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El entrenador ferrolano dirige al único equipo del baloncesto que ha retomado los entrenamientos en Portugal // Los recursos, la profesionalidad y el rigor de un club emblema en Europa ‘garantizan’ la seguridad // Tras dos semanas aún trabajan de forma individual y sin contacto TEXTO Cristina Guillén

Moncho López, al frente de un Oporto que ‘reta’ al covid

  • 23 may 2020 / 22:32
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No quiere medallas por ser el más rápido, ni colgarse galones por ser el más valiente, pero sí es cierto que cuando tienes a tu disposición la profesionalidad, los medios, los recursos, las instalaciones y hasta la predisposición de uno de los grandes clubes del continente, la diligencia y la osadía son parte de la exigencia. El FC Porto es el único equipo profesional del baloncesto portugués que ha retomado los entrenamientos tras el parón competitivo a causa de la covid-19, y al frente de esta nueva etapa, de la llamada nueva normalidad, al igual que lo ha hecho en los últimos 11 años de la historia de la entidad, el ferrolano Moncho López sella cada avance con el rigor, la minuciosidad y la competencia que siempre lo han caracterizado.

“Si había un club capaz de hacer esto era el nuestro porque hay mucho profesionales de la medicina trabajando para nosotros y la interacción entre ese equipo médico y los técnicos es permanente. Las medidas de seguridad son máximas. Sabemos que estamos en una situación difícil porque puede pasar algo, pero las medidas son muy buenas”, enfatiza el entrenador gallego.

Describe Moncho López cómo se decidió dar el paso y retomar una actividad que ningún club de la Liga Portuguesa se planteó teniendo en cuenta además que la competición está cancelada: “Lo primero que pensaron es ‘no podemos estar tantos meses inactivos, no se puede, es un error’, aunque luego obviamente también está el querer demostrar a la sociedad que había que intentar volver a la normalidad”. “A mí la decisión se me transmite desde arriba. Se nos mantiene informados en todo momento de lo que se está estudiando y con el médico hablo casi todos los días en el periodo de confinamiento. Él va recibiendo todo nuestro trabajo tanto el audiovisual como el que realiza el preparador físico que hizo sesiones online y encuentros, porque en Portugal se permitía correr en horas tempranas”, detalla y añade: “Le vamos dando esta información y él nos va construyendo la idea de que vamos a volver”.

Paso a paso. El FC Porto acaba de cerrar su segunda semana con trabajo aún individual, pero la próxima ya lo harán en grupos reducidos. “Empezamos en grupos de dos solos en el pabellón. Solo un jugador en cada canasta, sin contacto, sin cruzarse, pero esta semana dimos un pasito más y aunque sigue sin haber contacto, sin tocar el balón del otro, ya vamos de una canasta a la otra”, explica. “Ahora nuestra intención es llegar a grupos de 4 con alguna limitación de contacto. Hay ejercicios en los que pueden interactuar en el mismo espacio sin oposición, sin defenderse, como ejercicios de pase, de tiro, de fundamentos, imagino que 2x0 y 3x0 pero sin contacto y vamos a ver de momento, quizás estemos así 2 o 3 semanas más antes de ir a grupos de 6 y ahí sí ya nos atreveremos a hacer otras cosas”, reitera.

En su caso no ha habido test. Su protocolo es diferente al del fútbol. “Tanto yo como todo el equipo tenemos una aplicación en el móvil en la que tenemos que entrar y responder todos los días a una serie de preguntas sobre temas del covid. Tengo que tomarme la temperatura, ponerla y eso lo recibe mi médico inmediatamente. Luego completamos un cuestionario sobre si tienes dolor de barriga, de cabeza, mucosidad... y si él ve cualquier síntoma que le genere dudas esa persona se queda en casa”, indica Moncho López que continúa: “Esta semana un jugador se quedó en su casa porque le dolía un poco la cabeza y el médico estuvo con él y parece que al chaval le afectó el sol durante un paseo. No era más que una jaqueca pero ese día no se entrenó”. También al llegar al pabellón del Dragão en la puerta se les vuelve a medir la temperatura y ya dentro “hay como un circuito donde se entra y no me cruzo con nadie, siempre con mascarilla, me obligan a cambiar de calzado antes de entrar en la pista y estamos con medidas geniales”. “Pero no nos han hecho el test. Si alguno de nosotros diese síntomas de coronavirus se le haría a él y al resto”, subraya.

Sin dudas. No ha habido controversia en el seno del plantel sobre la idoneidad de retomar los entrenamientos. Moncho López trabaja incluso con cuatro de sus jugadores foráneos (tres americanos y un serbio). “Están bien. No tienen dudas porque ya llevan años con nosotros y dicen que están más seguros aquí que en los aeropuertos, viajando”, asiente el técnico al tiempo que apunta que de los cuatro jugadores que decidieron irse tres acaban contrato y uno tiene niños pequeños y además está lesionado así que realiza trabajo de recuperación.

Porque el caso del FC Porto no es como el de los clubes españoles de la Liga Endesa, que se preparan para un posible regreso de la competición con unas eliminatorias por el título entre los 12 primeros clasificados, sino que su torneo ya ha bajado el telón hasta dentro de 5 meses. “Nos estamos preparando para que la inactividad no nos pase factura en el futuro. Vamos a trabajar hasta finales de junio y luego vamos a dar un tiempo de vacaciones. La pretemporada empieza en agosto, no sabemos si la primera o segunda semana todavía porque tampoco sabemos cuándo empieza la Liga”, asume el ferrolano.

Envidia sana. Y, ¿cómo ha sido la respuesta del resto de los clubes de la Liga lusa? “Se ve con envidia sana incluso por parte de otros deportes y no se ve como una locura ni un disparate. Hay mucha credibilidad en nuestro club y nadie en Portugal está cuestionando lo que estamos haciendo”, entiende Moncho López.

“Yo sé que puede pasar algo. A lo mejor dentro de una semana o dos se detecta algún caso y seguro habrá alguna voz crítica, pero me siento más seguro entrenando en el pabellón con mis jugadores que cuando voy al supermercado y tengo que ir. Tengo más medidas de seguridad aquí y se ve como algo nuevo y creo que vamos a ser un referente para otros clubes y otros deportes”, apostilla y añade: “Ha tenido eco en los medios de comunicación y creo que es bueno porque también han llamado chavales de la cantera, padres, y se generó una motivación buena a nivel social”.

Por eso el deseo es continuar esta normalidad recuperando también el trabajo para los más pequeños: “Queremos hacerlo pero por ahora aún no. No tenemos autorización, aunque la responsable de la cantera está trabajando en ello. Nos planteamos trabajar al aire libre porque hay posibilidad en la ciudad”. “Los estudiantes de 11.º y 12.º curso (17 y 18 años) han vuelto el lunes al colegio y vamos a ver si podemos hacer algo con los de esas edades”, ansía el técnico del equipo luso que reitera: “Tenemos que salvar al deporte. Si no vamos a retroceder décadas y el deporte es necesario”.

Extraña que no haya interés en España sobre este trabajo. “De alguien preguntando cómo lo estamos haciendo, que le describiese el plan, no”, lamenta Moncho López que reconoce que “aún hay muchos prejuicios hacia Portugal”.

“La gente está aún cerrada en sí misma. La ACB es un poco endogámica también, pero creo que podríamos ser un buen ejemplo para muchos. Mis ayudantes y yo podemos escribir un manual de cómo entrenar durante el covid porque estamos buscando ejercicios de todo tipo y somos muy creativos”, considera. “No creo que lo hagamos mejor que nadie pero estamos siendo pioneros en muchos aspectos”, enfatiza Moncho López.

“Estoy muy orgulloso de pertenecer al deporte portugués”

Se habla del milagro luso porque ha sido uno de los países que mejor ha gestionado una pandemia que ha sacado los colores a los gobiernos de más de medio mundo, pero lo cierto es que son infinitas las razones que hacen de Portugal un lugar de referencia. “Estoy muy orgulloso de Portugal, de pertenecer al deporte portugués, pues aunque lo que más repercusión tiene es el fútbol, ya que sin duda sus entrenadores son elite mundial y su selección es campeona de Europa, aquí la gente está muy preparada”, subraya Moncho López. “El comportamiento de la sociedad es ejemplar. Han pasado por una crisis económica brutal, se han apretado el cinturón y han salido adelante, es un país con una riqueza cultural enorme. Han sido durante años muy desconocidos, por los menos por los españoles, y realmente tiene mucho que ofrecer”, añade el entrenador, que se declara feliz en Oporto. “Es un gran país para vivir, desarrollarte, trabajar y educar hijos. A nivel de Sanidad está muy bien. Es un país de primera división europea”, reitera. “A mí desde el primer día me dice la gente ‘ojalá tengas suerte y puedas volver pronto a entrenar en España’ y yo les dijo ’ojalá tenga suerte y me renueven muchos años aquí’”, sentencia.

Son ya once años dentro del “club que todo aficionado querría tener”
El gallego, a punto de rubricar su renovación por dos temporadas más, suma 15 títulos con los ‘dragones’

Mientras en la Liga Endesa se destaca por inusual la longevidad de Pablo Laso y de Moncho Fernández -su alumno, su amigo- al frente del Real Madrid y del Obra (con 8 y 9 temporadas, respectivamente), Moncho López les supera con 11 ya en el FC Porto. A punto de rubricar su renovación por dos cursos más y tras sumar hasta 15 títulos (2 Ligas LPB -1.ª División-, 2 Ligas Proliga -2.ª División-, 3 Supercopas, 3 Copas de Portugal, 3 Copas de la Liga y 2 Copas António Pratas -Torneo oficial de inicio de temporada-), el gallego se considera feliz en Portugal y en un club donde dispone de unas “condiciones de trabajo inmejorables”.

“Este es un club muy de entrenadores. Me han demostrado que ven más allá de los resultados, que los hubo en mi caso muy buenos también, pero valorizan mucho el compromiso con la entidad, la actitud profesional y hay un dato que juega muy a muy favor, y es que en el momento en el que la entidad decide, en 2012, suspender el equipo profesional y hacer un proyecto de cantera, aunque yo puedo salir, ellos quieren que me quede y lo hago”, relata el ferrolano, ex seleccionador de España en la campaña 2002/03, así como de Portugal y de Angola. “En ese momento entrené a los sub-20, a los sub-16, sub-14, hice una temporada también solo trabajo de coordinación, y todo eso llevó a que me ganase su aprecio. De hecho, mi presidente Pinto da Costa, públicamente dijo que era un ‘entrenador de la casa’ y eso tiene mucho valor teniendo en cuenta la idiosincrasia de los clubes portugueses y viniendo de un presidente que es una autoridad mundial, un líder”, explica y añade: “Él construyó un Oporto que es el club que todo aficionado quiere tener, que gana competiciones internacionales, que se reinventa cada año, un club ecléptico, que en España ya no hay tantos, con natación de elite, balonmano, hockey, hasta billar, donde somos líderes en el mundo”.

Gente del deporte Basta un recorrido por el fastuoso museo que alberga el Estádio do Dragão para asimilar la grandeza de esta entidad y de sus dirigentes, referentes dentro y fuera de sus fronteras. Así lo suscribe Moncho López: “Son directivos que están súper preparados, conocen mucho al deporte. El que es responsable directo del básquet, por ejemplo, no es un hombre de baloncesto, es un tío que es campeón del mundo del hockey como entrenador y campeón europeo como jugador, es una leyenda, que conoce el deporte de alto rendimiento muy bien y eso ayuda”.

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