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aquellos maravillosos aros (116) > 1994. Base del Joventut que gana Ligas y la Copa de Europa en los años 90, sumó 21 años de ACB // La erre de su nombre sale de ‘regular’ , de buen rendimiento diesel

Rafa Jofresa, baloncesto y orquesta

  • 02 nov 2020 / 01:00
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La familia Jofresa tuvo por hijos una declaración de paz y un terremoto. Rafa y Tomás. El mayor de los dos, sintonizó con la caligrafía de bases como Corbalán y Creus, la del nosotros antes que el yo, la de... mejor una orquesta que tres tenores.

Rafa Jofresa no hacía ruido ni tirando petardos y hubo excepción.

El 12 de octubre de 1991, no juega Villacampa y frente a un CAI Zaragoza fortísimo (los Arcega, Andreu, Bosch, Aldama....) gana el Joventut con 30 puntos suyos, el techo anotador de sus 21 años ACB.

Virgo del 2 de septiembre de 1966, hijo de Barcelona, se cría en la cantera badalonesa, por una lado garantía de aprendizaje; por otro, candidatura a una oposición de base tan poblada como las opos de la Xunta.

A los 17 años, debuta en la élite del curso 1983-1984. En la Penya, López Abril pide relevo y el zagal rubiales se perfila como recambio en una plantilla con Jiménez, Montero, Villacampa y Antón Soler, todos nacidos de 1962 a 1966. Entrena, Aíto.

Al siguiente curso, llega el triple. Mientras muchos apenas entrenan el tiro de 6,25 m. (tras la temporada 2012/13, de 6.75 m.), Rafa ya tiene un 35% de eficacia que estira al 40% en su siguiente temporada.

Rápido sin ser alocado, desde su 1,83 m., hace sus 8 o 9 puntos y logra más rebotes que asistencias. Organiza a su equipo más allá del pase de canasta. Buen gerente de bolas (recupera tantas como pierde), es parte del vendaval badalonés que gana simpatías a mares. Logran dos Ligas (1990-91 y 1991-92) y una Copa de Europa en 1994 pero debieron ser dos si Djordevic se hubiera pillado los dedos en las puertas de la justicia en la final de 1992 (¿por qué nadie le hizo falta, Lolo Sainz?).

Carpanta de minutos, de incansable trote y gusto por las muñequeras, fue setenta y pico veces internacional sin encajar del todo en los gustos de Díaz-Miguel.

Rafa, con erre de... regular, de diesel que no necesita para repostar otra cosa que trabajo y seriedad, dejó un día la isla verdinegra para defender la casa vecina, la del Barça.

Dos años allí, otro en Girona y... vuelta a la Penya. El siglo XXI atizaba al club canterano, perdido en mitad de la tabla y nada como una buen veterano para restaurar los cimientos que eleven al nuevo talento, como Raül López, el genio de cristal, el otro rubio de la Penya (lo roba el Madrid en 2000), a quién la salud se le fue cayendo como arena entre las manos, grano a grano, año a a año, cuando ya tenía camiseta y contrato NBA.

Suplente de Carles Marco en el curso 2002-2003, a Rafa Jofresa no le renuevan y acepta una oferta del Casademont Girona, etapa que astillan las lesiones. Se retira con 37 años y hoy es vicepresidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales (ABP), silente, que para ruido está el presi Alfonso Reyes.

Collins: “Completo, inteligente y elegante”

ENCUESTA Tim Shea, entrenador estadounidense que igual llevó al Atlético de Madrid, que al OAR Ferrol, Caixa Ourense, Breogán Lugo u Obradoiro, aparte de trabajar para franquicias de la NBA, da esta respuesta en una encuesta online lanzada por esta sección para analizar el juego de Rafa Jofresa: “Era el más listo de la clase, rápido y con buen cambio de dirección y además buen tiro, incluso a distancia”. Pepe Collins, exjugador del Obra, añade: “Era completo, inteligente y elegante... el sucesor de Corbalán”. Y Mikel Cuadra, en su día alero muy anotador en Baskonia, Askatuak o León, resume así su visión del as badalonés: “Clase, puntería y dominio del juego. Un lujo y además un amigo”. Junto a Jordi Villacampa y Matraco Margall, Rafa Jofresa es de los pocos mitos del Joventut que tiene retirada su camiseta. Antes, en 2006, fue objeto de un triangular amistoso como homenaje con reconocomiento de instituciones como la Generalitat, el Ajuntament de Badalona, la ACB, la ABP, la Federació Catalana y de los clubs de su carrera (Joventut, Barça y Girona) donde transcurrieron los 21 años de la carrera de este sólido base. Ese día reveló que aparte de sus 21 temporadas al máximo nivel hasta sumar 758 partidos y 18.103 minutos, con promedios de 23,9 minutos, 8,3 puntos, 2 asistencias y 1,3 recuperaciones, al final, queda mucho más. Por cierto: ¿a cuántos jugadores y jugadoras se les debe un partido de homenaje similar en Galicia? Quizá nos convenga reflexionarlo.

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