Galicia supera los cinco mil hogares que perciben el bono social de la luz
La Xunta augura que seguirán creciendo hasta finales de año // A la espera de que IDAE aclare el pago del cheque calefacción, que en 2020 fue para 81.346 familias
Los precios de la energía siguen poniendo muy cuesta arriba que miles de hogares gallegos lleguen a fin de mes. De hecho, son cada vez más los que, combatiendo el miedo a cualquier estigma, reclaman algunas de las ayudas habilitadas para que las familias puedan capear este negro panorama de precios inéditos para la luz o el gas. Así, si el año pasado la Xunta destinó algo menos de 1,43 millones de euros a atender con el Bono Social Eléctrico a 4.407 hogares, este ejercicio van ya más de 1,6 millones y 5.002 ayudas otorgadas. Desde la Consellería de Economía explican que “aún se siguen concediendo apoyos, por lo que las ayudas al final de año se verán incrementadas”.
Explican desde el departamento que comanda el vicepresidente económico, Francisco Conde, que tras incrementar de forma preventiva el presupuesto inicial para este año un 61 %, pasando inicialmente de 1,3 a los 2,1 millones actuales, “la Xunta pudo atender ya a un 13,5 % más de hogares que en 2020”. Es por esto que, de partida, en los Orzamentos 2022 ya dedican de entrada dos millones al bono eléctrico gallego que, incrementables según se precise pretenden “seguir al lado de las familias más vulnerables que no pueden hacer frente a un precio de la luz desorbitado” como el actual.
Con respecto al Bono térmico –ayuda para la calefacción–, al ser fondos procedentes del estatal Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recientemente aprobados, la Xunta está “a la espera de que se nos comunique cómo se gestionarán”.
El caso es que en 2020 el Ejecutivo autonómico tramitó para este apoyo contra el frío 5.920.778 euros que beneficiaron a 81.346 hogares.
A finales de octubre, el Consejo de Ministros aprobó nuevas medidas para intentar que las familias más vulnerables puedan pagar el recibo de la luz y el gas pese a la dramática subida de los precios. En un real decreto incluyeron un paquete de ayudas por valor de 100 millones de euros para paliar la escalada energética, con acciones entre las que están la ampliación de descuentos en el recibo de las familias perceptoras del bono social eléctrico, que pasarán a disfrutar de un 60 % de bajada en la factura frente al otro 25 % en el caso de las familias vulnerables, y de un 70 % de rebaja en las vulnerables severas, antes del 40 %.
También se amplió el citado bono social térmico, que se otorga beneficiarios del eléctrico, para que las familias con más dificultades puedan calentar sus casas este invierno. Es un cheque de 90 euros –de pago único– que se pretende abonar, según el Ministerio para la Transición Ecológica, en diciembre y que sólo estará en vigor este año.
Por su parte, desde la Asociación de Consumidores Adicae señalaron esta semana que aunque menos de 1,2 millones de consumidores disfrutan actualmente del bono social eléctrico, serían 4 millones los que “objetivamente tienen derecho al mismo”. Instan a solicitarlo de forma masiva, pues facultaría un ahorro este invierno de 300 euros sólo en la luz, que suben hasta 390 con el gas.
Santiago. El precio medio de la electricidad en el mercado mayorista (el ya temido pool) se situó para este domingo en 131,5 euros el megavatio hora (MWh), tras un descenso de más del 16 % frente al coste del sábado, pero una cuantía que es un 66 % superior a la del último día de la semana pasada, cuando la luz cotizó a 79 euros/MWh, el precio más bajo desde el 1 de agosto.
Es, por tanto, una noticia buena y una mala a la vez, si tenemos en cuenta que el precio de este domingo quintuplica el importe que marcó el pool durante idéntica jornada del año pasado, 27,22 euros.
Tras este nuevo descenso, el precio de la electricidad sigue por debajo de la barrera de los 200 euros/MWh, valor que se superó en casi el 70 % de los días de octubre, pero que aún no se sobrepasó en lo que va de noviembre.
Estas fluctuaciones, que afectan directamente a la tarifa regulada PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), motivaron que las principales eléctricas se movilizasen con ofertas para lograr trasvasar a estos consumidores al mercado libre, antaño más caro, aunque con la actual evolución demostrase ser mucho más estable.
Consultadas las principales distribuidoras, desde las del grupo Naturgy confirmaron a este periódico que “en electricidad tenemos en Galicia 1.303.311 clientes, de los cuales 982.737 están en el mercado regulado; en gas, contamos con 213.785 clientes gallegos, de los cuales 64.543 están en el mercado regulado”. Así, apuntan que “alrededor del 75 % de los clientes eléctricos están en mercado regulado, un porcentaje similar al de estos últimos años”, por lo que no se detecta un trasvase.
Endesa confirmó esta semana que en el tercer trimestre logró en toda España “un saldo positivo de 55.000 nuevos contratos en el mercado liberalizado, tendencia que se prevé mantener en el futuro”.
··· Para ser considerado consumidor vulnerable, lo que permite beneficiarse del descuento del 60 % de la factura de la luz, así como de las nuevas condiciones del bono social térmico, el límite de ingresos se sitúa por debajo de los 11.862,9 euros anuales –en caso de un hogar sin menores de edad– o hay que tener el título de familia numerosa. También se entra en esta categoría si el consumidor y todos los miembros con ingresos de la unidad familiar perciben pensiones mínimas.
··· Los consumidores vulnerables severos, a los que el descuento sube al 70 % en su minuta eléctrica –y con acceso también, claro, al bono térmico– son quienes ingresen menos de 5.931 euros al año sin menores a cargo, además de quienes tienen una familia numerosa con ingresos menores a los 15.817 euros al año. Hogar vulnerable severo sería también aquel en el que todos los miembros con ingresos perciben pensiones mínimas y, además, tienen ingresos anuales inferiores a los 7.908 euros.
millones de euros que, según Adicae, se podrían ahorrar los cuatro millones de personas consumidoras que estima tendrían derecho a percibir el mismo, debido a la parte de la factura que dejarían de pagar tras la reducción en las facturas que estará vigente, de forma temporal, al menos en los próximos seis meses.