Galicia
bienes públicos. El Congreso acaba de gastar 1,2 millones de euros en reemplazar los teléfonos de sus integrantes por móviles de gama alta de la firma estadounidense TEXTO Á.Precedo

Los diputados gallegos no tienen iPhone ni móviles de la última generación

  • 03 oct 2022 / 01:00
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Tener un teléfono móvil hoy en día es indispensable, ya no solo para la vida personal, sino también para poder desarrollar cualquier tipo de actividad laboral. Además, en el caso de ser político, todo tipo de dispositivos electrónicos, incluido el ‘smartphone’, son utilizados con mayor razón: envío de correos electrónicos, consulta de informes al instante, descarga de PDF’s, grabación de audios, escucha del buzón de voz, recepción de llamadas...

Ahora bien, ¿qué tipo de teléfono se necesita para poder disponer de todas estas funcionalidades? Lo cierto es que uno de gama media, o incluso baja. Pues cualquier móvil actual, por malo (o económico) que resulte, puede hacer este tipo de funciones básicas. Otro gallo cantaría si nos ponemos a hablar de capacidad de memoria de almacenaje que necesitan o de tamaño de pantalla. Sea como fuere, cualquier teléfono del mercado serviría para tal fin.

Sin embargo, los políticos, como a todos nosotros, les gustan las cosas buenas, cuanto más buenas mejor. ¡Demasiada experiencia tenemos en eso! Son humanos al fin y al cabo. Así que, ¿por qué conformarse con un Huawei o un Alcatel pudiendo tener un iPhone? Eso es lo que debió pensar el responsable de la licitación por la que el Congreso de los diputados de España se ha gastado 1,2 millones de euros para la adquisición de nuevos terminales móviles: 1.232.743,69 euros, más concretamente (impuestos incluidos). Más de un millón de euros para comprar móviles a 349 diputados, un escándalo ya en sí mismo, pero es que la cosa aún va más allá.

Y es que, dentro de la oferta, publicada el miércoles de hace dos semanas en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se detalla que la compañía que logre el concurso tendrá que facilitar 825 ‘smartphones’ nuevos, de los cuáles 550 corresponderán a un modelo iPhone y 275 a un modelo Samsung. Además, ambos tendrán que ser de última generación (debe ser que las anteriores no son válidas para sus menesteres) y tendrán que incluir cargador con cable de conexión, auriculares con cable y, como no, una funda transparente de protección original de la marca.

Por si esto no te ha dejado lo suficientemente frío, hasta podemos decirte el modelo que adquirirán de iPhone, pues en el pliego se incluye que las especificaciones de la firma estadounidense deberán cumplir con 512 gigabytes de memoria y con una pantalla OLED de 6,06 pulgadas. Además, otros detalles –terminal de gama alta, sistema operativo iOS 15 o superior, cámara dual de 12 megapíxeles...– evidencian que el nuevo modelo que tendrán los diputados españoles en sus manos será el iPhone 13 Pro (después de que el anuncio se hubiese hecho el mismo día de lanzamiento del iPhone 14, menos mal, sino igual necesitaban ya el 14 y no les llegaba el 13).

Y es que, lamentablemente, los modelos que tienen en la actualidad estos diputados ya no les sirven, pues fueron sacados al mercado en el año 2017 (hace cinco, allá por la Prehistoria): los iPhone 8, con 256 gigabytes de capacidad. ¿La excusa? Que necesitan disfrutar de una mayor seguridad. ¿Y por qué iPhone? Supuestamente, porque los teléfonos móviles son “elementos de ayuda para el desempeño de su labor parlamentaria” y, para poder “facilitar dicha labor”, necesitan utilizar una serie de aplicaciones con el sistema operativo iOS, según el texto. ¡Qué mala suerte! ¡Justo los modelos más caros del mercado!

Por el contrario, nuestros diputados, los gallegos (y no todos, porque algunos no los solicitaron) se conforman con un dispositivo Samsung de gama media. Podemos estar hablando en este sentido de una diferencia de precio abismal, de unos 500 euros. Para una persona es poco, pero si hubiese que multiplicarlo por los 349 diputados del Congreso español, serían nada menos que 174.500 euros de ahorro. Eso hablando solo de dispositivos en sí mismos, ya sin entrar en los detalles de los cables complementarios y de la funda (no vaya a ser que se arruinen por comprarla ellos).

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