Los carteles electorales para mayo llevan a Galicia de ‘Regreso al pasado’

Los viejos rockeros nunca mueren y los políticos locales veteranos gozan cada vez de mejor salud. Al menos en las grandes ciudades gallegas, que en ocho años pasarán de exhibir carteles con algunos rostros completamente desconocidos en la campaña hacia las elecciones municipales a cambiarlos por candidatos con extensa trayectoria. Algunos, de hecho, ya tuvieron el bastón de mando allá por la década de los 90.

Si los comicios para elegir alcaldes y alcaldesas de 2015 estuvieron marcados por la irrupción de la nueva política y el principal reclamo de gente como Xulio Ferreiro o Jorge Suárez –que terminaron gobernando en A Coruña y Ferrol– era su virginidad en cargos institucionales, en los comicios previstos para mayo el gran gancho de PP, PSOE y BNG en las urbes donde son favoritos será presentar perfiles muy veteranos.

Ourense y su particular ‘viaje en el tiempo’. El caso más paradigmático de este cambio de estrategia lo representa Ourense, donde populares y socialistas llevarán como aspirantes a dos exregidores curtidos en mil batallas frente al curioso modelo – hay quien lo define como friki– de Gonzalo Pérez Jácome. Aunque en 2019 Democracia Ourensana quedó tercera fuerza, un pacto con los populares –que conservaron la Diputación– situó a su líder en la alcaldía. Tras romper con el PP, tiene a su lado a tres concejales de los 27 con los que cuenta la corporación.

Después de un mandato marcado por diversas polémicas, como cuando Jácome empujó a una sindicalista durante una protesta o más recientemente insultó al líder de una asociación cultural, el PPdeG ofrecerá como alternativa a Manuel Cabezas, alcalde de 1995 a 2007, mientras los del puño y la rosa rescatarán a Paco Rodríguez, al frente del Concello entre el 2007 y el 2012.

En medio del caos en el que está instalada la política ourensana, ambos aspirantes mostraron ya públicamente su disposición a entenderse y llegar a acuerdos “por el bien de la ciudad”. Además, su vuelta a primera línea supondrá para ellos una segunda oportunidad tras afrontar distintos procesos judiciales que quedaron en nada.

Más allá de la ciudad de As Burgas, el socialista Abel Caballero afrontará con 76 años su quinto asalto a la Alcaldía de Vigo, en donde lleva anclado desde 2007, cuando tomó el relevo de la popular Corina Porro, tres años antes de que España ganase su primer Mundial en Sudáfrica.

Con una dilatada hoja de servicios –ya fue ministro de Transportes en 1985 –, su candidatura parece sinónimo de éxito para el PSOE. En los comicios locales de 2019 acaparó siete de cada diez votos de sus vecinos y conquistó 20 de los 27 concejales. Eso sí, de salir elegido llegaría a 2027 sumando 20 años consecutivos al frente del consistorio vigués y con más de ochenta años de edad, lo que, al menos en teoría, obligará a sus siglas a mover la cantera... si la hay.

Lores cumplirá 24 años como regidor. Un poco más al norte, nos encontramos en Pontevedra con otro clásico de las municipales. Camino de los setenta años, Miguel Anxo Fernández Lores ya anunció que volverá a presentarse defendiendo las siglas del BNG. Lleva pisando moqueta en la planta noble del Concello desde el siglo pasado, cuando Internet y la telefonía móvil estaban todavía en pañales.

Concretamente desde 1999, cuando aún se pagaba en pesetas, arrancó el mandato del nacionalista en la urbe del Lérez gracias al apoyo del PSdeG, pues el BNG quedó como segunda fuerza en votos tras el PP. Llegará a mayo tras 24 años de gobierno ininterrumpido asegurando que está “en su mejor momento” y, aparentemente, sin ganas de dejar paso en breve a las nuevas generaciones.

Más de lo mismo en la capital de Galicia, donde Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG) parte como favorito para seguir dirigiendo la ciudad desde el Pazo de Raxoi. Alcalde de Santiago desde 2019, cuando sustituyó a Martiño Noriega – quien fue una de las grandes esperanzas del rupturismo–, ya había sido primer edil entre 1998 –ya llovió desde entonces– y 2011. A sus 68 años, el PSOE seguirá confiando en él como mejor opción para retener el gobierno.

Mientras, a fin de desbancar a la también socialista Inés Rey de María Pita, en A Coruña, populares y nacionalistas tampoco apostarán por jóvenes promesas. Los de la gaviota intentarán conquistar la alcaldía de la segunda ciudad más poblada de la autonomía de la mano del senador Miguel Lorenzo, quien dio el salto a la política local en 2007 y ocupó el cargo de concejal de Servicios Socialestras la victoria de su partido en 2011. En la misma línea, el BNG centrará sus esperanzas en otro histórico como Francisco Jorquera que ya fue aspirante a presidente de la Xunta, senador, diputado en el Congreso y la Cámara Gallega para terminar como concejal herculino.

Rey Verela liderará una lista por cuarta vez. Por último, las calles de Ferrol también vivirán en la carrera hacia las urnas de mayo del 23 un particular remake de elecciones pasadas. Frente al actual primer edil, el socialista Ángel Mato, los populares jugarán la baza de José Manuel Rey Varela, regidor entre 2011–2015.

Aunque con 46 años puede considerarse todavía joven, Rey Varela acumula sin embargo un extenso currículum político. Arrancó su carrera hace dos décadas, cuando en 2002 ejerció como concejal en la urbe naval, siendo también Diputado Provincial en A Coruña de 2007 a 2011. Coincidiendo con su paso por la alcaldía fue presidente de la Fegamp, para desempeñarse posteriormente como conselleiro de Política Social y diputado en la Cámara do Hórreo.

Será la cuarta vez que el político ferrolano lidere la lista del Partido Popular, que tiene depositada en su figura una de sus mayores esperanzas de recuperar el poder en alguna de las siete grandes ciudades de Galicia.