Las cuentas no fallan
este duelo es crucial para las aspiraciones de los seis equipos que siguen luchando por evitar el descenso. Si el Monbus Obradoiro se hace con la victoria en este encuentro, certificará de forma matemática su presencia en Liga Endesa la próxima temporada. Desde el punto de vista del rival, el Estudiantes es el equipo con menos partidos pendientes, tan solo dos. A los colegiales solamente les vale ganar, dependiendo también de resultados de terceros, especialmente del Bilbao Basket.
Hace tan solo dos meses que se enfrentaron, cayendo el triunfo para el cuadro madrileño que llevaba la misma racha de derrotas que en la actualidad, siete. Un dato que es mera coincidencia debido a las situaciones tan opuestas en las que se encuentran. La plantilla de Jota Cuspinera está corta de efectivos. Avramovic y Delgado, sus principales jugadores, sufren problemas físicos que les impiden rendir en su mejor versión; además de las cuatro bajas ya confirmadas en Jackson, Giedraitis, Roberson y Vicedo.
Las esperanzas están en el fichaje de urgencia, Zeljko Sakic: un pívot veterano con buena mano exterior que ayudará mucho en tareas reboteadoras y buen ojo repartiendo asistencias. Además llega en buena forma tras terminar de competir en la liga rusa y cuenta con experiencia en España, donde militó en las filas de Manresa hace seis temporadas. Gran parte de su esquema táctico se basa en el bloqueo directo, con alternativas en transición rápida o encadenando acciones para aislar una ventaja en dos contra dos lateral. No castigan mucho con balón interior, pero su faceta reboteadora es vital. La dominan con creces y sacan más de 12 posesiones extra por encuentro.
La defensa siempre fue su asignatura pendiente. No tanto en puntos encajados totales, pero sí en las lecturas de bloqueo que a menudo producen desajustes físicos con canastas bajo los tableros o tiros de tres totalmente liberados. Han buscado reducir esos fallos implementando el uso de las zonas con mayor frecuencia.
Por otro lado, el equipo gallego está en plena forma. En el duelo contra el Barcelona se vio una gran versión de su juego donde solamente los bajos porcentajes de tiro impidieron el triunfo. Sus alternancias defensivas y la reducción de las pérdidas han logrado ser más consistentes durante los cuarenta minutos. Ahí residirá la clave para lograr esa ansiada victoria.