Gallegos Premiados 2005
MARZO 2005

El científico José Mora, Gallego del Mes

  • 07 dic 2020 / 22:51
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Reconocido docente e investigador a nivel nacional e internacional, el catedrático de Biología Animal de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) José Mora Bermúdez ha sido elegido como Gallego del Mes de Marzo por las redacciones de EL CORREO GALLEGO, Galicia Hoxe y la emisora Radio Obradoiro.

Mora viajó el pasado enero a la Antártida, acompañado por otros tres doctores en Biología: Mariano Lastra, Manuel García y Dori Sánchez, donde sobrevivieron a las condiciones extremas del continente helado con el propósito de estudiar la fauna que vive en los sedimentos de las playas antárticas durante el verano austral, eso sí, a temperaturas de hasta veinte grados bajo cero.

Su afán por ampliar conocimientos y su entrega al desarrollo de la ciencia le llevarán además el próximo año a continuar sus estudios en el estrecho de Magallanes. Mora confía en que este proyecto "no se trunque" y poder cerrar así los trabajos en este campo en todas las latitudes del planeta.

Con esta distinción personalizada en el doctor José Mora, el Grupo Correo Gallego quiere reconocer la importancia de la labor científica e investigadora desarrollada en Galicia, que en casos como éste los trabajos se sitúan al más alto nivel.

La trayectoria de este catedrático especializado en el estudio de la fauna oceánica e implicado directamente en la investigación de accidentes de petroleros ya representa en sí misma un aval que le hace merecedor de nuestro galardón.

José Mora se mostró "encantado" de recibir el reconocimiento, que agradece "en el alma".

Especialidad en París

José Mora Bermúdez nació en Santiago de Compostela hace cincuenta y seis años. Estudió Biología en Santiago y tras obtener el grado de licenciado, en 1974, se especializó en el estudio de la fauna de los fondos móviles marinos en la Estación de Roscoff (Universidad de París VI). Dos años después regresa a Compostela y alcanza el grado de doctor en 1980. Hoy es catedrático de Biología Animal.

Mora Bermúdez cuenta con más de sesenta publicaciones científicas, una veintena internacionales. Participó en ocho proyectos de investigación financiados y otros tantos contratos con empresas y administraciones, y dirigió ocho tesis. En la actualidad, el catedrático compostelano está inmerso en el proyecto de investigación Los gradientes de diversidad biológica en los substratos móviles intermareales antárticos: conexiones entre las comunidades antárticas y subantárticas.

La iniciativa, que le llevó el pasado enero a la Antártida, está financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y se puso en marcha en invierno del año 2003. Ahora están pendientes de realizar las investigaciones subantárticas en el próximo invierno, tras finalizar en febrero de 2005 la toma de muestras antárticas en las islas Livingston y Decepción. Las experiencias vividas ya permiten transmitir nuevos datos de zonación, abundancia y diversidad de fauna antártica, en las playas y aledaños permanentemente sumergidos de las islas Shettland del Sur.

Mora Bermúdez no sólo investiga lo que sucede en el Polo Sur. En su haber hay numerosos estudios sobre las rías gallegas. Por ejemplo, a comienzos de los 80 analizó la contaminación de la ría de Pontevedra. Posteriormente, también estudió el caso de la ría de Ares y Betanzos, un trabajo que le sirvió luego para analizar la contaminación que sufrió la zona tras el accidente del Mar Egeo.

Una vivencia "impresionante"

El profesor José Mora reconoce que su afán investigador le ha conducido a vivir una experiencia "impresionante" en el continente helado. En el mes y medio en el que "sobrevivimos" en una duras condiciones, recuerda Mora, "no tuvimos ningún accidente", algo que no hubiese sido "anormal", ya que es fácil que "el hielo pudiera haber quebrado la zódiac mientras recogíamos muestras" y teniendo en cuenta las temperaturas de las aguas el percance pudiera haber ocasionado "un disgusto".

De regreso a casa, el catedrático de Biología Animal destaca que en su paso por las bases españolas en la Antártida, en las islas Livingston y Decepción, pudo disfrutar de ratos de ocio junto a las ballenas, pingüinos, focas y lobos, y elefantes marinos, que no tuvieron problema alguno para convivir con los aventureros científicos gallegos. "La tranquilidad y la belleza de un mundo desconocido", en palabras del profesor Mora, son reclamos más que suficientes para movilizar a un científico hasta el Polo Sur para ampliar conocimientos.

La entrega a la investigación, sumada al espíritu aventurero del Gallego del Mes de Marzo, harán que en poco tiempo inicie una nueva singladura por América del Sur, donde proseguirá sus estudios sobre fauna intermareal, "la que queda donde ponemos las toallas en la playa entre marea y marea", bromea el doctor.

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