Gallegos Premiados 2016

Carmen Colmeiro porta el altruismo de Cruz Roja al selecto club Gallegos del Año

Aristócrata de corazón -es la condesa de Pardo Bazán- lleva 45 años siendo voluntaria en activo de la institución humanitaria// Presidenta autonómica desde 1993, el don de la cooperación es innato a su familia// Uno de sus lemas: 'Galicia, ante todo'

  • 07 dic 2020 / 07:30
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Vitalista, enérgica, directa, trabajadora, valiente, sorteadora de obstáculos y, sobre todo, poseedora de un gran espíritu altruista, y aristócrata de corazón.

Carmen Colmeiro Rojo, condesa de Pardo Bazán, lleva cuarenta y cinco años siendo voluntaria en activo de la institución ­humanitaria Cruz Roja y, desde 1993 es su ­presidenta autonómica. Incansable y con ­madera de líder, seguirá al frente hasta, por lo menos, el año 2019, pues esa ha sido la ­voluntad de sus socios en las elecciones celebradas el pasado año.

El don de la cooperación, de la gestión y brindar la ayuda a quien lo necesita lo lleva en su ADN. Motivos más que suficientes para que las redacciones del Grupo Correo Gallego hayan tomado la decisión de distinguirla, por unanimidad, como miembro del selecto club Gallegos del Año.

En su familia, la célebre escritora y adelantada a su época doña Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851-Madrid, 1921) ya pertenecía a Cruz Roja.

"De hecho, parte del legado que dejó a su hija, Blanca Quiroga, fue a parar a Cruz Roja, a la iglesia de Santiago, a la iglesia de la Colegiata y al Arzobispado de Santiago. Esto debe de ser una cosa que tenemos hereditaria, porque mi padre, que era ginecólogo, siempre estuvo vinculado al hospital de Cruz Roja en Vigo, donde yo di a luz a mis cuatro hijos".

Quiroga murió sin dejar herederos y le sucedió en el título "mi padre, José Carlos Colmeiro", porque "la abuela de Pardo Bazán y la ­bisabuela de mi padre eran la misma persona".

Enfermera de profesión, llegó a la institución de la mano del abogado Raimundo Riestra, "que era muy amigo de la familia".

Incluso "con el otorrino Juan Latorre, que también era voluntario, sacábamos las amígdalas a los niños gitanos del barrio. Ahí empecé yo", cuenta en la sede de Cruz Roja en A Coruña, "un edificio, donación del Ayuntamiento, que se arregló y se hizo en 1982 con 82 millones de pesetas del legado de Pardo Bazán".

Pionera en la construcción de la Escuela de ­Formación Profesional de Cruz Roja, Colmeiro se marca como reto crucial de hoy "las necesidades que tiene la gente", como la teleasistencia, donde colabora la Xunta.

"Las nuevas tecnologías en teleasistencia las hemos presentado recientemente en la empresa gallega Televés. Esto me hace mucha ilusión", porque "para mí, Galicia, ante todo", asegura.

Nombrar a Televés implica recordar a la gran benefactora Chocha Bescansa, quien fue presidenta de Cruz Roja Santiago y esposa de Ricardo Bescansa, uno de los fundadores de la citada firma, dedicada a la investigación, diseño, ­fabricación y comercialización de equipos de telecomunicaciones.


RETOS. Acción social, cooperación internacional, formación, salud, medioambiente, emergencias, refugiados, infancia, abuelos... "Nosotros tenemos siempre nuestra mente dándole vueltas al asunto", porque Colmeiro asume el cargo las 24 horas. "Yo para figurante no valgo", enfatiza.

Y es que "yo trabajé 17 años en un quirófano en el sanatorio Modelo, y otros 16 años como directora de la Residencia de Caixa ­Galicia en A Coruña. Yo tengo mucho bagaje y conozco a la gente porque me gusta ­hablar con ella".

Orgullosa de su familia y de sus 58 años de matrimonio -"somos una piña", afirma-, doña Carmen no presume de título nobiliario, es más, "para mí es un orgullo ser la condesa de Pardo Bazán, pero mira, esto no te lleva a ningún lado, a pesar de que alguna vez te puede abrir alguna puerta en un momento dado. Porque eso no te hace mejor persona, pero sí si te conviertes en voluntario de Cruz Roja".

Uno de los momentos delicados e incluso emotivos de nuestra conversación fue cuando sobrevolamos el Pazo de Meirás: "Cada vez que voy al Pazo de Meirás se me cae el alma a los pies". Y es que allí continúan unos 6.000 volúmenes de la biblioteca de doña Emilia.

Para que el lector se sitúe, dicho inmueble lo vendió la ilustre escritora a la Deputación da Coruña y a Pedro Barrié de la Maza, quienes a su vez se lo regalaron a Francisco Franco, con la salvedad de que la biblioteca se conservase en la Real Academia Galega.

Por otro lado, y regresando a su cargo de presidenta, por la que no percibe ningún tipo de remuneración económica, entiende y defiende como nadie la labor de quien ayuda al prójimo: "La solidaridad no entiende de sexos. A los voluntarios no les debes exigir nada, tienes que agradecerles todo".

Seguramente, por mantener esa filosofía, hoy Cruz Roja cuenta con 1.100.000 socios en España y, de ellos, 62.000 pertenecen a nuestra comunidad.

origen del símbolo, un homenaje al suizo dunant

••• El nacimiento de Cruz Roja surge de la mente del comerciante ginebrino Henry Dunant, a quien le tocó padecer los crueles combates que sucedieron en Europa, tras la Batalla de Solferino, en 1859. En ella, miles de personas fallecieron sin recibir atención sanitaria. Motivado por esta injusticia, Dunant organizó una acción de socorro, junto a los médicos y mujeres de la provincia italiana de Castiglione, en donde se improvisó en una iglesia un hospital de campaña en el que fueron atendidas las víctimas de la guerra sin discriminación.

••• Cruz Roja Internacional "actuó formalmente como resultado de la Conferencia Internacional de Ginebra, en 1863, donde se escogió un símbolo idéntico para todos los países: una bandera con campo blanco y una cruz roja en el centro, inversión del pabellón suizo, en homenaje a la nacionalidad de Dunant".

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