Las estrellas van cumpliendo años
SOMOS MUY dados a extremismos, tanto para lo bueno como para lo malo y este deporte llamado fútbol se presta a que se catalogue y objetive así, con extremismos y cambios.
En la selección pasamos del derrotismo contra Suiza al desborde contra Alemania. Gol sí, gol no y lo mismo sucede en la liga. En España los puestos de delantero están ocupados por jugadores extranjeros y luego queremos gol en la selección.
En muchos equipos, con el cambio de entrenador, se busca una victoria segura y las cosas no son así. La preparación de los técnicos es cada día mejor e iguala las cosas, por tanto, veremos igualdad en todos los campeonatos y muchos resultados sorpresa. Cada vez los relevos surten menos efectos, véase a muchos clubs de nuestra liga y concordarán con mi opinión. Estos cambios suelen ser apresurados, impulsivos y sin mucho análisis.
En los últimos tiempos el dicho falla, en varios equipos hay entrenador nuevo, pero no aparece la victoria. Hay muchos factores que influyen en el rendimiento individual y esto, traspasado al colectivo, se transforma en un mundo de complejidad. En Segunda B y Tercera hay un grupo de entrenadores forjados en la dificultad, que superan a cualquiera en el manejo de un equipo.
Todos, desde afuera, pensamos que lo haríamos mejor, pero este juego tiene mucho de incertidumbre. Va más allá del estado de ánimo, la formación y experiencia dicen mucho. Se buscan movimientos de mejora, muchas veces sin un análisis profundo de la situación y de las posibilidades de la entidad y de los planteles.
El contexto, el entorno, la dirección deportiva, la directiva y las relaciones humanas (familia, compañeros, directivos, prensa) influyen en el estado de ánimo y éste en el rendimiento de los deportistas. Las luchas por el poder, por los intereses y el protagonismo en el Barcelona, dejan a Messi descorazonado, descreído, cabizbajo y a la entidad sin gobierno. También da que hablar la situación de Sergio Ramos y su renovación en el Madrid. Mucho se habla y nada es para siempre, aunque ambos habían jurado amor eterno a los colores. Las estrellas cumplen años, bajando eficacia y deseamos que eso no suceda, siendo natural.
Los tertulianos y columnistas se apresuran a poner en cuestión cada situación, cada momento del juego, cada actuación de los jugadores, en especial a los más significativos y también la marcha de los equipos. Aquí hay intereses partidistas, según victoria o derrota. Cuesta asumir la realidad, pero sólo uno puede salir campeón y otros tienen que ser los últimos; entremedias, hay muchas actuaciones exitosas, sin reconocimiento ni premio externo.
Desde la aparición del fútbol profesional en 1926, la hegemonía de los equipos cambia mucho a nivel regional y autonómico y poco a nivel nacional, dónde Madrid y Barcelona acaparan casi todos los títulos. Que aparezcan alternativas, que no gane el nombre y la historia es bueno para el fútbol. Aplaudimos las que están surgiendo en todas las categorías. Ello mueve plantillas, banquillos y da juego a muchos, así no hay aburrimiento, ni monotonía, ni pausa.