Cohen: “Estoy más cómodo y por eso se ve la mejora en los partidos”

No ha sido un inicio de temporada fácil a nivel individual, y él es el primero en reconocerlo aunque su aportación va a más cada semana. Jake Cohen llegó al Monbus Obradoiro con el cartel de jugador importante y en las últimas jornadas lo está demostrando. Selló un expediente de 17 puntos y 10 rebotes ante el Baskonia a pesar de la derrota (80-74), confirmando una línea ascendente al superar los problemas derivados de una pretemporada incompleta, aunque tampoco le resulta sencillo lidiar con su situación a nivel personal.

Llegó tarde a Santiago pues fue el último en terminar la campaña 2019/20. Fue el 28 de julio cuando alzó la liga israelí con el Maccabi Tel Aviv y un día más tarde se oficializó su incorporación al Obra. Además, se ausentó unos días en septiembre para viajar a Estados Unidos y presenciar el nacimiento de su primera hija, Lilah. Desde entonces está solo, intentando centrarse en el baloncesto y a la espera de que su familia lo acompañe en breve. “No es fácil. Tuve mi primera hija en septiembre y solo estuve unos días con ella antes de volver. En ese aspecto está siendo muy difícil, pero en cuanto al baloncesto, va todo bien. Tenemos un grupo muy bueno de jugadores, grandes entrenadores y cuando el trabajo va bien puede compensar un poco las dificultades de la vida personal”, admite Cohen.

En ese aspecto, su rendimiento es cada vez mayor, respondiendo a la confianza depositada por el club en él. “La pretemporada fue una locura para mí. Terminamos muy tarde la liga israelí, el coronavirus, el nacimiento de mi hija... Hubo muchas cosas alrededor y ahora estoy asentado aquí, cada día me siento más cómodo y mis compañeros también lo están conmigo. Creo que por eso se está viendo la mejora en los partidos”.

BAJAS. La delicada situación en la pintura puede alargarse hasta el próximo partido. Mike Daum y Laurynas Birutis ya se perdieron el último y solo el lituano tiene opciones de vestirse el sábado ante el San Pablo Burgos (Sar, 20.45 horas), dependiendo de cómo evolucione su esguince de tobillo. Pese a ello, Cohen cree que el paso adelante debe ser colectivo. “No es cuestión de que falta Biru y le toca a Jake. No, todos los jugadores deben unirse y solventar esas bajas”, aduce.

Aun con todos los problemas, y pese a la actual dinámica de tres derrotas consecutivas, el Obra navega con buen rumbo por el curso 2020/21, pues se sitúa noveno en la Liga Endesa con cinco victorias y cinco tropiezos. Su espíritu competitivo ha quedado demostrado incluso contra rivales de entidad, pero plantar cara ante el Real Madrid, el Valencia, el Unicaja o el Baskonia no es suficiente para Cohen. “Eso es buena señal, podría ser peor, pero tenemos un equipo con mucho talento y con mucha experiencia. No estamos aquí para quedarnos cerca de ganar, sino para ganar partidos y conseguir nuestros objetivos”, señala el ala-pívot.

Reconoce además que esta serie reciente no ha mermado la confianza del plantel, muy seguro de sus posibilidades. “Y estamos jugando un buen baloncesto, la mayor parte del tiempo. Mis compañeros y yo nos sentimos bien mentalmente por el lugar en el que estamos, pero necesitamos seguir mejorando”, dice. ¿En qué? “En el último partido hubo algunos rebotes ofensivos que se me escaparon y ellos anotaron. Eso es algo en lo que tengo que ser mejor. Hay cuatro o cinco puntos de diferencia ahí y el partido habría sido otro en los últimos minutos. Es un ejemplo, pero hay otras cosas”.

CAMBIOS. A sus 30 años, el estadounidense con pasaporte israelí vive una nueva experiencia. Tras graduarse en Davidson en 2013 (donde coincidió con Chris Czerapowicz), ha experimentado toda su carrera deportiva en Israel, excepto en el curso 2015/16 en el que vistió la elástica del Aris de Salónica griego y hasta que en este 2020 decidió aceptar la oferta de un Obra que lo tenía en el radar desde hace años. “Algunas cosas están siendo distintas a lo que esperaba pero no necesariamente en el mal sentido. Esperaba disfrutar mucho de la ciudad y casi no he podido hacerlo, desafortunadamente. También quiero jugar aquí delante de nuestra afición. Esto está siendo distinto a lo que aguardaba, pero está fuera de mi control”, asume el interior del Obra.

Lo que no le ha chocado es el nivel de la Liga Endesa. “Sabía que la española es la mejor liga de Europa de arriba a abajo. Por mi experiencia con la selección de Israel, reconozco a muchos de los internacionales que juegan en España. Sé que el talento, de lo más alto a lo más bajo, es muy bueno, y hay equipos que a pesar de no jugar en Europa tienen mucha calidad y mucha profundidad. Es una de las razones por las que quería venir, para jugar contra estos equipos cada día”, argumenta Jake Cohen.

Dentro del equipo santiagués sí ha habido alguna noticia inesperada. “No creo que sea el único sorprendido con Biru. No sabía qué esperar porque no lo había visto jugar antes, pero es excelente. Tampoco había visto a Kassius y me impresionó con su habilidad, su talento y su inteligencia. Son los dos que se me vienen a la mente pero puedo decir lo mismo de otros jugadores”, subraya.

Cohen viajará la próxima semana a Valencia al ser convocado por Israel para enfrentarse a España y a Polonia, pero aún no piensa en lo que le aguarda con su combinado nacional. Antes, opta por centrarse en el Burgos.