Galicia
// Es el desplazamiento hacia el norte por el efecto del cambio climático TEXTO A.A.

Peces de aguas cálidas en las redes de pescadores gallegos

  • 01 jun 2021 / 01:00
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Las capturas de especies exóticas, raras o poco vistas por los mares galaicos son cada vez más frecuentes y ya no no se consideran casos excepcionales.

Esa presencia, cada vez mayor en las redes de los pescadores gallegos, de peces de aguas cálidas por estas latitudes se debe al cambio climático, que está provocando el calentamiento del agua del mar y los animales marinos se desplazan “buscando adaptarse a su gradiente térmico en nuevas áreas”, según explica Rafael Bañón, experto biólogo marino al servicio de la Consellería do Mar.

Para controlar esa afluencia piscícola de nuevo cuño, el departamento de la Xunta que dirige Rosa Quinta ha puesto en marcha una herramienta informática para los marineros, en especial, y para el público en general para que puedan informar de esos singulares avistamientos o capturas al faenar, en el caso de los pecadores.

Se trata de la Red de Observadores do Medio Mariño Galego (Redogal), que coordina el profesor Rafael Bañón. Esta web, que arrancó el pasado año, “tuvo un inicio lento por los ajustes técnicos necesarios y fue ganando fuerza poco a poco y desde octubre pasado cogió marcha y cada mes son más las notificaciones que recibe de diferentes puntos de la franja litoral de la comunidad”, explica con satisfacción el coordinador de Redogal. De acuerdo con sus registros, desde el 10 de octubre del pasado año hasta finales de marzo las notificaciones de especies raras avistadas superan ya la treintena.

Por grupos, el filo Cnidaria (medusas y anemonas) es el que presenta un mayor número de observaciones. Le siguen el de Mollusca (moluscos), Arthopoda (crustáceos) , Nemertea y Annelida (gusanoss), Echinodermata (estrellas de mar), Porifera (esponjas), Tunicata (ascidias) y Pisces (peces).

MERCADO DE FUTURO. A lo hora de valorar los peces tropicales que caen en las redes de cara a su venta en las lonjas, Rafael Bañón indica que estas especies desconocidas aquí, de momento, no tienen mercado, “salvo algunos tipos de meros que sí se valoran”. Cita también el caso del pez sapo lusitano (parecido al rape), poco conocido en Galicia, “pero muy apreciado en Andalucía”, del que se ha comercializado alguna partida en Pontevedra. Precisa que, a medio-largo plazo, muchas de ellas sí acabarán en los puestos de venta de pescado en lonjas y mercados. Señala este experto en peces marinos que, desde la década de los años 90 del pasado siglo, “están llegando a las costas gallegas, con un goteo uniforme, ejemplares de cerca de 30 especies nuevas, entre las que destaca al pez limón (Seriola rivoliana) por su mayor presencia”.

Bañón relata que, desde la llegada de una nueva especie a las latitudes gallegas hasta que se pueda comercializar en los mercados pasan decenas de años. Alude al caso del pez ballesta, documentado y confirmado su registro en sus estudios e investigaciones. “Sus primeras observaciones en aguas gallegas datan de 1940 y se comenzó a vender como especie comercial allá por el 2005, un proceso de adaptación y reproducción de unos 60 años”, subraya.

MIGRACIÓN BOREAL. Desde hace tiempo, según relata Rafael Bañón, se sabe que el calentamiento del agua del mar está causando alteraciones en el ecosistema marino y el desplazamiento de las especies. Cada año más peces de aguas cálidas migran al norte y, a su vez, los del mar gallego hacen los propio hacia aguas más septentrionales, en busca de la temperatura ideal de su escalón vital. “Hace años, las especies de Galicia no pasaban de Breteña y ahora ya se pesca merluza en Noruega”, subraya el biólogo para ratificar esa deriva migratoria hacia el norte de las especies marinas.

La realidad es que en las costas gallegas hay, en la actualidad, registradas 450 especies diferentes de peces. En no mucho tiempo, según la temperatura del mar vaya aumentando por el calentamiento global, muchas de ellas emprenderán, paulatinamente, esa migración hacia el septentrión. A su vez dejarán paso a otras que llegan de latitudes más meridionales, en busca de aguas propicias para sobrevivir.

Es el conocido proceso de adaptación al medio que la rodea de la vida y de las interacciones con individuos de otras especies con las que han de convivir.

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