“Años atrás siempre quise volver, salió lo del Compos y me apunté”
Parapar desea demostrar que puede jugar “lo más alto posible en España” // A sus 30 años, se ve a tiempo de todo y su primer objetivo es ascender con la SD
Fue tierna, cercana, la presentación de Juan Manuel Parapar (A Coruña, 30 años), como jugador del Compostela. Lo recibieron Miguel Márquez y Roberto Vilela, los dos socios que dirigen la atractiva carpintería (realiza encargos a medida, la calidad manda) Márquez y Vilela, la empresa con sede en el Milladoiro que patrocinará la camiseta de Parapar: se ha lanzado a apoyar esta temporada a la SD Compostela, de la misma forma que Parapar se ha decidido al fin, tras su larga etapa en el fútbol suizo, a volver al español, a Galicia y a Santiago.
“Años atrás, siempre pensaba en volver. Pero era profesional, jugaba en Segunda en Suiza y era difícil estar en ese estatus en España, donde el nivel es superior al suizo: no quería bajar dos o tres categorías. Surgió la oportunidad del Compostela, al lado de casa, con un buen proyecto y con el objetivo de ascender: me interesó, y me apunté”, explicó Parapar: tímido, pero muy sincero. De los que habla mejor sobre el campo.
Un destino ideal, porque club y jugador quieren subir, demostrar cosas en el fútbol español. “Al Compostela le interesaba que viniera, y yo tengo la oportunidad de demostrar que aquí puedo jugar lo más alto posible. Con el tiempo se verá si la decisión que tomé es buena o no”, señala.
Sabe que su edad, 30 años, ha sido considerada tradicionalmente en el fútbol como la edad a la que comienza la recta final de un futbolista, pero se siente a tiempo de todo. “Ya se verá. Yo me veo bien, y lo demás lo determinará cada partido, cómo me sienta y si puedo destacar. El día que empiece a dar vergüenza en el campo, pararé. Tengo mucha confianza en mí mismo”, confiesa. Sinceridad al poder.
De modo que ya se centra (lástima de sus molestias en el tendón rotuliano, que “los tendones no son como los músculos, te duele y no sabes si se va a pasar en dos o en tres semanas”, dice) en “adaptarme al equipo, y después ir paso a paso. El objetivo puede ser ascender, pero hay que ir partido a partido y ya se verá. Mi objetivo personal sí que sería ascender con el Compostela”, añade.
A EMPEZAR. Vuelve su sinceridad. Se le pregunta por el inicio de liga, en Pasarón frente al Pontevedra, y reconoce que al haber estado fuera “no conozco bien la liga, no los conozco bien a ellos y casi ni a mi equipo, aunque ya he visto que es de calidad, y poco a poco iré conociendo bien los movimientos de mis compañeros y ellos, los míos. Un derbi es un derbi, y el de Pasarón supongo que se vivirá a tope y querremos ganar los tres primeros puntos”.
Será con Parapar, que en sólo dos medios partidos ya a ha empezado a convencer, y a convencerse, de que fue una buena decisión volver a casa.
··· Parapar, sincero, confesó que tras la lesión en el tendón rotuliano que lo tuvo doce días sin realizar entrenamientos de campo, no se ve todavía a tope. “Me falta algo, lo cogeré con los partidos. No estoy para jugar 90 minutos, hasta dentro de dos o tres semanas no lo estaré. Me sigue doliendo un poco, pero pasará”, explicó.
··· Se definió de manera simple: “Un jugador al que le gusta ir al espacio y disparar”. A la pregunta de si es goleador, contestó a la gallega: “Depende, hay entrenadores que me ponen más pegado a la línea, y otros más por dentro, de mediapunta. Pegado a la línea no marco tantos goles, doy más asistencias. El año que más marqué, doce”.
··· Lleva bien los inicios en el Compos, y alaba la relación con su nuevo entrenador, Rodri. “Me llamó para felicitarme cuando fiché. Y en el día a día la relación con él es muy sana, normal, humana. Le digo con sinceridad lo que pienso y él me lo dice a mí. El día a día, muy bien”.
··· Confiesa que el equipo tiene “muchas ganas” de que empiece ya la liga”, y lo ve “preparado. Las pretemporadas son difíciles, a veces ganas todo y en la liga pierdes, y al revés. Los goles llegarán, lo importante ahora es coger buenas sensaciones, ganes o no pierdas, y estar bien físicamente para aportar”.
Santiago. Parapar vivió los primeros 21 años de su vida en A Coruña. A esa edad, como tantos emigrantes gallegos, se fue a Suiza, “donde tenía a una tía y a un primo” con la idea de trabajar. Pero empezó a jugar al fútbol en 4ª División, fue subiendo... y se hizo futbolista profesional al llegar a Segunda, donde jugó los dos últimos cursos, en el Neuchatel. Pasó nueve temporadas en el fútbol helvético, en siete equipos. Siempre con la idea de volver.
Y eso, aunque en Suiza estuvo “encantado. Me sirvió para madurar, y allí estuve muy bien. El fútbol suizo es más físico, más directo, se busca siempre cómo hacer daño. Aquí en el Compostela he encontrado un fútbol con mucha más posesión, más táctico”, comenta.
El fútbol suizo, se demostró en la reciente Eurocopa, cuenta con su potencial. “Ya se vio contra Francia que físicamente Suiza estaba muy bien”, recuerda. Y contra España, que sólo pudo derrotar al combinado helvético en la tanda de penaltis. Ese partido Parapar lo vio ya en Galicia, y no muestra muchas dudas de hacia dónde iban sus simpatías, por si había dudas: “Suiza muy bien, gente muy buena... pero soy español y animé a España”, confesó entre risas.
Por eso, también, cuando le surgió la posibilidad, regresó a su tierra natal. De Suiza se volvió “formado como persona”, y tras aprender idiomas. Habla “francés, italiano y portugués; y y un poco de inglés, pero más por el colegio”. ¿Y alemán? “No, porque sólo estuve tres meses en un equipo del cantón alemán, donde también se habla mucho inglés; sé algunas palabras”, dice. Y se negó a adoptar algunas costumbres: “Allí cenaba a las diez de la noche, no a las seis de la tarde”. a. p.