La muerte de un policía ourensano y un robo de armas en el mismo caso

Ourense. Continúa abierto el proceso para determinar qué fue concretamente lo que sucedió el pasado abril de 2016, mes que murió el policía Celso B. A. por causas que aún se desconocen, pues sigue investigándose si se trató de un suicidio o lo mataron. De ello se encargará el juzgado de Instrucción número tres de Ourense, después de que la sección segunda de la Audiencia Provincial le otorgase la competencia para conocer las diligencias sobre el fallecimiento del agente y el robo de armas que sufrió la comisaría de dicha ciudad.

Así pues, se unifican ambos casos. Según el escrito difundido este jueves por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), los magistrados manifiestan que “no cabe escindir ambas causas”, tras recordar que en este par están siendo investigados dos policías, que son hermanos, “bastando para la acumulación su calidad de investigados”.

NARCOS Y AGENTES. Con el caso Zamburiña ya resuelto, tras haberse absuelto a un total de 13 supuestos involucrados (cuatro efectivos policiales y nueve narcotraficantes), el juzgado tres será el que deberá dilucidar si la muerte del agente Celso B. A., en abril de 2016, fue un suicidio o lo mataron, como consecuencia de un disparo que recibió en su cabeza con una de las pistolas sustraídas. De ellas, tres aparecieron en ese despacho.

Ante dicha situación, el tribunal ourensano resolvió en su resolución que ambos fenómenos son delitos conexos, es decir, considera estos “cometidos para procurar la impunidad de otros delitos”. De este modo, remite al artículo 138 del Código Penal que, tras la reforma operada en 2015, incluye otra circunstancia del delito de asesinato, consistente en matar a otra persona para evitar que se acabe descubriendo la comisión de otro crimen. Contra el auto no cabe interponer recurso.

“Una vez que están siendo investigados los hermanos por el robo de las armas en la Comisaría de Ourense y, asimismo, estos son los mismos investigados por la muerte del policía en la Comisaría siendo el instrumento una de las citadas armas robadas y apareciendo otras dos de las robadas en el mismo despacho donde fue hallado el cadáver, no cabe escindir ambas causas”, se explica asimismo en este texto.

Inicialmente, la Audiencia Provincial había descartado la unificación de estas causas, pues el fiscal y el letrado de los investigados decían que la facultad para examinar el robo de las armas podía juzgarse de forma independiente que la muerte del agente.

Mientras tanto, la defensa del antiguo jefe de la unidad antidroga, que se sentó en el banquillo y finalmente fue absuelto en el marco de la denominada Operación Zamburiña, solicitó su acumulación al entender que los hechos ocurridos en torno a la comisaría se deben juzgar en conjunto.