Galicia

Las calles gallegas expresan su rechazo a la violencia machista

Concentraciones y manifestaciones salpicaron toda la comunidad autónoma para trasladar la solidaridad con las víctimas, un total de 63 desde el año 2003

  • 26 nov 2020 / 00:00
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Las calles gallegas respondieron ayer con concentraciones y manifestaciones al llamamiento realizado en días pasados por colectivos feministas con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Distintos actos salpicaron la geografía y sirvieron para expresar el rechazo a la violencia de género en la fecha, 25N, que está marcada en rojo en el calendario.

Las concentraciones con un minuto de silencio se secundaron ante distintos organismos oficiales del Estado, como la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, y de la Xunta en Santiago, en concreto, en San Caetano, o los ayuntamientos, entre otros, con el mismo objetivo, trasladar la solidaridad con las víctimas y decir “no” a la violencia de género.

A ellas, se sumaron otras iniciativas como la movilización de la Marcha Mundial das Mulleres, convocada en varias ciudades gallegas a lo larfo de la tarde. Además, en Vigo hubo una concentración del Feminismo Unitario, mientras que en A Coruña Marea Feminista colgó en el transcurso de la mañana en el Obelisco carteles con los nombres de las mujeres asesinadas este año.

En el caso del acto celebrado ante la Delegación del Gobierno, su máximo responsable, Javier Losada, apeló a una “acción decidida en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso la banalizan”.

Así lo proclamó durante el acto central celebrado ante
la sede oficial, que por la tarde se iluminó de morado para conmemorar el 25N co-
mo lo hicieron también otros edificios oficiales en toda
la comunidad autónoma.

En la lectura de una declaración institucional representante gubernamental, se reiteró también el “sólido y firme compromiso con la igualdad efectiva y con la prevención y la respuesta frente a todas las formas de la violencia machista” de la que ha dicho que persiste “más allá de la situación de crisis sanitaria y social que vivimos”.

Así, Javier Losada recordó que en lo que va de año “la violencia de género se ha cobrado la vida de 41 mujeres y de 3 niños y niñas”. “En Galicia, este año ya ha habido 2 mujeres asesinadas y 63 desde 2003”, precisó.

Por otra parte, detalló que “una de cada dos mujeres ha sufrido al menos una forma de violencia machista a lo largo de su vida”. “Estas cifras ponen de manifiesto una realidad innegable y que nos interpela a todos: obligándonos a una acción decidida en pro de la erradicación de la violencia contra las mujeres y de las actitudes sociales que la toleran, la justifican o incluso la banalizan”, prosiguió Javier Losada.

Con posterioridad a este acto, ante la Delegación del Gobierno, se celebró también una concentración de la CIG, convocada asimismo en otras ciudades gallegas, con el lema ‘Descuidar a quien cuida es violencia machista’.

En él, la secretaria confederal de Mulleres de la CIG, Margarida Corral, instó a los poderes públicos a “mojarse” y a invertir en políticas que eviten la precarización de las mujeres, en especial de las que se dedican al cuidado de otras personas, dijo al incidir en la labor de este colectivo durante la pandemia.

“Quién protege a quién cuida”, se preguntó al cuestionar medidas como el plan de corresponsabilidad del Gobierno en el ámbito del cuidado profesional. “Que va a ser a domicilio y por horas, van a precarizar a las mujeres”, argumentó.

En este contexto, denunció la “violencia institucional” que, según expuso sufren las mujeres, una de las “grandes violencias” que consideró “olvidadas”. Con ello, se refirió a la falta de medidas, agregó, “dirigidas a proteger los derechos más elementales de las trabajadoras”.

Y frente a minutos de silencio que calificó de “hipócritas”, reclamó a las administraciones “una inversion publica real”. En particular, en Galicia exigió que “el sistema gallego de atención a las personas sea una realidad ya”.

De otro lado, la Fundación Érguete pola Integración y la Asociación Érguete se sumaron a la “visibilización” de la violencia machista, y lo hicieron colocando 41 pares de zapatos a las puertas de su sede en Vigo, en memoria de otras tantas mujeres asesinadas en España en lo que va de año. Maite Pena, responsable del área de Igualdad de la Fundación, explicó que este año, con las restricciones derivadas de la pandemia, optaron por recuperar la iniciativa de la artista mexicana Elina Chauvet, de simbolizar a las víctimas colocando pares de zapatos para hacerlas “visibles” y para “recordar a la sociedad que cada año siguen muriendo mujeres” debido a la violencia de género.

Según recordó, en Érguete se trabaja con “personas vulnerables” y “un alto porcentaje” de las mujeres que acuden a programas o talleres son o han sido víctimas de violencia machista. Así, puso como ejemplo un taller de empleo para mujeres que están en prisión, de las que “el 85 % fueron víctimas de violencia de género, y cometieron los delitos bajo esa violencia”.

Además, apuntó que las adicciones o la mala situación económica en las mujeres socialmente vulnerables también “empeoran su situación” cuando son víctimas de violencia machista, porque no tienen capacidad para “empoderarse” ni recursos para “salir de esa situación”.

Pena incidió en la necesidad de “visibilizar” los casos de violencia de género, especialmente en el contexto de la pandemia que obligó a varios meses de confinamiento.

Feijóo tilda de negacionista a Caballero y este le afea la falta de respeto
El Parlamento recuerda que el combate de esta lacra “no es una opción, es una obligación”

Saniago. El debate en la Cámara gallega vivió ayer momentos de alta tensión con la violencia machista como eje. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acusó al líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, de “apuntarse al negacionismo” de la violencia machista y ambos se enfrentaron por sus visiones.

Pese a que los tres grupos acordaron por unanimidad no solo una declaración institucional, sino dos iniciativas para luchar contra esta violencia, el pleno se inició muy alejado de ese consenso, con la acusación de Feijóo a Caballero de “negacionismo” por intentar “apropiarse” de las políticas contra la violencia machista y “negar sistemáticamente” las que adoptan otros partidos, como el PP.

Núñez Feijóo dijo que hay dos tipos de negacionismo, el de los que niegan la violencia machista por sistema y “el de los que niegan que haya otros partidos excepto el suyo tomando medidas” como el PSOE que cree que las otras formaciones “no están a la altura” en estas políticas.

Caballero replicó tachando esta acusación de “inadmisible” y calificándola de “falta de respeto” por confundir al PSOE, que tiene un “compromiso claro” en este ámbito y está en la lucha contra la violencia de género, con “los que pactan con los que niegan la violencia machista”, en referencia al PP.

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, terció en este debate al advertir que las víctimas de la violencia machista “no quieren rifirrafes absolutamente inútiles” sino soluciones.

Algunas de estas soluciones pueden venir de la mano de dos de las iniciativas aprobadas en el pleno, donde los grupos se pusieron de acuerdo para apoyar una proposición no de ley para mejorar la atención psicológica a las víctimas de la violencia de género y también las prestaciones por orfandad a los hijos de estas víctimas. Fue durante una sesión en la que muchos de los diputados y diputadas lucieron mascarillas de color violeta, una que el propio presidente del Parlamento, Miguel Santalices, también se puso para leer la declaración institucional.

Un texto en el que el Parlamento gallego recuerda que la lucha contra la violencia machista “no es una opción, es una obligación” .

La madre de las niñas de Moraña critica que no la vean como víctima

Santiago. Rocío Viéitez, madre de las niñas asesinadas por su padre, David Oubel, en 2016, rompió su silencio este 25-N para trasladar las dificultades que padecen las madres y padres en su misma situación: “Nosotras tenemos tatuada la violencia de género en la piel y ni somos víctimas”. En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Rocío Viéitez reconoce la paradoja de expresarse un día como este 25-N, teniendo en cuenta que la ley no reconoce a las madres de niños asesinados por las exparejas de sus progenitores como víctimas de violencia de género. “Las/los madres/padres de hijas/hijos asesinados no tenemos ni nombre que nos defina, somos huérfanos de hijos”, apunta. Por ello, y tras indicar que las mujeres víctimas de violencia de género y las asesinadas por sus parejas o exparejas “deben ser recordadas”, hace un llamamiento para atender a las “madres rotas” que, como ella, “recuerdan a esos pequeños para mantenernos respirando”.

Su dolor “no termina con la pérdida brutal” de sus hijos, si no que continúa “años después” con el pago de “costas de juicios” y “deudas de malnacidos”, así como con la certeza de “saber que, dentro de unos años, pedirán permisos de fin de semana”. En su caso, menciona, pasa por una sentencia de 300.000 euros de responsabilidad civil que “en la vida habrá” porque su exmarido “solo tenía deudas” e incluso por la reclamación a ella de la deuda de la hipoteca de la casa donde Oubel mató a sus hijas. “Que se escuche la voz de los silenciados”, clama.

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