Un lugar seguro

en psicología hay un término conocido como lugar refugio. Es un espacio agradable para el paciente, que le permitirá resguadarse del dolor y la angustia cuando vienen mal dadas. Mi lugar seguro está en una cala de Mallorca, con el mar verde esmeralda y la temperatura agradable. Este artículo pretende relacionar el lugar refugio de la Psicología con el lugar ameno de la Literatura del Siglo de Oro y posterior del XIX y XX. En Filología lugar ameno es áquel donde corre y suena el agua, cantan los pájaros y hay arboleda y verde.

Hay lugares amenos en el Quijote, cuando Rocinante se enamora en un paisaje que invita al amor. Más actual es la figura del seminarista tentado por el amor en `La saga/fuga de J.B.’, de Torrente Ballester’. El autor ferrolano también lo incluye en ´El Don Juan’. Valle echa mano del lugar ameno en su ´Sonata de primavera’ cuando el galán quiere seducir a una novicia, de la que dice: “Manos diáfanas como la hostia”.