunes // La edad media de los difuntos supera los 80 años y son más las mujeres
Sigue creciendo el número de fallecidos con motivo de la quinta ola en Galicia. Desde el pasado 22 de junio, cuando se constató el primer ascenso de casos COVID vinculados a la misma, murieron 40 personas diagnosticadas por coronavirus en la comunidad. No obstante, la mayoría de los óbitos se concentran en las últimas diez jornadas, habiendo perdido la vida 25 habitantes en ese periodo. De ellos, la cuarta parte del total (10 decesos) fueron notificados este lunes por el Sergas.
Así pues, según puede desprenderse de la información comunicada por la Consellería de Sanidade desde que dio comienzo este último ‘round’, relativa a las decesos asociados al coronavirus en el territorio gallego, las defunciones han ido pronunciándose conforme los contagios han crecido, consolidándose como algo “habitual” a partir del 22 de julio: justo un mes después de que empezaran a incrementarse las infecciones en nuestra autonomía.
En este contexto, a lo largo de los últimos 12 días, salvo el 26 de julio, el Gobierno autonómico ha notificado nuevos óbitos jornada tras jornada hasta contabilizar 31 personas fallecidas: el 77,5% de las muertes vinculadas a la quinta ola. De todas ellas, 21 eran mujeres (el 52,5%) y 19 hombres (47,5%) que no lograron ganarle la batalla a esta pandemia, falleciendo mayoritariamente en centros hospitalarios (el 95%).
Igualmente, la edad media de estos fallecidos se sitúa hasta la fecha en los 82,45 años. Por intervalos generacionales, desde el pasado 22 de junio han muerto 12 habitantes de 90 años o más. Los más ancianos eran dos personas de 100 años: una mujer que desistió en la residencia García Hermanos de Betanzos (única muerte registrada en los geriátricos gallegos durante la última tanda viral) y un hombre que murió en el Hospital Povisa (en Vigo).
Sin embargo, en cuanto a edad, el grupo etario que más fallecimientos está acaparando es el de los octogenarios (80-89) con 18 óbitos; seguido de los septuagenarios (70-79) con cuatro defunciones; los sexagenarios (60-69) y los quincuagenarios (50-59) con dos cada uno.
Además, suman una muerte respectivamente dos colectivos: el de 40 a 49 años y el de 30 a 39 años. Precisamente en este último se encuentra la persona más joven que falleció en Galicia a consecuencia de la quinta ola: una mujer de 38 años que murió en el CHUAC.
Por otro lado, el peor día, sin contar la pasada jornada en la que se han notificado de golpe una cuarta parte de los fallecidos de esta oleada, fue el pasado 23 de julio, cuando murieron cuatro habitantes en la autonomía diagnosticados por COVID-19 pese a ser notificadas sus defunciones en fechas distintas. En concreto, perdieron la vida una mujer de 94 años y un hombre de 86 años en el CHUO, así como otro varón de 94 años en el CHUVI y otra mujer de 82 años en el CHUF.
Respecto a las áreas sanitarias, las muertes ligadas al coronavirus en este ‘round’ se concentran principalmente en el distrito de A Coruña-Cee, donde se han registrado 10 defunciones: siete en el CHUAC, una en el Hospital Virxe da Xunqueira de Cee, una más acontecida en un domicilio de dicha demarcación y otra en la residencia García Hermanos de Betanzos. A ella le sigue la de Pontevedra-O Salnés que alberga ocho decesos (cinco en el CHOP y tres en el Hospital del Salnés) y la de Vigo, que mantiene seis defunciones (cuatro en el CHUVI y dos en el Hospital Povisa).
Del mismo modo, Ferrol (cinco en el CHUF) y Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos (cuatro en el HULA y otro en el Hospital da Mariña de Burela) suman los mismos fallecidos (cinco respectivamente) vinculados al último grito de la pandemia. Mientras tanto, Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras (tres en el CHUO y uno en el Hospital de Verín) y Santiago-Barbanza (dos en el CHUS) se posicionan como las regiones con menos muertes.
Desde el pasado 22 de junio, fecha en la que se experimentó el primer incremento de casos que acabaría desembocando en la actual quinta ola, ha habido 23 jornadas en las que Sanidade no ha notificado nuevos fallecimientos. Aun así, Galicia afrontó ayer su séptimo día consecutivo registrando decesos.