La falta de tráfico provocó a la AP-9 números rojos en el primer semestre
Audasa no tiene sobre la mesa, por ahora, pedir las compensaciones aprobadas por Transportes // Estima sus primeras pérdidas desde 2003 en 0,7 millones
El drástico descenso de la circulación de vehículos en la Autopista del Atlántico AP-9, propiciado por el decreto del estado de alarma (14 de marzo a 21 de junio), generó a Audasa sus primeras pérdidas en un semestre desde que a finales de 2003 la infraestructura está en servicio en sus 219,6 kilómetros entre Ferrol y la frontera con Portugal.
La concesionaria del Grupo Itínere informa que la reducción de la facturación del período alcanzó un 34,6 %, hasta los 46,7 millones (unos 700.000 euros de pérdidas). Lo hizo en la presentación de sus cuentas del primer semestre del ejercicio 2020 a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Así, constató que la reducción en el primer semestre del tráfico fue un 35,99 %, al haber una intensidad media diaria de 14.798 vehículos en la comparación interanual con los 23.118 que transitaron la vía del 1 de enero al 30 de junio del ejercicio anterior.
No obstante, fuentes de Audasa señalan que la compañía “no tiene sobre la mesa” solicitar las compensaciones aprobadas por el Ministerio de Transportes, mediante el Real Decreto Ley 26/2020, de 7 de julio, que consolida las medidas de reactivación ante la covid-19, entre ellas las condiciones de reequilibrio económico de los contratos de concesión para paliar las consecuencias de la crisis que se estipulan en el artículo 25.
En dicho artículo, en su apartado tercero, se recoge que cuando el margen bruto de explotación durante el estado de alarma haya sido negativo, se compensará al concesionario con la cantidad menor entre el importe necesario para que el margen bruto de explotación durante el estado de alarma llegue a cero, o la diferencia entre el margen bruto de explotación durante el estado de alarma y dicho margen durante el mismo periodo del año anterior.
SIN ERTE. Otras empresas incluso amenazaron con ir a los tribunales antes de esa consolidación legal, por considerar insuficientes las medidas previas. Pero el Grupo Itínere ya expresó a principios de mayo que su compañía Audasa ni había llevado a cabo medidas de regulación temporal de empleo (cuenta con 213 trabajadores) ni solicitó ningún tipo de compensación gubernamental. Y reafirmó su compromiso con la máxima seguridad de la Autopista del Atlántico y la salud de sus trabajadores, unas cuestiones que mantiene.
Lo había afirmado tras certificar su peor mes histórico en cuanto al tráfico, el de abril del presente año, ante las restricciones de movilidad impuestas para combatir la pandemia del coronavirus. Entonces solo habían transitado 5.440 vehículos al día por la AP-9, un 81 % menos que en el mismo mes del año anterior.
Lo positivo del semestre es que la Autopista del Atlántico pasó de ser la sexta del Estado en circulación diaria de vehículos en 2019, a la quinta en el de 2020, y sigue por encima de la media española.
Una de las prioridades impuestas para mejorar la seguridad a los usuarios, desde el inicio de la crisis sanitaria, es el impulso del cobro automático. Así en los datos del primer semestre del año, en la comparativa con esos meses de 2019, se percibe un aumento de un 5,7 %, utilizándose este método en el 92,4 % de los viajes. Solo en junio, un total de 174.548 vehículos usaron dispositivos de telepeaje.
La autopista mantiene el precio medio de peaje para vehículos ligeros en 0,116 euros/km, un 7,2 % por debajo del peaje medio en España (0,125 euros/km) y cuenta con 36,7 kilómetros de tramos gratuitos para el usuario.
Hay que recordar que, meses atrás en la presentación de los resultados del 2019, Audasa apuntó que su infraestructura goza, por kilómetro, de un 19 % más de tráfico que la media de las vía similares en el Estado. Y se añadió entonces que la previsión de la empresa era dedicar la mayor parte del beneficio en 2020 a preservar liquidez, y que Itínere no ha abonado dividendos en los 17 años de gestión que lleva en la AP-9.