El AVE de Aznar
El jefe de estado y Rey, Felipe Sexto, inauguró el lunes el AVE de Madrid a Ourense, en un viaje de cuatro horas y 42 euros del precio del billete.
Fue un día histórico pues el AVE a Galicia se gestó en el Parlamento Gallego en 1995 y Aznar en el 2000 se interesó por la alta velocidad hasta Zamora.
Hubo que esperar más de 21 años con gobiernos de todos los colores para que la alta velocidad llegase a A Gudiña y a Ourense. Hecha la conexión Ourense-Santiago, resta vertebrar la bifurcación a Lugo, donde está prevista una estación intermodal, Ferrol, A Coruña y Vigo. El AVE gallego tiene sus raíces en el plan Galicia tras la catástrofe del ‘Prestige’ en el 2002.
La alta velocidad cicatriza una injusticia con el noroeste peninsular, siempre lejano para el centro de España.
El AVE se ofrece como una poderosa alternativa al avión, que requiere dos horas de embarque y tiene un precio más alto salvo gangas de vuelos “low cost”. La Galicia que sufrió el ‘Prestige’ y su chapapote en las costas gallegas puede brindar hoy por un acercamiento al centro de España en un “hito histórico” que promete ventura en 2022 cuando se celebrará el segundo año Xacobeo y Galicia será un destino obligado para los amantes de la cultura y la espiritualidad. Con el museo del Prado a cuatro horas, con un ahorro de tiempo de 88 minutos, cualquier gallego se puede plantear ir a comer las uvas a la puerta del Sol.