El dolor viaja de Canadá a Galicia tras un siniestro fatal del ‘Villa de Pitanxo’
El hundimiento del pesquero marinense deja 10 muertos y 11 desaparecidos en aguas cercanas a Terranova // Por el momento, únicamente tres supervivientes: entre ellos el patrón y su sobrino
Entre pronunciada incertidumbre y un profundo pesar, Galicia recibió este martes las peores noticias que podían llegar desde el otro lado del Atlántico, donde a altas horas de la madrugada se producía el naufragio de la embarcación ‘Villa de Pitanxo’. Con 24 tripulantes y 50 metros de eslora, el pesquero de Marín desaparecía en aguas próximas a Canadá (a unos 450 kilómetros de Terranova), dando comienzo un intenso operativo de rescate mientras los medios y las familias de los desaparecidos se acercaban a la sede del Grupo Nores, compañía propietaria del navío cuyo hundimiento todavía no se ha achacado a una causa concreta.
Diez muertos, tres supervivientes y 11 marineros en paradero desconocido son las drásticas cifras que deja por ahora el siniestro, tragedia corroborada por el Centro Nacional de Coordinación de Salvamento en Madrid, que a las 5.24 horas de ayer recibía dos alertas automáticas del buque pontevedrés en el que viajaban a bordo 16 españoles (muchos de la zona de Cangas de Morrazo), cinco peruanos y tres ghaneses.
Tras intentar contactar “sin éxito” con el ‘Villa de Pitanxo’ para saber qué había sucedido, desde el CNCS movilizaron a dos pesqueros que se hallaban faenando en las proximidades al lugar de la emergencia, con el objetivo de dar con la mayor cantidad de vidas en el menor tiempo posible. Partían al auxilio el también gallego ‘Playa Menduiña Dos’ y el portugués ‘Novo Virgem da Barca’, barcos a los que posteriormente se sumarían una embarcación y un helicóptero de rescate canadienses.
A las 10:37 en Galicia (las 05:37 en Halifax) el ‘Playa de Menduiña Dos’ avistaba una serie de balsas salvavidas en el agua y, al aproximarse, su tripulación vio a tres personas en una de ellas y cuatro cuerpos inertes en la zona. Según fuentes cercanas al naufragio, dos de los supervivientes son el patrón del buque marinense, Juan Costa Padín, así como su sobrino Enrique, que viajaba con él.
Tal como pudo conocerse a lo largo del pasado día y como confirmó la propia alcaldesa de Cangas, Victoria Portas, la esposa de Padín recibió la llamada de su marido a las 13.30. En la misma, realizada una vez fue salvado, este hombre natural del lugar de Dorrón, en la parroquia canguesa de Hío, afirmaba que estaba bien. “No te preocupes”, le indicó.
Poco después de esta información llegaba otra mucho peor. Ya en medio de la tarde, el ‘Playa de Menduiña Dos’ volvía a comunicar malas noticias. El pesquero gallego recuperó otros dos cadáveres en aguas cercanas a Canadá. Más tarde, las autoridades ratificaron haber encontrado a cuatro nuevos fallecidos.
EN SHOCK “HIPOTÉRMICO”. Como consecuencia del hundimiento, a falta de confirmación previsiblemente motivado por las malas condiciones climatológicas y el bravo oleaje, los tres hombres rescatados sufrían un “shock hipotérmico”. Así lo evidenció la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, que fue la primera en informar de la catástrofe. “La situación en las aguas de Terranova era muy mala y la temperatura del agua es terrible”, comentó en rueda de prensa.
En esta línea, otros 11 tripulantes permanecen desaparecidos y están siendo buscados. Desde el Joint Rescue Coordination Center (JRCC) Halifax --organismo responsable de la zona donde ocurrió la desgracia--, el teniente comandante Brian Owens señaló que además del helicóptero de rescate se movilizó un avión para asistir en estas labores de rastreo, si bien ambas aeronaves (vinculadas al Departamento de Defensa de Canadá) no encontraron restos del ‘Villa de Pitanxo’ por lo que todo apunta a que el pesquero gallego se habría hundido en su totalidad. En el área, según manifestó, predominaban “condiciones difíciles” con olas de cuatro metros de altura y visibilidad de sólo un cuarto de milla náutica (alrededor de 500 metros).
SE “DESCONOCEN LAS CAUSAS DEL HUNDIMIENTO”. Tras el hundimiento de la embarcación, propiedad del armador Manuel Nores, perteneciente a la cooperativa de armadores de Vigo (ARVI), su empresa, Pesquería Nores Marín S.L, emitió un comunicado indicando que los esfuerzos están centrados ahora en el rescate de los marineros del buque, del que de momento “se desconocen las causas” del naufragio.
“Queremos aprovechar esta oportunidad para darle las más expresivas gracias, en nombre de la empresa armadora y en el del colectivo del sector representado por esta cooperativa de armadores, por la atención y preocupación mostrada ante tan triste suceso”, manifestó al respecto su portavoz, Edelmiro Ulloa Alonso.
FEIJÓO: “Trabajar en el mar es siempre una heroicidad”. Ante la gravedad y trascendencia de los hechos, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se puso en contacto con la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el embajador de España en Canadá con el propósito de disponer de información continua sobre el hundimiento del marinense ‘Villa de Pitanxo’.
Según le confirmó este último, el mandatario gallego indicó entonces que eran siete los muertos en el naufragio. “Han aparecido siete personas muertas, tres vivos en una balsa y el resto están desaparecidos”, declaró el de Os Peares, destacando que tenía la cabeza “en las familias que probablemente han perdido a sus seres queridos”. “Trabajar en el mar es siempre una heroicidad”, señaló igualmente Núñez Feijóo.
Por su parte, desde la Consellería do Mar, su titular, Rosa Quintana, certificó que hay ocho gallegos entre los 24 tripulantes del barco (tres de Marín, otros tantos de Cangas, uno de Moaña y uno de Bueu) y envió un “abrazo de solidaridad” para las familias de todos los marineros, ante la “situación complicada” que están viviendo en estos momentos.
INQUIETUD, PREOCUPACIÓN Y CONDOLENCIAS EN TODA ESPAÑA. El presidente del Ejecutivo autonómico y la conselleira no fueron los únicos en mostrar su angustia en relación al siniestro acontecido en aguas canadienses. Desde el primer momento, tanto la Xunta como el resto de administraciones (estatal, provincial y local) evidenciaron estar pendientes de cómo evoluciona el caso y proporcionaron toda la información disponible a su alcance.
En este sentido se pronunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que indicó que su gabinete sigue “con inquietud y preocupación las tareas de búsqueda y rescate de la tripulación, por lo que “permanece en contacto continuo con los servicios de salvamento”, y transmitió todo su “cariño” a los familiares.
También tuvo palabras para los hechos acontecidos el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien expresó su “consternación” por el hundimiento, al igual que Feijóo, sobre las “terribles noticias” que llegaron de Canadá.
La misma “consternación” mostró la Diputación de Pontevedra, que en un comunicado expresó su pesar por este naufragio, “que viene a demostrar las durísimas condiciones de trabajo de la gente del mar”.
Desde el Ayuntamiento de Marín, su alcaldesa, María Ramallo, aseguró este martes sobre el hundimiento del ‘Villa de Pitanxo’ que no recuerda “una tragedia de tal magnitud” para la localidad pontevedresa.
“Es un día muy difícil”, dijo, comentando que este accidente “afecta” no solo a su municipio, en donde el barco tenía su puerto base, sino también a toda la comarca de O Morrazo, el lugar en el que residían muchos de los tripulantes.
Asimismo, el embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez Serrano, informó de que el cónsul general en Montreal viajaría a Terranova con el objetivo de asistir en las labores de búsqueda y rescate de los ocupantes del pesquero gallego.
No faltaron las condolencias del rey Felipe VI, que transmitió su solidaridad y todo el reconocimiento al sector y al colectivo de la pesca, a las tripulaciones de altura y a las familias de las víctimas ante esta tragedia sin precedentes recientes.
TRAGEDIAS SIMILARES EN COSTAS GALLEGAS. Según informa José Manuel Ramos desde Costa da Morte, el investigador Rafael Lema asegura que en la costa gallega han sucedido tragedias como la del ‘Villa de Pitanxo’, pero la mayoría en los años 40 y 50, “cando os barcos pesqueiros tiñan moitos tripulantes”.
Entre otros ejemplos se encuentra el pesquero Ave do Mar, de Moaña (Pontevedra), que naufragó en 1956 cerca de las Islas Cíes, donde murieron sus 26 marineros. Con anterioridad, en 1944, el también pesquero Cartagena, con base en Aguiño, se hundió ante el litoral de Corrubedo (A Coruña) dejando un balance de 23 defunciones; y dos años antes, en el 1942, el Campos, de Vigo, fue abordado por otra embarcación de características similares cerca de la isla de Ons: un siniestro que se saldó con 22 víctimas mortales.
Ya en épocas más recientes, en el 1966 naufragó el José Antonio Lasa en Punta da Barca, en Muxía, perdiendo la vida 11 marineros. En el 1991 fallecieron los nueve tripulantes de Os Tonechos, un barco de pesca con base en Malpica de Bergantiños, y en junio de 2004 se hundió, frente a las islas de Sisargas, el O Balma con 10 tripulantes a bordo.