Abuelas, madres
e hijas, mucho
que aportar

Quiero felicitar a EL CORREO GALLEGO por un año más visibilizar a las mujeres este 25 de julio, en el Día grande de Galicia, una tierra en la que las abuelas, madres e hijas han tenido, tienen y tendrán mucho que decir y aportar. Mujeres como Rosalía de Castro, Emilia Pardo Bazán, Concepción Arenal, María Pita o Isabel Zendal son sólo unos pocos ejemplos de las mujeres gallegas que han tenido un papel protagonista en la historia, sirviendo de inspiración para nuestra generación actual y las venideras.

El cambio en el papel de la mujer en la economía, las empresas, la política y la sociedad es, sin duda, uno de los grandes logros de estos más de 40 años de democracia nuestro país, que se ha posicionado entre los que lideran claramente la igualdad de género en el mundo. Se ha ido cerrando la brecha de actividad, ocupación y salarial y las mujeres hemos aumentado nuestra participación en los puestos directivos y órganos de administración de las empresas.

Para no hablar de la participación en el ámbito político, ilustrada por el hecho de que España tenga tres vicepresidentas en el gobierno y se posicione entre los países más avanzados en este terreno, sólo por detrás de Suecia, Dinamarca y Finlandia en muchos rankings.

La igualdad de género ha estado en el centro de las políticas públicas desde 2018, con resultados ya visibles, pese a las dificultades derivadas de la pandemia y ahora del injustificado ataque de Rusia a Ucrania. La equiparación total de las prestaciones por maternidad y paternidad en 16 semanas, las reformas orientadas a garantizar la igualdad retributiva en las empresas y el entorno laboral, el aumento de la escolarización de 0-3 años, el incremento del Salario Mínimo Interprofesional en más de un 30% en los últimos tres años, hasta los 1.000 euros, el alza de las pensiones mínimas y de viudedad o el ingreso mínimo vital, son medidas que benefician en mayor medida a las mujeres.

Como sucede también con la reforma laboral, que está mejorando las condiciones de trabajo, sobre todo de jóvenes y mujeres, con más empleo, más estable y de mayor calidad. Todo ello ha permitido una reducción importante de la brecha salarial, hasta el entorno del 16% en términos generales y del 6% en lo referido al trabajo a tiempo completo, situándose España por debajo de otros grandes países europeos como Francia o Alemania.

Construyendo sobre la base de lo ya logrado, el Plan de Recuperación tiene la igualdad de género entre sus ejes transversales, junto a la transición ecológica y digital y la cohesión social y territorial. Ya se han lanzado numerosos programas de inversión y reformas específicamente destinadas a mejorar la formación y capacitación de las mujeres, para garantizar la igualdad de oportunidades en el ámbito de la ciencia y en la nueva economía digital, para profesionalizar la economía de los cuidados e impulsar el emprendimiento liderado por mujeres.

No podemos desaprovechar el enorme talento del 50% de la población, por justicia social y también por razones económicas, ya que numerosos estudios estiman que el PIB de España podría aumentar entre un 15% y un 18% si se cerrasen las brechas de género existentes. España es un país líder en todas las políticas de igualdad, con una sociedad muy sensibilizada en este sentido y las políticas públicas ya están dando sus frutos, pero queda camino por recorrer y es importante no perder el foco. Avanzando juntos, porque una sociedad más igualitaria es también más justa y ese es el camino del progreso.