Feijóo arremete contra la “inacción” de Sánchez y anuncia ayudas a las pymes
Inversiones directas en sectores productivos por valor de 70 millones de euros // ‘Bono energía’ para comercios y locales hosteleros que subvencione el 80 % del coste de renovación de equipos
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, arremetió una vez más contra la “inacción” del Gobierno que dirige Pedro Sánchez, con un discurso en el pleno del Parlamento de este martes, donde compareció de manera urgente, en el que apeló a “no repetir dos veces” la “negación” de la crisis del 2009.
Frente a ello, avanzó que el Consello de la Xunta aprobará nuevas medidas que incluirán avales para realizar inversiones directas en los sectores productivos y en la industria manufacturera (por valor de 70 millones de euros que esperan movilizar 140 millones) y flexibilizar las condiciones de los que ya tienen suscritos. Asimismo, para las empresas que ya están atravesando grandes dificultades, se pondrán a disposición préstamos directos de la Xunta.
En el ámbito energético, Feijóo avanzó el ‘bono energía pyme’, dirigido a los comercios, a los locales hosteleros o de restauración, y que supone una ayuda de hasta 6.000 euros, que cubra el 80 % de la inversión de estas industrias y pequeñas empresas, con el fin de que renueven sus equipamientos y puedan reducir la factura energética. Para ello, se prevén 65 millones de euros.
Para seguir reforzando su recuperación y evitar que frenen la entrada de ingresos, en el ámbito del turismo recordó la puesta en marcha de la nueva edición del bono turístico, que pretende dinamizar el consumo interno a medio plazo. Asimismo, solicitará al Gobierno duplicar las medidas que tenía implementadas de 23 millones de euros para financiar el autoconsumo eléctrico.
Estas propuestas se vienen a sumar a las ya anunciadas el pasado jueves en el anterior Consello de la Xunta: el lanzamiento del bono social térmico para financiar la calefacción entre 128 y 373 euros a 66.000 hogares vulnerables; el complemento de cien euros a las familias para contribuir a sufragar los recibos de la luz; la inyección de liquidez a los ganaderos por el sector circulante y el anticipo de las ayudas de 200 millones de la PAC, junto a la moratoria de un año de sus préstamos a largo plazo; la exención del pago de dos meses de tasas portuarias para el sector del mar, con la posibilidad de ampliación; y la financiación del transporte de viajeros por carretera para hacer frente a la subida de los carburantes, algo que próximamente se podría hacer extensible al sector sanitario urgente y no urgente, al sociosanitario y, de ser necesario, al educativo, según precisó el presidente gallego.
EXPLICACIONES SOBRE EN QUÉ POSICIÓN QUEDA ESPAÑA CON RESPECTO A ARGELIA Y EL SUMINISTRO DE GAS. El presidente de la Xunta convino que las comunidades tienen que “colaborar”, pero ello “no implica callar”. Así, incidió en que ya en una carta del 10 de noviembre advirtió al presidente del Gobierno de la situación de crisis, especialmente derivada de los costes de la energía y ahora agravada con la guerra de Ucrania. “El Gobierno central tiene competencias para solucionar esta crisis y capacidad para bajar impuestos que gravan electricidad y carburantes”, reafirmó, asegurando que “estas decisiones adoptadas bordeando nuestras competencias son coherentes” con la situación.
“Los Gobiernos responsables no buscan culpables ni delegan tareas en los demás, asumen lo que les corresponde”, aseveró Feijóo durante su intervención. Por ello, demanda transparencia por parte del Estado en las negociaciones que está llevando a cabo a nivel europeo y también exterior, con Marruecos.
En este sentido, afeó al jefe del Ejecutivo central el haber “roto” el consenso en torno al Sáhara que había en España “de forma unilateral”, rompiendo también las convicciones “del PSOE” del pasado. “La política exterior es de Estado, no le pertenece a Sánchez, ni al Gobierno actual, ni al PSOE actual ni al anterior”, reprochó Feijóo, que reclamó “explicaciones” de en qué situación se queda el Estado ahora, las relaciones con Argelia y el suministro de gas.
Con todo, quiso dejar claro que, pase lo que pase, “nuestra tierra (Galicia) preservará la estabilidad, porque conozco a este Gobierno, porque conozco al partido que lo sostiene y porque conozco a la mayoría parlamentaria de esta Cámara y, por eso, sé que para todos Galicia está por encima de todo”.
Santiago. Durante su intervención en el pleno del Parlamento el presidente gallego trasladó públicamente al Gobierno central un decálogo de medidas excepcionales para poder mitigar la gravedad de la crisis que atravesamos.
En primer lugar, pidió un plan de contingencia que garantice el suministro de productos básicos a la población, porque “hay alimentos que no salen de los productores ni llegan a los consumidores” y “afirmar que la mayoría de transportistas trabajan cuando hay líneas de supermercados resentidas es un insulto a la inteligencia de los gallegos”. Por ello, apostó, además de por la actual colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que actúan como escoltas, la participación del ejército, que habilite corredores seguros para que las mercancías básicas y mínimas lleguen a las estanterías.
También demandó la creación de un plan nacional de productos estratégicos para fijar reservas estratégicas, ante la previsión de que el mercado interior pueda sufrir la carencia de materias primas y componentes derivada de la guerra de Ucrania. Por otro lado, solicitó que se revisen las condiciones de importancia de los productos para subtituir con garantías los alimentos que vengan de los países en conflicto.
Asimismo, sobre el paro del transporte, pidió al Gobierno de Sánchez que se siente a “escuchar” a los convocantes, porque les “guste o no” hay que “escucharlos” y dialogar con ellos para acercar posturas.
Algo que podría suceder si se tiene en cuenta otra de las propuestas: explorar todas las vías posibles para aligerar la carga fiscal de ámbitos especialmente afectados, llegando, en los casos más extremos, a eliminar las cotizaciones a la Seguridad Social, algo que, “de seguir así, tendría menos impacto en las arcas públicas que financiar el desempleo” que habrá. Y, ante el agotamiento de las reservas financieras de muchas empresas, llevar a cabo una moratoria de los préstamos ICO o ampliar los ERTE con la puesta en marcha de un fondo extraordinario.
En el plano energético, propuso insistir en la respuesta nacional a la emergencia energética, sobre todo en lo que afecta al ritmo de transición energética, porque “no podemos seguir con el ritmo de antes de la guerra”. Á.P.
··· “El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió en la Conferencia de Presidentes de La Palma a una bajada de impuestos a la energía sobre la que no se ha dado aún ni un solo paso”, criticó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
··· Así las cosas, insistió en las propuestas trasladadas por Galicia al Ejecutivo central: la extensión hasta final de año de las medidas fiscales en vigor (vencen en junio), como la suspensión del impuesto sobre generación del 7 % y la reducción del especial eléctrico del 5,11 % al mínimo legal del 0,5 %.
··· En la parte de fiscalidad del gas y los carburantes, propone que se eleve a la UE una consulta para reducir de forma análoga el IVA a los hidrocarburos, para situarlo también en el tipo reducido o superreducido; o establecer ayudas al autoconsumo. Y también pide reducir de forma inmediata el Impuesto Especial a los Hidrocarburos a los tipos mínimos establecidos en la Directiva Europea de Fiscalidad.
··· Finalmente, y de modo complementario, solicita al Gobierno central a que inste a la Comisión Europea a que, con carácter excepcional y transitorio, acuerde la suspensión de esos tipos mínimos. A todo ello se sumaría la posibilidad de establecer un mecanismo de establidad en el precio de las facturas eléctricas.
• Agrario: Feijóo propone la reducción de los costes de producción drástica, con bonificaciones para el gasóleo o los fertilizantes y una reducción del IVA del 4 % para sus compras.
• Pesquero: Apuesta por medidas análogas de rebaja de impuestos a los combustibles y la rebaja de las tasas portuarias.