Mujeres de presos en A Lama reclaman claridad

DEMANDAS “En el plan de desescalada de la pandemia, anunciada por el Gobierno, no se recoge una sola mención a normativa aplicable en instituciones penitenciarias. Se entiende que hasta mediados de julio se van a mantener las mismas condiciones restrictivas de derechos para la población reclusa”. Así lo denuncia un grupo de mujeres de presos del centro de A Lama, que han remitido sendas quejas a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y al Defensor del Pueblo solicitando que se reviertan las limitaciones que afectan a sus maridos desde que se decretó el estado de alarma. El mismo decreto, que se divide en 4 fases, “margina a la población reclusa” (unas 59.000 personas en toda España), “al obviar referencia alguna a la posibilidad de circular por el polideportivo, ni de acudir al gimnasio o al colegio del centro”, donde se han suspendido las clases.

Entre otras medidas que se aplican en el interior de las cárceles, estas mujeres cita la suspensión de visitas familiares a locutorios, igual que los vis a vis y los permisos de salida, que se eliminaron para evitar contagios. A los reclusos “tampoco se les permite recibir remesas de ropa limpia que les hacían llegar sus familias; durante los primeros 15 días de confinamiento general ni siquiera pudieron lavar su propia ropa”. Otra medida restrictiva consiste en que las familias no pueden enviar a los presos efectos personales a través del servicio de Correos.

El ministerio del Interior compró 250 terminales telefónicos para efectuar videollamadas desde las prisiones, con el objetivo de paliar la situación de distanciamiento familiar agravado. Sin embargo, esta opción solamente se concede cuando se produce una enfermedad grave o el nacimiento de un hijo, es decir, en casos excepcionales. Las mujeres de reclusos de A Lama se unen a las quejas efectuadas por asociaciones de varios puntos de España, y que dejen de retrasar los procedimientos reglados y que se incluya a los internos en prisiones en las medidas aplicables en las distintas fases de desescalada. Finalmente, reclaman que se les transmita información en caso de que se detecte algún contagiado dentro de las prisiones. L.C.