Galicia

La increíble historia de José Ramón Barral: continúa a la espera de juicio tras 26 años en el punto de mira policial

Al exalcalde de Ribadumia empezaron a investigarlo por contrabando de tabaco en 1996, lo detuvieron en 2001, quedó en libertad y la pasada semana se suspendió la vista por enfermedad de un acusado// Se le sigue considerando el jefe de un red internacional que movía ingentes cantidades de dinero ilegal

  • 01 ago 2022 / 01:00
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Para el Ministerio Público, según consta en el auto de acusación presentado en la Audiencia Provincial de Pontevedra, José Ramón Barral, alias Nené, es el líder en España de un grupo “organizado, estable con proyección internacional, y delimitada asignación de tareas y jerarquización entre sus miembros”. Una organización criminal de la que formaban parte otras personas “de nacionalidad portuguesa, holandesa, suiza, croata, norteamericana, inglesa y polaca”, además de España, fundamentalmente de las provincias de A Coruña y Pontevedra.

En un auto del Tribunal Supremo se calculaba en unos 72 millones de euros el negocio de contrabando de tabaco dirigido supuestamente por José Ramón ‘Nené’ Barral, como parte de una organización criminal con conexiones en Estados Unidos, China y otros países a nivel internacional. Los miembros de esta organización llevaban a cabo sus actividades a través de contenedores por distintas vías de introducción (americana, griega, asiática).Las diligencias apuntan también el origen de las distintas partidas, los contenedores conteniendo tabaco aprehendidos (Sines, Portugal; Barcelona y Valencia), durante los años 2011, 2012 y 2013 .

El primero de los párrafos, el de la Fiscalía de Pontevedra, corresponde a unas investigaciones iniciadas en 1996 por el juez José Antonio Vázquez Taín mientras en el segundo el supremo dirime una cuestión de competencias planteada por la entonces magistrada de Lugo, Pilar de Lara, sobre a quien correspondía investigar: a ella o a la Audiencia Nacional.

A la vista de ello pocas dudas debería haber de que José Ramón Barral Martínez, al que en ámbitos policiales apelan como Nené pero que en realidad era el Nene (sin acento) como le llamaba su madre, es un auténtico peso pesado del contrabando con sus tentáculos esparcidos por medio mundo y moviendo ingentes cantidades de dinero en labores de tabaco ilegal para defraudar a Hacienda.

Lo que sorprende es que José Ramón Barral no figuraba en el primer gran sumario instruido en Galicia contra esta actividad delictiva, un laborioso trabajo del juez de Cambados, José Luis Seoane Spiegelberg, el primero que plantó cara a os señores do fume y que, 26 años después , todavía sigue pendiente de que se aclare si él es un capo en toda regla o se trata de otra instrucción que acabará en aguas de borrajas.

Lo cierto es que Nene, o Nené, Barral sigue con ese estigma negando que se dedique o se haya dedicado al contrabando y, de hecho, se negó a pactar un acuerdo con la Fiscalía en el que, reconociendo esa actividad ilegal, recibiría una pena menor que no le llevaría a prisión. Barral, que actualmente tiene 83 años, fue detenido cuando contaba con 62 y esta última investigación se inició cuando él contaba con 57 y ya había bregado de lo lindo; es decir, que le sobran tablas para aguantar lo que sea necesario.

LARGA TRAYECTORIA. A José Ramón Barral, según cuentan personas de su entorno, le hizo mucha gracia que en la serie Fariña se crease un personaje Nino Balbín (a él a diferencia de Sito Miñanco o Laurenao Oubiña lo disfrazaron con nombre supuesto), interpretado por Miro Magariños, aunque cualquier parecido con la realidad era mera coincidencia.

También le sorprendió que dos jueces estrellas en Galicia, José Antonio Vázquez Taín y Pilar de Lara (el primero en cómoda situación en A Coruña y la segunda estrellada y alejada de Lugo) se obsesionaran con él y buscaran fórmulas para relacionarlo con actividades ilegales. No debería extrañarle ya que a lo largo de casi tres décadas de investigaciones judiciales ni siquiera en el Ministerio de Justicia tienen constancia de por las manos de cuántos magistrados pasaron los sumarios que le relacionaban con una banda de contrabandistas.

Lo cierto es que aquella investigación del juez Taín, que arrancó en Vilagarcía en 1996, desembocó en la localización de cuatro contenedores con 432.000 cajetillas de tabaco ilegal localizados en el puerto de Vigo. Barral fue detenido en relación con este procedimiento en mayo del año 2001, un asunto que tras algo más de dos décadas desembocó en una acusación formal en la que Fiscalía pide para él una pena de 10 años y medio de prisión y que abone una multa de 15 millones de euros por su “actividad continuada introduciendo en España y en Europa tabaco de procedencia extracomunitaria”, tanto por vía marítima como terrestre, a través de dos pesqueros y un buque mercante.

El mando de esta asociación, sostiene el Ministerio Público, era asumido por el propio Barral, que ostentaba “la máxima capacidad de decisión en ese grupo en territorio español”, proyectando, planificando y dirigiendo las labores a desempeñar por los demás componentes de la organización internacional, aunque los componentes de otros países no aparecen entre los más destacados . Quién si figura en el grupo de señalados está Feliciano Barral, hermano del Nene y tres agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera y dos de la Guardia Civil.

En el escrito de la Fiscalía se señala que dos de los acusados “ambos funcionarios de Vigilancia Aduanera destinados en A Coruña, como componentes del escalón intermedio de la asociación prestaban sus servicios oficialmente en Vigilancia Aduanera. Estos funcionarios en su condición de observadores aéreos a bordo de aeronaves de Vigilancia Aduanera, realizaban oficialmente la exploración al oeste de la Costa Gallega teniendo como misión la vigilancia de objetivos sospechosos de dirigirse hacia las costas gallegas con mercancías ilícitas, tabaco de contrabando o sustancias estupefacientes. La información obtenida en cuanto fuera de interés para la asociación era transmitida por los observadores aéreos a un miembro de la banda que a la vez contactaba con José Ramón Barral”.

Y reseña una operación que iba a realizarse en aguas de la costa africana, próximas a las islas Canarias: “El día previsto para ejecutar el auto de abordaje que había sido dictado por el Juzgado Central de Instrucción Nº 1 de la Audiencia Nacional en sus D.P. 77/99, José Ramón Barral da directas instrucciones a uno de sus hombres de suspender el trasbordo ya cuando ambos barcos están uno en las proximidades del otro, a punto de consumar el transbordo de tabaco. Incluso ya habían establecido contacto por vía radio y físico entre ambos. La suspensión del trasbordo se había debido a una filtración de las investigaciones e intenciones operativas de Vigilancia Aduanera”.

El control que, según la Fiscalía, ejercía era tan grande que, consta en autos, “ el día 1 de febrero de 2000, las autoridades alemanas informan de la cancelación de las reservas y por lo tanto del viaje previsto. Cancelado el vuelo previsto, (un miembro del grupo) permanece en Polonia hasta el día 14, a la espera de recibir instrucciones por parte de Nené Barral” y Fiscalía añade que “la cancelación del viaje está fundamentada, una vez más, en el hecho de que Barral, entre el día 31 de enero de 2.000 y el día 1 de febrero de 2.000 recibe información de funcionarios de Vigilancia Aduanera de la investigación en curso, esto es, del conocimiento que tienen del viaje que efectúan los tripulantes del buque desde Berlín a Atenas, y como consecuencia de ello decide suspender la operación.

Nené Barral debía haberse sentado en el banquillo el pasado martes 26 de julio pero al enfermedad de uno de los intervinientes impidió que se celebrara. En este largo proceso ya fallecieron tres acusados y el principal testigo de la acusación; es decir, que esta historia parece increíble... pero no es ningún capítulo de Fariña.

Más de 72 millones de euros

En el citado auto del Tribunal Supremo se indica que 2la organización es dirigida presuntamente por Darío (José Ramón Barral), residente en Galicia, pero contando con la colaboración de miembros integrantes de la misma, tanto desde distintos puntos de España (Navarra, Extremadura, Cataluña o Valencia) como desde el extranjero. Al parecer, se están utilizando redes e infraestructuras obrantes en distintos países de la Unión Europea (como Portugal y Grecia) y extracomunitarios (como EEUU, Emiratos Árabes y China)”.

Así, se describen “numerosas operaciones importantes de contrabando de tabaco”, utilizando contenedores transportados por vía marítima hasta los puertos de Barcelona, Valencia y Sines (Portugal).

Unas han tenido lugar “directamente desde los Estados Unidos” (Miami), otras vía Grecia, y en tercer lugar por Emiratos Árabes -Dubái- y China -Hong Kong-. “Para llevar a cabo el contrabando de tabaco, se falsificaron múltiples documentos. El importe total del tabaco importado ilegalmente, supera los 72 millones de euros”, indica el documento.

Los magistrados van más lejos señalando que “la defraudación cometida ha repercutido de forma grave en la economía nacional y perjudicado a una generalidad de personas” y señala “la existencia de indicios claros de la comisión de delitos de contrabando de tabaco, falsedad y blanqueo de capitales”.

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